Capítulo 29- Decisiones dolorosas

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—¡Qué hermoso es este lugar…! —dijo Jin GuangYao, recorriendo con la vista, admirado, la residencia de la secta WeiLan. En esa zona el clima era mucho más benévolo que en Descanso en las Nubes, y había hermosos jardines, con flores que perfumaban el aire. El líder de la secta Jin notó una gran diferencia entre WeiLan y GusuLan.

—Dime, Lan WangJi, ¿tienes muchas reglas en tu secta? —preguntó.

—Las necesarias, LianFang Zun. Pero mi gente goza de bastante libertad. Sólo les pido que honren a WeiLan y que sean disciplinados en su cultivo.

—Excelente. Y dime, ¿cómo se está portando mi medio hermano?

—¿Mo XuanYu…? —Lan WangJi lo miró, extrañado por su repentino interés en su alma gemela—. Bien, bien…

—Por desgracia, cuando mi padre lo echó de la secta Jin, se volvió loco. Tengo entendido que los Mo no fueron muy buenos con él.

—No, no lo fueron.

—Y ahora, ¿cómo está?

—Más tranquilo, LianFang Zun —WangJi no tenía idea de a dónde intentaba llegar Jin GuangYao—. Aquí nadie lo molesta.

—Me gustaría verlo, si me lo permites. Yo sé que hizo cosas inapropiadas, pero no creo que lo haya hecho con intención. Aparte se portó muy bien en la conferencia de cultivadores. ¿Está aquí?

Lan WangJi apretó los dedos debajo de sus mangas hasta que sus nudillos se pusieron blancos pero, sin expresión alguna en el rostro, llamó a su ayudante y le pidió que buscara a Mo XuanYu. Un rato después, Wei Wuxian llegó a la carrera, con una amplia sonrisa y su hanfu negro lleno de pasto y pelos blancos:

 —¡Perdón por mi apariencia, Su Excelencia! Vine a saludarlo primero; es que estaba destripando un par de conejos para la cena. —Al ver la cara de horror de Lan WangJi, Wei Wuxian casi soltó una carcajada—. ¡Enseguida me cambio de ropa y vuelvo! —Lan SiZhui, que venía atrás de Wuxian, tranquilizó a su padre haciéndole una seña negativa con la cabeza: sus amados conejos estaban vivos y sanos.

—En verdad parece estar feliz en tu secta, WangJi, y te lo agradezco mucho. —Jin GuangYao le hizo una pequeña reverencia—. ¿Sabes? Tengo la intención de llevármelo a la secta Jin, a donde pertenece, si no te molesta…

La frase tomó a Lan WangJi por sorpresa y lo alarmó. Se calmó al pensar que nadie podía obligar a Mo XuanYu a abandonar WeiLan, si no deseaba hacerlo. Ni siquiera Su Excelencia podía imponer su voluntad sobre él.

—Hay que ver si quiere… —le respondió, con la voz un poco ronca. Luego se dio cuenta de que había sonado algo agresivo y trató de corregirse—. Lo mejor será preguntarle. Si lo desea, puede irse cuando quiera.

—Te lo agradezco de nuevo, WangJi… 

Wei Wuxian se presentó ante los líderes de secta, muy limpio y con su uniforme de WeiLan. 

—Hermano XuanYu… —El cariñoso apelativo dicho por Jin GuangYao sorprendió a Wuxian, que miró a Lan Zhan, más confundido aún por su expresión sombría—, estuve hablando con WangJi, porque deseo que vuelvas a vivir en la residencia de la secta Jin, a donde perteneces. 

—¿La secta… Jin…? —balbuceó Wuxian.

—No tienes que responderme enseguida, hermano, —La sonrisa de Jin GuangYao era amplia, y hasta tierna—, pero quiero que sepas que ahora las cosas van a ser diferentes: no dejaré que nadie te intimide, y me encargaré personalmente de tu cultivación. También quiero darte el apellido de nuestra familia…

—El… apellido Jin… —Wei Wuxian trató de pensar en cómo se hubiese sentido el verdadero Mo XuanYu si el gran sueño de su vida se hubiera hecho realidad, y fingió emoción—. Gracias, Su Excelencia…

—No. Para tí soy A Yao, tu hermano.

                          ***                  

Esa noche, WangJi y Wuxian, que aún estaban sorprendidos por el repentino giro de los acontecimientos, no podían dormir y se pusieron a conversar:

—¿Qué diablos se traerá entre manos? —Wei Ying estaba seguro de que los planes de Jin GuangYao no eran nada buenos, pero no entendía el motivo de su repentino interés por sumarlo a la secta Jin: Mo XuanYu no era importante en el mundo de la cultivación.

—No lo sé… —WangJi tenía un mal presentimiento: de GuangYao no se podía esperar nada bueno.

—Mo XuanYu no le sirve para nada; no entiendo para qué lo quiere…

Todo era muy extraño: a Jin GuangYao no le faltaban seguidores ni cultivadores en su secta; tal vez sí familiares, porque el único que le quedaba era su sobrino, Jin Lin. 

—¿Será eso? 

—Puede ser. Tal vez quiera aliados dentro de su familia. Pero solo hay una forma de saberlo, Lan Zhan.

—¿Cuál?

—Aceptar su oferta.

—¡No, eso no! —WangJi casi saltó de la cama, espantado ante la frase de su alma gemela—. ¡No voy a permitir que te arriesgues!

—Lan Zhan… —Wei Wuxian se acercó más a él, mientras tomaba sus manos—. ¡Entiende! Si logro entrar a la secta Jin podré encontrar a la persona de la cual Mo XuanYu deseaba vengarse…

A pesar de sus ruegos y razones, Lan Zhan no pudo convencerlo: unos días después, en contra de la opinión de su alma gemela, Wuxian se despidió con dolor de la secta WeiLan.

—Esto es un error, Wei Ying. No podré protegerte… —Lan WangJi estaba tan disgustado que se negó a soltarlo.

—Suéltame, Lan Zhan —Reprimiendo su angustia, Wei Wuxian se apartó de él—. No va a ser para siempre. Cuando descubra al último causante de la maldición de los cortes, volveremos a estar juntos...

                           ***

Unas semanas después, Jin GuangYao hizo una gran reunión en su residencia. Todos estaban allí: los líderes de las sectas más importantes y los de las menores, llenos de curiosidad.  Cuando Su Excelencia apareció, detrás de él había dos personas: su sobrino, Jin Lin, y alguien que al principio nadie reconoció, vestido con el hanfu color oro y la peonía bordada en el pecho, emblema de los Jin. Lan WangJi lo observó a la distancia: parecía un poco más delgado, pero se veía muy atractivo.

—Queridos amigos —anunció Jin GuangYao—, los he reunido hoy para anunciarles mi decisión de traer a la secta a mi querido hermano Mo XuanYu… —Wei Wuxian, con estudiada soberbia, se adelantó y miró a los asombrados líderes de secta, mientras el líder seguía hablando—, que a partir de hoy se llamará Jin XuanYu.

Negro sobre blanco (Mo Dao Zu Shi)Where stories live. Discover now