Una relación falsa (IronStrange AU)

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—¿Estás seguro que esto funcionará?—preguntó dedutativo una vez fuera de la cafetería.

—No te preocupes, será algo fácil... ¡No es la gran cosa! No te agobies que no haremos nada que rebase los límites. Seremos novios de manita sudada—esclareció.

—Ni siquiera somos amigos, apenas si hablamos.

—Bueno, velo como una oportunidad de conocernos más—dijo despreocupado mordiendo la dona que no se termino.

—De acuerdo, Stark—concordó decidido a dejar de darle vueltas al asunto.

—¡Oye! Si quieres que esto funcione y nadie sospeche, debes empezar a llamarme por mi nombre.

—Ok, Anthony.

—Nooo, así no—negó un poco irritado, detesta que lo llamen así.

—Sí, ya sé, Tony, solo te estoy jodiendo un poco—expresó sonriendo juguetón.

—Bien, gatito.

—No, no y no—empezó a negar alarmado—. Primera regla, nada de motes cursis. Stephen esta bien.

—Ya sé, Stephen, solo te estoy jodiendo un poco—contradijo burlón y el susodicho, en respuesta, rodó los ojos—, aunque déjame decirte que llamarnos por motes cursis haría más creíble el asunto.

—Quizás, pero... gatito es demasiado bobo.

—Ok, nos vemos mañana, novio...

—...falso—completó.

—No lo digas en voz alta.

Stephen se despidió y volvió a casa sin creer que haya aceptado la ridícula propuesta de Tony Stark.

El omega no perdió el tiempo y lo primero que hizo fue poner en marcha su plan y buscar a su nuevo "novio", llevando consigo una pila de libros. No tardo en ubicar al muchacho cerca de su casillero.

—¡Stephen!—llamó repentinamente logrando sacarle un buen susto.

El aludido estaba buscando un libro entre su casillero, por lo que termino golpeándose la cabeza por el repentino llamado, no estaba acostumbrado a que lo llamarán de esa manera.

—Auch—se quejó frotándose la cabeza mirando de mala gana a su contrario.

—¿Cómo estás?

—Dolorido.

—Ya ya, no seas un bebé llorón—mencionó acercándole sus libros.

El alfa, sin comprender, solo miró extrañado la pila de libros.

—En mi casillero no caben tus libros—replico desganado.

—Tontito, tienes que cargarlos y ayudarme a llevarlos hasta mi casillero.

—Mmmh... ¿Soy tu novio o tu esclavo?—repuso recibiendo la pila de libros después de haber cerrado su propio casillero.

—Si vamos a ser novios hay que parecerlo—susurró discretamente—. Vamos.

Lo acompaño hasta su casillero, donde Tony comenzó a acomodar sus libros. Una vez que acabo, Stephen se disponía a dirigirse a su próxima clase.

—Hey, ¿adónde crees que vas? Tienes que acompañarme a mi salón—dijo entregándole un par libros para que lo ayudará a cargarlos.

—Oh no, ahora también soy tu niñero—murmuró siguiéndolo. Rápidamente logro distinguir algunas miradas incrédulas sobre ellos.

—Nos vemos más tarde—advirtió Tony al llegar a su salón.