Ella quería una historia de amor como la que tuvieron sus padres. Quería amar y ser amada.
Sin embargo amar a alguien no es difícil, lo difícil es ser amado por la misma persona.
Ella quería su final feliz.
Pero cometió error tras error..
Se enamor...
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POV Melissa
-El partido contra el Academia Cala Pirata será muy duro.
Sus ojos se fijan en los míos, alejándose del libro que había entre sus manos. Sus ojos no dejaron de pasar por las páginas del libro a una velocidad sorprendente. Me arrepiento de haber hablado por haberlo sacado de su concentración en la lectura.
Parece ser que no piensa marcharse hasta terminar el libro de mis padres.
-Cierto, - murmura pasando la página que leía anteriormente. -un equipo completo de imperiales es para arrodillarse y suplicar clemencia ante el Sector Quinto.
-¿Tan malo es? Tu dijiste que por ello no significaba que todos tuvieran espíritus guerreros.
-Los espíritus guerreros no lo son todo, Barbie. – me lanza una mirada fulminante por mi ignorancia. -Hay jugadores que sin espíritu guerrero son capaces de mucho más, que simplemente con incapaces de exteriorizar esa fuerza.
-Eso es malo. Digo, si no son capaces de exteriorizar la fuerza... ¿Eso no los destruirá por dentro? – me explico ante su mirada extrañada.
-En cierto modo puede suceder, y es muy habitual, pero en otro sentido. Los jugadores que poseen la capacidad de hacerlo, pero son incapaces de conseguirlo pueden presentar muchos problemas de ira, lo que puede conllevar a graves consecuencias de pérdida de control. Son demasiado impulsivos.
-Suenas como alguien intelectual. Te hacen falta unas gafas para encajar en el maldito estereotipo.
Él rueda los ojos para terminar de un golpe lo que quedaba de la galleta en su mano y seguir con su lectura.
Lo de relajarme iba muy enserio, porque no parece dispuesto a retomar nada por mucho que yo le diga que estoy relajada.
-No me mires así, sabes perfectamente que no estas relajada. – murmura como si me leyera la mente pasando otra vez la página, sin despegar siquiera la mirada del libro.
-Claro que estoy relajada. – salto a la defensiva.
-Tienes que estar tan relajada como lo estarías con él, porque si no, esto no servirá de nada. Tienes que aprender a relajarte en medio de un beso.
-Creí que cuando una pareja se besaba lo último que estaban era relajados.
Ahora si me mira, con una ceja alzada y una sonrisa socarrona pintada en toda la cara. Las ganas que tengo de borrársela con un balonazo son inmensas.
