(18) A partir de hoy

5.2K 183 7
                                    

"Que triste cuando se desploma todo, que injusta se nos vuelve ya la vida.  Que duro cuando no es lo que creías, cuando me diste una cara y era otra la que había..."

******************************************************************************************************************

De la manera en que pude, agarré la toalla para cubrirme, mientras que a la misma vez intentaba limpiarme los ojos.  Las preguntas de Fernando  me dejaron nerviosa; qué podía esperar en esos momentos.

“Fernando, podrías salir?  Por favor…” le dije mientras cerraba el agua.

“Por qué Alexandra?  Porqué eres imposible para mí?” preguntaba este acercándose más a mí, mientras yo daba unos pasos para atrás.  Mi corazón casi sale del cuerpo cuando sentí aquella pared fría a mis espaldas. 

“Fernando, sabías desde un principio que mi corazón le pertenece a Damián.  Nunca te mentí…”

“Aun así guardaba las esperanzas…” fueron sus palabras seguido de unir sus labios a los míos y besarme.

Yo solo permanecía allí, inmóvil; quería salir pero no sabía cómo.  Su fuerza era increíble y me tenía presa entre su cuerpo y la pared.  Comencé a preocuparme más cuando me arrebató la toalla que me cubría, lanzándola al suelo que estaba aun con agua.

“Fernando, por favor” le supliqué con lágrimas en los ojos, inmediatamente sintiendo el frío de aquel hospital, o tal vez era por lo nerviosa que me encontraba?

“Qué hice mal, Alexandra?”

“Nada, Fernando.  Por favor, déjame salir…”

“Por qué mejor no aprovechamos este momento. Tal vez sea el último que podamos estar solos…” dijo mientras una de sus manos comenzaba a subir por mi cintura.

Sentía un frío insoportable, mi cuerpo temblaba y por un momento sentía temor.  Sí, disfruté de las veces que estuve íntimamente con Fernando.  Pero, a diferencia de este momento, aquellas fueron aprobadas.  Esta?  No sabía que podría suceder.

No iba a gritar por ayuda porque mi hija estaba fuera y podía escuchar.  No quería que pasara un susto, mucho menos que nos encontrara de esta manera en el baño.  Qué debía hacer?  Una cosa si les puedo asegurar, comencé a llorar como retardada mientras temblaba sin control.

“Alexandra, cálmate, por favor” dijo Fernando tocando mi rostro.

“Fernando, tú y yo siempre nos hemos llevado bien.  Rompimos y aun así hemos tenido buena comunicación por el bien de nuestra hija.  Nunca te he mentido, y he sido honesta.  Por favor, déjame salir…”

“Lo sé Alexandra, solo estoy lastimado.  Había guardado esperanzas y no sabes lo que me hiere el hecho de que le hayas dado la oportunidad a ese idiota que te despreció por un tiempo.”

“Ese idiota es el padre de mis hijos, y lo amo…”

“Yo soy el padre de tu hija y no me amas…”

Qué le sucedía a este hombre en estos momentos?  Era un hombre guapo, inteligente, podía tener a cualquier mujer a su lado; porqué empeñarse en esto? 

“Te lo suplico, Fernando.  Déjame salir, deja que me ponga algo de ropa, ya no soporto este frío…”

“Tus labios están morados…” comentó quitándose el abrigo que llevaba puesto y cubriéndome con él.

“Gracias…” le dije casi sin voz, con mis lágrimas aun corriendo por mi rostro. 

Algo dentro de mí me aseguraba que no se quedaría así.  En ese instante me arrepentí mil veces de dejarme llevar por el momento y estar en la intimidad con él.  Fui una ilusa y una idiota, no tengo duda.

Estigma de AmorWhere stories live. Discover now