-9-

45 13 2
                                    

El me esperaba con la silla en sus manos y una reluciente sonrisa, mi corazón latía a mil por hora. Pero...apenas lo conocí hace dos días y ya estaba teniendo un encuentro algo..¿íntimo? con el.

Moví bruscamente la cabeza para quitar esos pensamientos de mi cabeza. Era solo la pizza que le debía, que por cierto... La había pagado él, se la seguía debiendo.

—¿Te había dicho que te ves hermosa esta noche?— me dice apenas me siento. Rodea la mesa para terminar sentándose frente a mi.

—E-eso creo...

—¿Estas nerviosa? ¿Te sientes incómoda?.

Dios, estoy muy ruborizada, puedo sentirlo.

—No no, para nada. Solo...es muy lindo todo esto...

Las palabras apenas me salían de la boca, me miraba con una mirada penetrante, como si intentara devorar mi alma con ella.

En unos segundos mi teléfono empieza a sonar. Lo saco de mi bolso y le hecho un vistazo. Era un número desconocido ¿Será el mismo que me envió aquel mensaje?

No había nada que perder, Johnny me miraba con el ceño fruncido. Y contesté.

—¿Hola?.

—Te he visto...— se calla unos segundos, poniéndome la piel de gallina y continúa — te veías hermosa...estos últimos años has crecido mucho, Princesa.

No, no podía ser cierto, no podía ser quien yo creía que era. Mis manos se helaron y empezaron a sudar, un terrible dolor en el pecho me inundo para oír lo último que dijo antes de colgar.

—Nos volveremos a divertir, Nena.

Reconocería esa forma de llamarme, de insinuar cosas. Mi padre, mi padre había conseguido mi número de teléfono, y lo que es peor, me espiaba. Sabía donde estaba, con quién, cada movimiento. Pensaba que no se nos volvería a acercar, que había aprendido la lección. Pero fue todo lo contrario, el estaba ahí, en las sombras, mirando cada paso, mío, de Alex, de mamá y eso me aterraba.

No se cuanto pasó desde que colgó, pero mi celular cayó al suelo y mi mirada estaba distante. Oía preguntas por parte de Johnny, me preguntaba que pasaba, pero yo no podría responder, solo...veía hacía a la nada, segura de que, el monstruo de mi padre estaba ahí, en algún lugar observándome con una siniestra sonrisa.

Mi vista se nubló, deje de respirar por unos segundos, los latidos de mi corazón eran cada vez más apresurados. Y caí al suelo, caí porque ya no me quedaban fuerzas, sentí como me cargaban, suponía que era Johnny. Sentía que mi vida se había ido, no sentía nada. Solo miedo...

                        La mañana
                         siguiente
                        a las ocho



¡Por fin despertaste mi niña!.

Me acababa de despertar, veía todo borroso. Un olor a pastel me inundó y fue cuando mi vista regresó encontrándome con mamá sentada a un lado de la cama, un pastel de limón en la mesita al lado de mi cama y Alex recostado al marco de la puerta con una sonrisa melancólica y alguna que otras lágrimas ya secas sobre su rostro.

—Tranquila mamá, estoy bien— agarro con cariño el mentón de mamá y la acerco para darle un tierno beso el las mejillas.

—¿Para mi no hay beso?— me preguntaba Alex acercándose — Velé por ti toda la noche, no podía dormir contigo así.

—Oh Alex, no tenías que hacerlo — y me levanto de la cama y voy directamente a él para abrazarlo en un tierno abrazo— Gracias...

Me despegue un poco para mirarle, para ello debía inclinar un poco la cabeza hacía arriba ya que el era muy alto y yo toda una minion.

Mamá sale de la habitación porque el timbre de la casa suena, y baja las escaleras para abrir la puerta. ¿Quien será?

—Gracias...— trato de darle un beso en la mejilla a Alex pero este, sin verlo venir, mueve levemente la cabeza, haciendo que mi beso se desviará y en vez de depositarlo en su mejilla, un fugas beso se encontró en los labios de Alex.—Lo siento Alex, moviste la cabeza.

—No pasa nada, hermanita...— su mandíbula estaba tensa.

Y se va de la habitación, no hay nada de malo, somos hermanos, no pasa nada ¿No es así? En cuanto me de un baño y me cambie de ropa iré a hablar con el a su habitación.

Tomo una toalla y me dirijo al baño, me despojo de toda la ropa y me miro en el espejo. Completamente desnuda, me miraba y me daba miedo, porque...ya conocía lo que era tener una intimidad, y daba miedo...que...el monstruo de mi padre, en cualquier momento... Me...no se, haría algo...Después de saber que el se encuentra aquí, cerca de nosotros, me da miedo. Pero por ahora, no le diré nada a mamá o a Alex, no quiero preocuparles.

Apartando esos pensamientos, me meto en la bañera, que estaba llena de agua y burbujas, parece que mamá ya la había preparado para mi. Me siento lentamente y cierro los ojos, necesito despejar la mente. Johnny me trajo, eso es seguro, por lo que mi mamá lo debió conocer anoche, seguro me dijo que me tomara el día hoy.

Luego de un tranquilizante baño, voy a mi armario y tomo una falda negra corta, ya que estaría el día entero en casa hoy, y tomo una blusa blanca corta, junto a unas sandalias blancas. Me recojo el cabello en una coleta alta y me dirijo a la habitación de Alex para hablar con el.

—Alex, ¿Puedo entrar?

—Claro, pasa— responde.

Al entrar, me encuentro a Alex acostado en la cama, al verme se sienta de golpe.

—Oye sigue acostado— y me abalanzo encima de el para que se acostara, el no dice nada, pues sabe que me gusta jugar mucho con el.

—¿Me querías decir algo?

—Anda no seas amargado,
  ¿Me veo mal con esta ropa?— saco tema de conversación.

—Para nada...— murmura.

—Bueno, quería hablarte sobre el beso...en mi habitación. — tomo una gran bocanada de aire y continuo.— Entre hermanos no esta mal, a ver, lo que trato de decir es que, perdón, si no quieres tanta cercanía de mi parte lo entiendo, soy muy empalagosa.— me río por lo bajo— perdón.

—Como dije, no pasa nada hermanita...

Y me abraza, los dos abrazados como si no hubiese pasado nada. Así me gusta, pelear, hacer cosas malas y aún así querernos como tontos.

—¡Hija! ¡Es Amanda! baja.— gritaba mamá a toda voz.

—Nos vemos después hermanito, voy a ver que quiere esa loquilla.— de digo.

—Esta bien.

Al bajar, me encuentro a Amanda llorando en los brazos de mi madre. ¿Que le habrá pasado?

—¿Que te pasa Amanda?¿Te sientes mal?— y entonces lloró más — no me asustes, ¿que pasa?

—H-han....asesi-na...do, asesinado a mis padres.

Imposible.

.
.
.
.

Capítulo editado ✅

Chico Bueno Chico Malo ©Where stories live. Discover now