Capitulo 30

2K 109 15
                                    

Cuando entro en mi coche en el aparcamiento trasero, encuentro el sándwich que dejé hace varios días en el asiento delantero. Ahora el interior del vehículo despide un olor agrio y putrefacto. Agarro el sándwich, lo tiro a la basura y abro las puertas del coche para que se airee un poco.

Y es ahí cuando veo llegar otro vehículo.
No necesito mirar a través del limpiaparabrisas para saber de quién se trata.
Pero, como era de esperar, lo hago.
Calle.
El corazón me empieza a ir a toda velocidad. Siento los latidos acompasados bajo el pecho.
Corro hacia el coche justo cuando ella se baja.

Lleva pantalones de vestir, una camisa y el abrigo desabrochado.
Todavía es mediodía, debería estar en el colegio.
En vez de eso, está en el aparcamiento de mi tienda, con los ojos rojos.
La miro y me doy cuenta de que está hecha polvo.

—Tengo que hablar contigo —dice. Veo salir el vaho de su boca.

—Yo también tengo que hablar contigo.

—No. —Calle levanta la mano—. Yo primero.

Noto cómo se me empieza a romper el corazón. ¿Esto es el final?
Me destroza por dentro que mi inseguridad haya provocado que la mujer a la que amo dude de mí. Siento la imperiosa necesidad de detener el tiempo, de prolongar este momento, de pasar todo el rato que pueda con ella antes de que me deje…, si eso es lo que está a punto de hacer.

—¿Podemos meternos en el coche?—le pido—. ¿Con la calefacción?

Calle asiente y abre la puerta de su coche. Yo rodeo el vehículo y me siento en el asiento del copiloto. Me froto las manos para entrar en calor.

Calle enciende la calefacción y esperamos a que la temperatura del interior aumente unos pocos grados. Al cabo de un rato, ya no tengo las manos heladas.

—Mira —empieza Calle—, me he pasado los últimos cuatro días pensando.

Tengo la sensación de que ha transcurrido toda una vida, pero solo han sido cuatro días.

—No puedo hacer esto —continúa, volviéndose hacia mí—. no puedo vivir así. No puedo… Esto no está funcionando.

—De acuerdo —digo. Me empieza a doler el pecho, como si mi cuerpo no pudiera soportar oír esto.

—Tienes que volver a casa —dice. La miro.

—¿Qué?

—Hace quince años, vi cómo te ibas con Lucca y me dije a mí misma que era tu decisión y que no había nada que pudiera hacer. Y ahora, después de todo este tiempo, aquí me tienes, haciendo lo mismo. Y no… No puedo volver a hacerlo. Voy a luchar por ti.
»Me he marchado de clase después de la quinta sesión porque me estaba planteando enseñar a tocar a la banda de jazz Total Eclipse of the Heart. No puedo vivir sin ti. He pasado estos últimos días desolada, como un pájaro con un ala rota, esperando a que regresaras. Pero no me basta con esperar. Ahora soy una mujer adulta, no una adolescente como la primera vez. Y la esperanza ya no es suficiente. Tengo que luchar por ti. Así que aquí me tienes.
Esto es lo que voy a hacer. Voy a plantarle cara a toda esta situación.

Me agarra de la mano y me suplica.

—Soy la persona perfecta para ti, María José. Lo que tenemos es… amor verdadero. Te amo. Quiero pasar el resto de mi vida contigo. Eres mi alma gemela. Puedo hacerte feliz—me asegura—. Puedo darte la vida que quieres. Cásate conmigo, María José, conmigo.

—¡Oh, Dios mío! —Siento un alivio enorme—. ¡Vaya par de tontos que estamos hechos!

—¿De qué estás hablando?—inquiere Calle—. ¿Qué quieres decir con eso?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Nov 13, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

The Two Loves Of My Life (Adaptación Caché)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora