Capítulo 39- Sangre

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Wei Wuxian quería ir lo más pronto posible al salón secreto de la secta Jin, para buscar la cabeza de Nie MingJue y probarle al mundo de la cultivación qué clase de persona era Jin GuangYao. Nadie iba a creerle si no aparecía esa prueba. 

No tenía demasiadas esperanzas de limpiar su nombre y, con desazón, se dio cuenta de que si no abandonaba a Lan Zhan, lo iba a arrastrar con él en su caída. Pero el líder de WeiLan no escuchó razones: estaba dispuesto a seguirlo a donde fuera, aún a costa de perder su propio prestigio y provocar la destrucción de su secta.

—Vamos a tratar de escabullirnos y entrar al salón secreto, Lan Zhan. Pero prométeme que si aparece alguien, por lo menos te esconderás para que no te vean conmigo.

—Ya te dije que no voy a dejarte solo.

—Pero, ¡Lan Zhan! —Wei Wuxian ya no podía razonar con él. Decidido, el líder de WeiLan tomó su mano y salió del sucio cuarto, sin atender a sus protestas.

                          ***

El salón principal, en donde el líder de la secta Jin recibía a sus visitas oficiales, estaba vacío. En sus paredes no se notaba nada extraño, pero Wei Wuxian lanzó un hechizo contra una de ellas, que se transformó en una entrada cubierta por una barrera de energía.

—Ven, Lan Zhan —Tomados de la mano, entraron a la habitación secreta.

El lugar era enorme, lleno de estantes y algunos pedestales en donde se exhibían los trofeos de las batallas y los saqueos de la secta Jin, tan prominente como cruel a la hora de acabar con sus enemigos y llevarse sus tesoros. En uno de esos pedestales, casi como un objeto central de la colección, se hallaba SuiBian, sellada desde la muerte de Wuxian.

—Debemos llevarla con nosotros —dijo WangJi—. Es tu espada espiritual, y no merece estar en este lugar.

Wei Wuxian ni siquiera la miró: se fue directo al lugar en donde había visto la cabeza de Nie MingJue, y descubrió que ya no estaba allí.

—¡Ese maldito de Jin GuangYao! —exclamó—. ¡Ya la escondió en otra parte!

—¿Qué es lo que escondí en otra parte, hermano Jin XuanYu? —El líder de la secta Jin había entrado al salón, en silencio y sin que ellos lo advirtieran. 

Por desgracia, no estaba solo: Lan XiChen, Nie Huaisang y varios subordinados de la secta Jin también habían entrado por la puerta secreta, invitados por el líder. 

XiChen miró a su hermano con una expresión de terror: WangJi junto a Wei Wuxian era la prueba que el mundo de la cultivación necesitaba para perseguirlo y aniquilarlo junto con el Cultivador Demoníaco. 

—Hermano GuangYao… —Wei Wuxian siguió con la ironía —¡Aquí tienes muchos tesoros…!

—Sí, es verdad… —le respondió el líder de la secta Jin, mientras se acercaba con lentitud hacia él. Lan WangJi se puso alerta—. Voy a mostrarte a ti y a los líderes de secta mi mayor tesoro —De uno de los estantes, sacó un puñal corto y de doble filo, que tenía un brillo extraordinario en sus hojas. Observó lo que reflejaba, con una sonrisa—. Este puñal mágico tiene una extraña habilidad: cuando uno se mira en el reflejo de su hoja, le devuelve las imágenes de los espíritus de los que fueron asesinados por él. Sí yo te matara con este puñal, Patriarca de Yiling, jamás podrías renacer, como lo hiciste en el cuerpo de mi pobre hermano…

Todos a la vez, los subordinados de Jin GuangYao alzaron sus espadas apuntando hacia Wei Wuxian. Con un movimiento rápido, Lan WangJi se les interpuso para protegerlo.

Negro sobre blanco (Mo Dao Zu Shi)Where stories live. Discover now