Estigma de Amor

(20) Hay amores

"Te invito a que me invites esta noche, al pecado que jamás yo te invité.

Te pido a que te abstengas de reproches, si todos mis defectos ya los sé..."

******************************************************************************************************************

Los días pasaron, los ánimos se calmaron y me sentía feliz.  Tenía a mis hijos conmigo y compartíamos cada momento que teníamos libre; a excepción de los días que no los tenía a mi lado.

No, Damián aun no ha vuelto a la casa.  No porque él no haya querido, son porque aun tiene que ganar más.  Sus celos resaltan de vez en cuando, y eso es algo con lo que no puedo vivir.

Fernando?  Lo he sentido distanciado, triste.  Por un tiempo intentó arreglar las cosas con Lisa, pero no funcionaron.  Una gran lástima, porque esa mujer lo adora. 

“Qué piensas hacer el sábado?” preguntaba Damián un miércoles por la noche mientras cenábamos.  Ariana estaba con su papá y Kiel y Jeziel con los padres de Damián; las clases estaban por comenzar y ellos estaban disfrutando al máximo lo que quedaba de sus vacaciones.

“Es el primer cumpleaños de Itzel; Lisa nos invitó” le respondí mientras sonreía. 

“Piensas ir?”

“Seguro, Damián. Ariana está muy  contenta con la fiesta y le prometió a Lisa que llevaría a sus hermanos.  Te lo iba a comentar luego.”

“Pensaba invitarte a salir, para comenzar a festejar tu cumpleaños…”

“Podemos comenzar luego de la fiesta.  Damián, sabes que no voy a decepcionar a Ariana” le dije con algo de orden en mi voz.  Cada vez que había algo en lo que Fernando estuviese envuelto, este siempre buscaba la manera para cambiar los planes. 

“De acuerdo…” dijo algo inconforme.

“Porqué no comenzar hoy?” le pregunté intentando seducirlo con mi mirada.  Ya llevábamos un tiempo trabajando el volver, y aun no habíamos estado juntos en lo más profundo.

“Los niños?” preguntó Damián mientras tocaba mi rostro; aparentemente la idea le había agradado.

“Se te olvida que se quedarán con tus padres?  Y Ariana no la veo hasta el sábado?”

“Suena interesante…acepto tu trato.  Nos vamos ahora?” dijo este intentando no reír.

“Eres un caso…y no, no nos podemos ir.  Aun no han servido la comida.  Además, quiero ir a caminar por la playa un rato…” sugerí con mi sonrisa traviesa. 

“De acuerdo.  Soy todo tuyo” respondió Damián mientras se reía.

Luego de comer, salimos a la playa.  La noche estaba hermosa y era algo relajante escuchar las olas chocar contra las piedras, sentir el rocío del agua en la cara. 

“Eres hermosa, Alexandra…” dijo Damián mientras me tomaba por la cintura y me acercaba a él.

“Eso he escuchado…” respondí riéndome.

“Algo modesta.”

“Así es…”

“Alexandra?” preguntó Damián mientras se sentaba en la arena y me halaba  hacia él, yo acomodándome entre sus piernas, dándole la espalda, mirando al mar.

“Dime…” dije acomodando mi cabeza en su pecho.  Se sentía de maravilla estar así, allí con él.

“Te juro que nunca estuve con nadie mientras estuvimos separados.  Nunca me interesó nadie, y sabes que por mis estupideces fue que me alejé…”