(27) Me puedes pedir lo que sea

4.7K 245 37
                                    

Último capítulo!!! Este capítulo va dedicado a tod@s ustedes; a quienes les agradezco que hayan leído esta historia.  Mil gracias!!!

Al lado el traje que usó Alexandra en el quinceañero de Ariana, y el video de la canción de este capítulo.

He estado considerando una secuela...tal vez para que sepan como continuaron las cosas, si los deseos de Damián se cumplieron, entre otros.  Ustedes hablan y yo obedezco. 

Espero que lo disfruten.  Y a los lectores de Contra Viento y Marea...mañana la vuelvo a tomar...

*******************************************************************************************************************

"Puedes pedirme que llene de besos la lluvia y mojarte con ellos...Pídeme llenarte el mundo de amor verdadero.  Pero nunca me pidas dejarte, que deje de amarte o alejarte de mí..."

No podía con las miradas y las sonrisas que me daba Ariana mientras nos vestíamos.  Sabía por qué lo hacía, solo estaba actuando como la que no tenía idea.

“Ven Ariana, para ayudarte con el cierre del traje” esta quedó frente al espejo, y a través de este, me miraba. 

“Alexandra…” me dijo esta tomándome por sorpresa.  Nunca me llamaba por mi nombre. 

“Ariana?”

“Puedo pedirte un favor?”

“Honestamente, siento temor” le respondí admirando lo hermosa que se veía.  Parecía un sueño verla allí, vestida como la princesa que era.

“Han pasado casi cuatro años desde que te divorciaste de Damián.  A ese hombre lo he conocido como mi segundo padre y lo amo.  Quisiera, aunque sea solo por hoy, que él sea quien esté a tu lado en mi fiesta.”

“Ariana, sabes que él te ama igual.  Y no puedo prometerte nada en cuanto a la fiesta…”

“Mamá! Si casi se besan; mal de mí que los interrumpí.  Hasta un tonto se daría cuenta de que ambos todavía guardan algo por el otro” casi me gritó mi hija, volteándose a mirarme a los ojos.

“Por favor, Ariana.  No insistan más.  Tu padre está en las mismas…” solo pude decir mientras no podía evitar ponerme triste.

“Perdón, mamá.  No quiero que te pongas triste, mucho menos por mi culpa.  Solo te dije la verdad, y mi deseo siempre ha sido que ustedes vuelvan.  Extraño a mi familia, en la que Damián era parte de ella.”

Yo solo suspiré y la abracé.  No tenía palabras para responderle.  Era algo duro en estos momentos; más aun cuando había compartido con él, momentos atrás, después de tanto tiempo.

En esos instantes, tocaron a la puerta y me sentí un poco aliviada.

“Estás hermosa!” dijo Fernando mientras me miraba.

“Gracias, pero deja que veas a tu hija…” le respondí sonriendo.

No erré al decirlo; allí estaba Fernando, con sus ojos brillosos al ver a nuestra hija.  Inmediatamente, fue a abrazarla; minutos luego, la fiesta dio comienzo.

Todo estaba hermoso; Ariana bailó el vals con su padre, mientras yo acompañaba a Josué.  El pobre estaba hecho todo nervio por culpa de las miradas que Fernando le daba.

En la oportunidad que tuve, me robé a Fernando para que bailara conmigo; de esa manera los dos enamorados tuvieron la oportunidad de bailar sin que Fernando los vigilara.

“Déjalos tranquilos por un rato.  Fernando, Ariana ya no es una niña” le dije mientras nos movíamos al mismo ritmo.

“Ariana es una adolescente…”

Estigma de AmorDär berättelser lever. Upptäck nu