Capítulo 38- La cabeza de Nie MingJue

238 41 0
                                    

Nervioso, Lan WangJi estaba parado junto a  la puerta de la habitación de la secta Jin, esperando  al muñeco de papel que, movido por la cognición espiritual de Wei Wuxian, había salido de aquí muchas horas antes.

El menor, sentado en el piso, parecía dormir. Pero WangJi sabía que si por alguna razón el pequeño y frágil hombre de papel no lograba regresar con ellos, su alma gemela jamás volvería a despertarse.

Después de un rato, por fin lo vio venir: algo maltrecho y sucio, caminaba con lentitud. WangJi se apresuró a tomarlo con delicadeza y devolver la cognición espiritual a Wuxian, que se despertó tosiendo, con cara de dolor:

—¡Me descubrió! Jin GuangYao estaba en su habitación secreta y quiso atraparme…

—Lo que hiciste fue una locura, Wei Ying… ¡Podría haberte asesinado!

—Si, pero descubrí unas cuantas cosas. Y creo que ahora sé qué es lo que está tramando Nie Huaisang.

                      ***

La habitación secreta de Jin GuangYao, disimulada en su salón principal, al costado de una de las paredes, y con su entrada protegida por un hechizo, contenía un montón de tesoros: trofeos de batallas, acumulados por él y por los anteriores líderes de secta. Entre todas esas cosas se destacaban dos: SuiBian, la espada del cultivador Wei Wuxian y, muy bien escondida y cubierta por varios hechizos supresores, la cabeza de Nie MingJue.

El anterior líder de la secta Nie, hermano de sangre de Huaisang y hermano jurado de Jin GuangYao y Lan XiChen, había muerto de una forma que era bastante común en su secta. Todos eran personas de gran fuerza pero con una furia que tendía a desatarse y salirse de control con facilidad. XiChen solía tocar Canción de Claridad para él, como una forma de ayudarlo a controlar su ira, aunque eso no había evitado que tuviera un percance durante un entrenamiento y sufriera una muerte terrible.

—¿La cabeza de Nie MingJue? —preguntó Lan WangJi, sorprendido. Los trozos del cuerpo del anterior líder de la secta Nie habían aparecido en distintos lugares, cargados de energía resentida, y él sabía que su hermano se había tenido que encargar de suprimirlo cada vez, desde la primera aparición de un brazo en la residencia de la familia Mo, cuando renació Wei Ying. Después, con sus juniors, lo había rastreado por el mundo de la cultivación hasta encontrar todo menos la cabeza. El cuerpo ahora estaba en la secta Nie, controlado por hechizos de supresión para evitar que actuara como un cadáver furioso y arremetiera contra todos, pero su hermano se negaba a sepultarlo incompleto.

—Sí, y pude conectarme a ella con Empatía y hacer algunos descubrimientos… —Wuxian usaba esa técnica, que consistía en unirse a lo que restaba de cognición espiritual en los muertos, para ver sus recuerdos:

Nie MingJue sospechaba que Jin GuangYao no era la persona humilde y sacrificada que quería hacer ver a los demás: había sido su asistente en su juventud, y así el líder de QinGhe Nie había descubierto su inteligencia y su valía.

Pero el muchacho tenía un defecto: era rencoroso y vengativo, y había asesinado a uno de sus generales, hombre que no lo obedecía cada vez que le pedía algo, y que lo había insultado al nombrar a su madre, una reconocida prostituta a la que Jin GuangShan, su padre, había embarazado y luego abandonado.

Lan XiChen no creía en las cosas que le decía Nie MingJue, y defendía a GuangYao porque creía que era un buen chico, incomprendido por los demás. Jin GuangYao lo había manipulado a su antojo: había logrado que le enseñara a tocar Canción de Claridad. MingJue no sabía la causa, pero cuando el líder de la secta Lan la tocaba, él se sentía en paz,  pero cuando la tocaba Jin GuangYao, parecía descontrolarse aún más.

—¿Nie MingJue te dijo todo eso? —WangJi escuchaba con atención a Wuxian, que le contaba todo lo que había averiguado.

—Sí. Pude conectarme con el resto de su cognición espiritual, y descubrí todas esas cosas. Pero si no voy rápido a la habitación secreta, Jin GuangYao esconderá la cabeza en otro lugar, y no podré probar nada.

—Está bien. Iré contigo.

—¡No, Lan Zhan! —Wuxian trató de detener a su alma gemela, que ya había tomado su espada—. Tú no puedes involucrarte en esto. Yo no tengo nada que perder, pero si descubren que tú me estás ayudando, WeiLan sufrirá las consecuencias…

—No voy a dejarte solo.

Wei Wuxian suspiró: lo último que deseaba era causar el desprestigio de su alma gemela, después de lo que le había costado recuperarlo. Si lo llegaban a ver otra vez con él, confirmando que Lan WangJi era, en efecto, el cómplice del Cultivador Demoníaco, todo iba a ser peor:  WeiLan podría ser diezmada como lo había sido QiShan Wen.

Y había otro problema: WangJi también deseaba recuperar a SuiBian, su espada espiritual. Nunca había podido entender por qué la había abandonado por Chenqing, una flauta espiritual poderosa, pero cargada de energía resentida.

Chenqing también se había perdido, probablemente destruida después de su muerte. Pero lo que Lan Zhan no sabía, y Wei Ying jamás pensaba decirle, era que había una razón muy poderosa por la cual él no quería volver a usar a SuiBian.

Negro sobre blanco (Mo Dao Zu Shi)Where stories live. Discover now