Capitulo 17

777 70 19
                                    

Las fotos nunca hicieron justicia a su sonrisa. Ahora lo recuerdo.

Está delgado y débil, como si su cuerpo solo estuviera hecho de músculos y huesos. Su rostro, que antaño fue suave, es anguloso donde antes solían estar unas mejillas redondeadas. Lleva el pelo más largo, enmarañado.

Tiene la piel con manchas marrones y rosadas. Como corresponde a alguien que se ha pasado tres años bajo el sol. Pero sus gestos son los mismos. Su sonrisa también. Y sus ojos.

Lo observo mientras baja del avión. Contemplo cómo abraza a Francine y a Joe. Lo miro fijamente mientras se acerca a mí, mientras clava sus ojos en mí; unos ojos cargados de sentimientos. Me doy cuenta de que el meñique de su mano derecha termina en el nudillo. Perdió un dedo en algún momento de su periplo.

—Hola —me dice.

Esa única palabra me hace retroceder en el tiempo, a una parte de mi vida en la que las cosas tenían sentido, cuando el mundo era justo.

—Hola.

—No te imaginas lo mucho que me alegro de verte.

Sonrío. Oculto la cara en mis manos. Él me agarra, me sostiene. Siento mi pulso latiendo de forma errática, sin saber si se acelerará o calmará.

Me pregunto si todo esto es real.

Pero cuando vuelvo a abrir los ojos, Lucca sigue estando ahí. Justo enfrente de mí, abrazándome.

Lo lloré como si hubiera muerto. Pero está aquí. Da miedo lo mucho que esto desafía a la lógica y a la razón. ¿Qué más cosas habrá en el mundo que no son verdad?

—Estás en casa —digo.

—Sí, estoy aquí.

¿Sabes cuándo de vez en cuando te paras a mirar atrás y te preguntas cuánto tiempo ha pasado? ¿Cómo un momento dio paso al siguiente, creando días, meses y años, que de pronto parecen segundos? Pues así es como me siento. Ahora mismo. Justo en este instante.

Siento como si nuestro pasado juntos hubiera durado siglos y el tiempo que he pasado sin él solo haya sido un pequeño e insignificante destello. He amado a Lucca desde el día en que lo vi en esa competición de natación.

Y ahora me cuesta recordar cómo he podido vivir sin él, cómo he sido capaz de soportar enfrentarme a un mundo en el que él no estaba, y por qué he pensado que podría querer a alguien de la forma en que lo quiero a él.

Porque siempre ha sido él. Toda mi vida.

Siempre, desde el primer momento ha sido él.

¿Cómo he podido pasar tanto tiempo olvidando quién soy y a quién amo?

..........................

Me he pasado las dos últimas horas aturdida. Me he quedado quieta, sin decir apenas nada, mientras toda la familia de Lucca celebra su regreso. He visto cómo Francine ha llorado hasta que se le han secado los ojos y ha dado gracias a Dios cada vez que lo miraba. Cómo Chris y Tricia le presentaban a su hijo, Trevor, y a su pequeña bebé, Ginnie. Y cómo Danny hacía otro tanto con su flamante esposa, Marlene.

El teléfono me ha sonado varias veces, pero no me he atrevido a mirarlo siquiera. Ahora mismo no puedo lidiar con la vida real. ¡Si apenas puedo reaccionar a lo que está sucediendo delante de mí! Y, desde luego, no tengo ni idea de cómo conciliar lo que está pasando con mi vida real.

Lucca tiene mucho que asimilar. Soy perfectamente consciente de que su familia tiene muchas cosas que contarle, muchas noticias que quieren que sepan. Yo también quiero explicarle cada pensamiento que ha pasado por mi cabeza desde que se fue, describirle cada momento que he pasado sin él, cada sentimiento que albergo en este momento. Me encantaría conectar mi corazón al suyo y descargar en su alma los tres últimos años y medio.

The Two Loves Of My Life (Adaptación Caché)Where stories live. Discover now