Estigma de Amor

(8) Fuiste tú

La experiencia de no poder dormir durante la noche, es una de las peores cosas que cualquier ser humano puede experimentar.  Piensas en lo que te está sucediendo, y adicional, se suman otros pensamientos que no estaban ahí y que mucho menos eran problemas.

No sé cuantas vueltas di en mi cama, mucho menos cuantas veces miré el reloj en la mesa de noche.  Solo sé que cada minuto era eterno, y el sol no se apuraba a salir. Por qué esto tuvo que suceder?  Por qué cuando mejor estaba?

Lamento decirles que no hubo una respuesta en esos momentos, y mucho menos en los días venideros.  Me resigné a continuar mi vida, y a actuar como si nada hubiese ocurrido.  Damián continuaba en su actitud, y Fernando apenas y se atrevía a mirarme al rostro.

Así transcurrió un mes, aproximadamente.  No tenía a quien contarle mi confusión, mucho menos cuando amaba a Damián cada día más.  Por qué no podía superarlo? 

Un domingo, Georgina llegó con Ariana a mi casa.  Aparentemente, Fernando tenía una situación, y se le iba a hacer imposible llevarla. 

Luego de que mi hija se despidiera de su abuela, esta me tomó de la mano y me llevó hasta la sala, sentándonos ambas en el sofá.

“Necesito decirte algo…” me dijo muy seria Ariana.

“Qué sucede, mi amor?”

“Papá y Lisa discutieron muy feo.  Hablaron de que no volverían jamás, y Lisa se fue llorando de la casa, mientras que papá se encerró en su cuarto.”

“Y tú?  Cómo permitieron que pasara eso frente a ti?” le pregunté llena de coraje. Siempre tuve presente, no discutir frente a mis hijos. 

“Yo me quedé con abuela y con Itzel.  Me asusté mucho, mamá, creo que hasta lloré…Lisa salió de repente, llorando, tomó a Itzel en sus brazos, me dio un beso en la mejilla y se marchó.  No dijo más.”

“Eso es muy triste mi vida…” no sabía que más decirle en realidad.

“Podrías hacerme un favor?”

“El que quieras, Ariana” le respondí sonriéndole. 

“Podrías ir a hablar con papá?” su pregunta me sorprendió.  Cómo podría ir yo a hablar con Fernando? 

“No sabría que decirle…”

“Mamá, si papá no quiere volver con Lisa, no quiero que esté con nadie más.  O tú o ella, no voy a aceptar a nadie más en mi vida.  Igual te aplica a ti.  Si no regresas con Damián, espero que sea mi papá” fueron sus palabras mientras cruzaba sus brazos y se mostraba algo molesta.

Mi niña me sorprendió con ese comentario, o mejor dicho, con esa orden.  Aun su ignorancia la hacía pensar cosas así.  Qué iba a decirle yo a Fernando?  O vuelves con Lisa, o intentamos arreglar las cosas?  Imposible!

“Ariana, las cosas no son así de fáciles.  La vida de los adultos es algo complicada, mi vida.”

“Por lo menos, prométeme que hablarás con papá.  Por favor?”

“Intentaré, pero no te aseguro nada…”

“Está bien.  Qué haremos ahora?”

“No sé.  Qué quieres hacer?  Damián se quedará con Kiel y Jaziel hasta mañana, así que somos tú y yo solamente.”

“Podemos ir al cine?”

“Perfecto!”

Ambas nos preparamos y nos fuimos para la matiné.  La pasamos de maravilla, y luego, hasta aprovechamos para irnos de compras.