(5) Alguien

6.7K 233 8
                                    

Al lado el video Alguien, de Kany García...

*******************************************************************************************************

La noche fue larga para mí; a pesar que Ariana no tenía nada de cuidado, la fiebre tardó en bajar.  Fernando y yo estuvimos horas en aquel cuarto observando a nuestra hija dormir, siendo interrumpidos por enfermeras que entraban cada cierto tiempo para verificar su temperatura.

“Si quieres, ve a tu casa, o por lo menos llama a Damián.  Llevamos horas aquí” comentó Fernando tocando mi brazo para que lo mirara.

“No te preocupes por eso…” le respondí recordando que no tenía que rendirle cuentas a Damián; y que probablemente a estas horas, ya él había recogido sus cosas.  Esto provocó que mis ojos se llenaran de lágrimas.

“Estás bien, Alexandra?  Tu rostro se llenó de tristeza repentinamente.”

“Es que me preocupa Ariana…” dije cambiando mi mirada.

“Alexandra, sé que algo te pasa y no es el hecho de que Ariana está aquí con fiebre; sabes que ella está bien.  Te sucede algo más.  Y discúlpame, pero no soporto verte así.”

“Gracias por preocuparte, Fernando.  Estaré bien.  Después de la tormenta llega la calma; y estoy segura que esa calma para mí llegará.”

“Eso espero, no me gusta verte así.  Aun así, insisto en que deberías llamar a tu esposo.  No quiero que tengas problemas con él.”

“No tengo porqué llamarlo” le respondí con los ojos llenos de lágrimas.  Esto sorprendió en el instante a Fernando; quien sin preguntar o decir más, me abarcó en sus brazos y permitió que llorara.

Debo confesarles que me sentí bien en esos brazos.  Hacía tiempo que añoraba que unos brazos me estrecharan, y allí estaba.  Irónicamente, eran los brazos de la persona con la que una vez no pude arreglar nuestra situación. 

“Todo saldrá bien, ya lo verás” me decía Fernando en el oído mientras pasaba su mano por mi cabello.

“Mamá?” la voz de mi hija me hizo abrir los ojos.

Por un instante me sentía confundida, desubicada.  Al ver que estaba muy bien acomodada entre los brazos de Fernando, fue que recordé que me quedé dormida de tanto llorar.

“Mi vida, cómo te sientes?” le respondí, intentando salir de los brazos de Fernando, sin tener que despertarlo.  Probablemente él había estado despierto más tiempo que yo.

“Tengo hambre. Ya nos podemos ir?”

“Aun no mi amor.  Falta hacerte una prueba más de sangre y, después de los resultados, si todo está bien, nos iremos a casa.”

“Podría comer algo?”

“Voy a preguntarle a la enfermera.  Si puedes, entonces paso por la cafetería para que comprar algo.  De acuerdo?”

Estigma de AmorWhere stories live. Discover now