Extra

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Este extra está completamente unido a la historia, sólo que es un poco innecesario, pues sólo es para divertirnos más y para saber como les va la vida a estos loquillos ;)

Hay ecenitas turbias, sólo avisooooooooo :\3


Johnny estaba en la habitación para huéspedes, pues desde la noche anterior habíamos peleado. Últimamente mi relación con él estaba muy mal, pues, sólo lo veía los fines de semana ya que se la pasaba trabajando.

Y pues...me había unido más a mi otro marido, Alex. El estaba todas las tardes conmigo, compartíamos momentos muy agradables, íbamos al cine, a cenar en restaurantes, pasábamos las noches juntos...

La cosa es que ahora mismo estaba en mi habitación junto a Alex que estaba completamente dormido. Yo no podía dormir, no sabiendo que mi otro marido estaba enojado conmigo y dormía en una habitación diferente a la mía.

Con cuidado de no despertar a Alex, me levante lentamente de la cama y me dirigí a la habitación donde se encontraba Johnny. A simple vista parecía estar hundido en un profundo sueño, pero yo sabia que no era así. Estaba despierto, pensando en lo separados que estábamos, lo sabía, lo sentía.

Con sumo cuidado me acosté a su lado en la cama y le toqué el hombro. Sus brazos desnudos no se movieron, pero podía sentir que estaba despierto, sólo no quería hablar conmigo.

—Johnny, ¿Estas despierto?— le pregunto con voz suave.

—Sabes bien que si...— respondió casi al instante.

De un momento a otro su cuerpo de posó encima de mí, casi me había olvidado de lo bien que se sentía que su marcado pecho lleno de tatuajes rozara el mío. Su rostro estaba unos centímetros más arriba, su cuello estaba justo frente de mí.

Me acerqué un poco y con mi nariz lo rocé, luego deposité un pequeño y húmedo beso en él, pude sentir como se le tensaban los músculos y apretaba su mandíbula.

—Melany...— su voz sonaba como una advertencia, ronca y baja.

Empiezo a depositar pequeños besos en su cuello, pero éste se aparta. Todo su cuerpo estaba rígido, podía sentirlo. Estaba enojado pero se que me necesitaba, lo quería, lo deseaba. Se que era eso lo que sentía, lo conocía.

Él estaba acostado boca arriba, sus lindos ojos tenían un toque de profundidad, de extrañeza esa noche, y me volvía loca que no me miraran.

El sentimiento de extrañar su cuerpo me inundó, extrañaba su aroma, sus roces, sus besos, sus labios, sus manos, todo su cuerpo. Me giré hacia él y me senté en su regazo, éste se puso más rígido aún. Su mirada profunda se clavo en mis pechos, sólo con eso había logrado que mi piel se pusiera de gallina y las mariposas traviesas de mi estómago revolotearon.

—Te he extrañado...— empecé — tus caricias, tus besos, joder Johnny, esto es una tortura. No sabes lo mucho que extraño que me mires y sonrías, no sabes lo mucho que extraño bañarnos juntos en la bañera y contar como nos ha ido el día. Y sí, amo a Alex y me he unido más a él en estos últimos días, pero, eso no quiere decir que no te ame, y que no te extrañe, por que lo hago más de lo que te imaginas. Joder, lo hago las putas veinticuatro horas del maldito día.

Chico Bueno Chico Malo ©Место, где живут истории. Откройте их для себя