Capitulo 27

824 105 9
                                    

Este capítulo será súper corto. Pero si llega a 30 votos subo uno nuevo más tarde.
Ahora sí continuamos.

Din. Din. Din.

El sol me está dando de lleno en la cara. Y el reloj de Jesse está
sonando.
La portada de Las reticentes aventuras de Cole Crane está
doblada hacia atrás, debajo de su pierna.
El fuego se ha apagado.

—Hora de levantarnos —le digo.

Lucca, que todavía está en proceso de despertarse, asiente con la cabeza y se frota la cara.
Ambos nos dirigimos a la cocina y tomamos algo. Yo me bebo un
vaso lleno de agua y Lucca un poco de café frío que quedaba en la cafetera. Mira por la ventana de la cocina y se vuelve hacia mí.

—Está nevando otra vez —anuncia.

—¿Mucho? —pregunto. Me fijo en la ventana delantera y veo que hay un nuevo manto de nieve en el camino de entrada.

—Deberíamos salir cuanto antes —dice—. Creo que ahora está bastante despejado, pero no deberíamos esperar mucho más.

—Sí, buena idea. Voy a darme una ducha.

Lucca asiente, pero no dice nada más. Tampoco hace el amago de seguirme escaleras arriba. Ni bromea sobre mi desnudez. En
cambio, se va hacia la chimenea y empieza a limpiarla.

Es ahí, al empezar a subir las escaleras sola, cuando siento todo el peso de la nueva realidad.
Lucca está en casa. Lucca está vivo.
Pero Lucca ya no es mío.

Tres cuartos de hora después, Lucca y yo hemos recogido
nuestras cosas y estamos listos para irnos. Hemos lavado los
platos, guardado lo que queda de comida, limpiado la cocina.
Incluso Las reticentes aventuras de Cole Crane ha vuelto a la
estantería, como si nunca lo hubiéramos leído. Si no hubiera estado aquí, juraría que nadie se ha pasado por aquí en mucho tiempo.

Lucca agarra las llaves y me abre la puerta principal. La atravieso con una dolorosa opresión en el corazón.
No me ofrezco a conducir porque sé que no me va a dejar. Hará
las cosas a su manera y yo le dejaré. Así que me subo al asiento del copiloto y Lucca da marcha atrás con el coche.

Echo un último vistazo mientras nos alejamos de la cabaña.
Hay dos pares de huellas que salen de la puerta de entrada.

Empiezan juntas, pero toman distintas direcciones cuando
nuestros pies se dirigen a nuestros respectivos lados del vehículo.

Sé que esas huellas desaparecerán pronto. Que no durarán hasta la noche si sigue nevando a este ritmo. Pero me siento bien mirando algo y entendiéndolo.

Las huellas comienzan juntas y se separan.
Lo entiendo.
No pasa nada.
Es la realidad pura y dura.




Ya queda muy poquito para que termine la historia :'(


The Two Loves Of My Life (Adaptación Caché)Where stories live. Discover now