Estigma de Amor

(10) Que me quieras

"Seguro no me miras cómo yo te veo...Pero si algo es muy mío y me pertenece, es esta tonta idea que tengo en mi mente..."

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Sintiéndome algo incómoda, y sin saber cómo mirarlo al rostro; ignoré el latir de mi corazón y comencé a voltear para mirarlo a los ojos.  En su rostro había una enorme sonrisa y sus ojos brillaban con alegría.  Instantáneamente, me sentí la peor mujer en este mundo.

Les debo confesar, aunque pienso que ya lo sabían, que amo a Damián, y el hecho de lo que sucedió anoche no va a cambiar las cosas.  Lo que sucedió con Fernando fue una mezcla de alcohol con desamor y necesidad de estar en los brazos de alguien; así es que lo puedo definir.

Controlando mis gestos para no demostrarle lo que sentía por dentro, puse mi mejor sonrisa en mi rostro.

“Me siento bien, Fernando.  Gracias…” no dije más pues Fernando me besó en esos instantes.

No sé porqué, pero se sentía bien.  Sí, ni yo misma me entiendo.  Si de veras amo a Damián, no debería estar disfrutando esto.  Por otro lado, se siente bien que alguien te desee. 

“Jamás olvidaré lo bien que la pasamos anoche.  Te amo Alexandra, y no me importa que tenga que volver a ganar tu corazón, pero lucharé por eso.  Te fallé y te decepcioné una vez, no lo haré de nuevo.”

“Fernando…no crees que esto va demasiado de prisa?  Quiero decir, a penas ayer rompiste con Lisa…” de dónde saco el valor para decirle?

“Tienes razón, Alexandra.  Iremos poco a poco, como tú quieras…” decía él mientras me besaba nuevamente.

“No crees que debemos comenzar por recoger este desastre?  En un rato tengo que ir a buscar a Ariana…”

“De acuerdo…” dijo Fernando comenzando a recoger las botellas del suelo.

No les puedo negar que su presencia en la casa fue agradable.  Luego de recoger todo lo que estaba en el suelo, preparamos juntos el desayuno y nos sentamos a comer mientras platicábamos de cosas del pasado, y de nuestra hija. 

“Volveremos a compartir juntos, solo los dos?” preguntó Fernando antes de marcharse de la casa.

“Ya veremos.  No quiero problemas con Lisa.  Sé que ya no están juntos, pero aun así, está muy reciente…”

“Alexandra, no hay vuelta atrás en esa relación.  Ya rompimos” me contestó con su rostro lleno de coraje.

“De acuerdo, Fernando.  No voy a insistir más.”

“Y Damián?”

“No sé Fernando.  Aun estamos casados…”

“Es un idiota que no se ha dado cuenta de lo que está perdiendo.  Sé que lo amas Alexandra, eso lo puedo ver en tus ojos.  El simple hecho de mencionar su nombre, hace que brillen.  Pero eso se irá acabando; él no está haciendo nada por recuperarte” fueron sus palabras mientras cerraba sus ojos.

“Lo sé…” contesté mientras bajaba mi vista y no podía evitar que la verdad me lastimara.

“No lo hago para que te pongas triste, Alexandra.  Solo te estoy diciendo la verdad.  Lo que ocurrió entre nosotros, fue algo increíble.  Lo disfruté tanto como tú; solo espero que vayas abriendo los ojos…”

“Es duro Fernando, duele demasiado.  Aun no puedo explicarme porqué las cosas entre Damián y yo llegaron a este punto.  Eso es lo más que me lastima.”