Capitulo 13

750 83 10
                                    

Calle había comprado entradas para un concierto. Llevábamos juntas más de un año. Acabábamos de mudarnos a un apartamento en Cambridge y habíamos adoptado a un par de gatos. Mis padres, encantados de tener de vuelta a Calle en sus vidas, habían empezado a llamarle «hija» a modo de broma.

Esa noche, mientras salíamos del auditorio de la sinfónica, yo con un vestido verde esmeralda y Calle con un bonito vestido negro, habría debido de estar pensando en el concierto que acabábamos de oír o preguntando a Calle qué le habían parecido algunos de los músicos. Pero en lo único que podía pensar en ese momento era en el hambre que tenía.

—Se te ve sumida en tus pensamientos —comentó Calle mientras caminábamos por las calles de Boston, hacia una de las líneas de metro.

—Tengo mucha hambre —le dije—. Sé que ya hemos cenado, pero solo me he tomado una ensalada diminuta y ahora mismo me comería una vaca.

Calle se echó a reír.

—¿Quieres que paremos en algún lado? —preguntó.

—Por favor —dije—. En algún sitio que sirvan patatas fritas.

Al cabo de un rato, me estaba comiendo una hamburguesa, mientras seguíamos caminando por la calle vestidas de etiqueta. Calle llevaba la bolsa de papel con lo que quedaba de comida en una mano (ya me había comido el cartón de patatas fritas) y estaba bebiendo un batido de chocolate con leche con la otra.

—¿Cómo te sientes ahora mismo? —me preguntó Calle.

—Bien —respondí—. ¿Por qué?

—¿Y si andamos un poco más antes de tomar el metro? —inquirió—. Estás preciosa con ese vestido, hace muy buen tiempo y... no sé. Quería prolongar un poco más este momento.

Sonreí. Todavía podía andar unos minutos antes de que los tacones empezaran a hacerme daño en los pies.

—Me apunto —dije, antes de dar otro mordisco a mi hamburguesa.

Cuando tragué, me di cuenta de que su razonamiento tenía un punto débil

—. ¿Cómo puedes decir que este es un momento digno de prolongarse cuando me estoy comiendo una Whopper?

Calle se puso a reír.

—Fíjate si te quiero —dijo—, que incluso estar a tu lado mientras te devoras una hamburguesa del Burger King me parece un momento especial.

Dio un sorbo a su batido y yo me quedé mirando cómo hundía las mejillas para sorber el líquido por la pajita mientras estaba en la acera con su vestidor oscuro. Supe exactamente lo que quería decir porque sentía lo mismo.

—Estás muy linda intentando sorber ese batido —le dije.

—¿Lo ves? Por eso sé que me quieres. También te has vuelto loca.

Seguimos caminando por la acera y di otro mordisco a la hamburguesa.

—En serio —dijo Calle—. Estoy perdidamente enamorada de ti. Espero que sepas hasta qué punto.

Le sonreí.

—Creo que tengo una ligera sospecha de cuánto —bromeé.

—No sé si este es el momento adecuado. Sin embargo, quiero asegurarme de que tengas claro que me gustaría pasar el resto de mi vida contigo. No sé si te lo estoy transmitiendo de forma correcta, pero estoy comprometida al cien por cien con esto, con nosotros. Estoy metida de lleno, ¿vale? De por vida. Te quiero para siempre. Lo único que me preocupa es que no quiero presionarte.

—No me siento presionada —comenté. Todavía estaba asimilando lo que me estaba diciendo, empezando a entender la trascendencia que estaba tomando ese momento.

The Two Loves Of My Life (Adaptación Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora