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Ya casi terminaba mi hora de trabajo, y yo, yo no sabía donde meter la cara de vergüenza. ¿Quien me llevaría a casa?. Bueno...¿como vendría todos los días al trabajo?.

Y ahí estaba, cinco y media de la tarde. Mi turno había terminado, pero como hacerle entender a mi cerebro que no tengo en que irme. Que agonía.

—¿Nos vamos?

Ja, muy gracioso Johnny. No hagas ese tipo de broma, por que de verdad me lo creo y me monto a tu auto como si nada.

—¿Disculpa?. ¿Usted me llevará, Johnny...?— dudé.

—¡Claro!, yo te traje hasta aquí, yo te llevo de vuelta.— exclamó obvio.

—Oh...gracias— dios, menudo lío. Que vergüenza. —Y...¿como vendré todos los días a la hora establecida si no tengo auto?.

—De eso quería hablarte. Yo voy a desayunar todos los días a la cafetería Las delicias, donde nos conocimos.¿ Te acuerdas ?.

—Oh, si...— Vergonzoso, todavía se acuerda. No, dios Santo.

—Pues como tu casa queda cerca de allí, yo te iré a recoger todas las mañanas. Y si algún día no estoy disponible, mi chofer personal ira por mí.

Vale, este hombre es sumamente amable. Es muy bueno y yo tratando de no toparmelo. Mal Melany, mal.

—Muchas gracias, Johnny.— piensa Menaly, piensa— que tal si... Cenas hoy en mi casa.

—No puedo.— mira la cara de decepción que pongo y rápidamente se apresura a hablar.— Por que una tal "Melany" me a invitado a comer pizza hoy en la noche.

Vale, me agrada éste tipo.

Oh dios. ¿Ah este hombre no se le puede olvidar tan si quiera algo?. Por lo visto no, pero creo que es mejor llevarlo a comer pizza, a que mi madre me llene de preguntas y mi hermano me diga que "no se te antoje  hacerlo con el Jefe". Vaya que Alex era imaginativo.

—Oh, bueno. ¿Iras conmigo a comer pizza?— ¿Por qué me sudaban las manos?

—Te llamaré cuando este en tu casa, a las ocho de la noche debes estar lista.

—C-claro, ¿nos vamos?.

Y con eso nos fuimos. De nuevo todas las miradas puestas en nosotros. Llegamos al elevador, salimos del edificio y PUM, de nuevo el lujoso auto de Johnny estaba a la vista.

Menudo auto.

Johnny abre la puerta que da al asiento de copiloto amablemente para yo poder entrar ¡Es muy tierno!.

Mientras tanto las empleadas en el edificio:

—¿Por que salen juntos?.

—Creo que son novios, o algo así.

Las puertas de elevador se abrieron dejando a la vista una silueta de una mujer rubia. Oh, Diana, esta mujer estaba seriamente obsesionada con el señor Depp.

—¿Quienes son novios?.— preguntó la víbora.

—E-eh, nadie s-señora.

—¡Señorita!, señorita Diana.— corrige.

Esa mujer daba miedo, tenía unos cambios de humor muy repentinos, además sin dejar a un lado que es muy competitiva. Cuando se propone a conseguir algo, lo obtiene. Sin embargo, no ah conseguido a Johnny. Mal por ella.

Chico Bueno Chico Malo ©Where stories live. Discover now