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Tony aparco su coche al llegar a casa de Bruce. Ambos chicos descendieron del auto para ingresar a la casa de este último y hacer su proyecto de ciencias juntos.

Se instalaron en su habitación y después de un rato de arduo trabajo se dieron un descanso.

—Así que... Strange y tú—abordó el tema tímidamente—. ¿Por qué no nos dijiste?

—Bueno, pensé que era obvio lo que esta pasando entre él y yo—contestó engreído.

—Mmmh, la verdad, en un principio creímos que solo eran amigos, nunca imaginamos que después de tu relación con Steve fueras a involucrarte con alguien más—admitió.

—¿Qué esperaban? ¿Que le llorara eternamente? ¿Que le rogara? ¿Que le guardara fidelidad por siempre?

—No precisamente, pero... nos parece muy pronto.

—La vida es muy corta como para estar deprimido.

—Te voy a ser honesto, los demás tienen sus dudas. Sobre todo Nat.

—¿Qué? ¿De qué demonios hablas?

—Nat dice que lo tuyo con Strange es pura mentira.

—Ah, eso dice. Bien, les demostrare que no es ninguna mentira—dijo determinado en realizar la mejor actuación de su vida.



Estudió el terreno antes de hacer su movimiento. Por el rabillo del ojo se dio cuenta que Steve y compañía se encuentran ahí en la habitual mesa que suelen ocupar y a Stephen, para su suerte, solo. Es el momento perfecto. Decidido y con una sonrisa autosuficiente, camino hasta llegar a Stephen. Cuando estuvo detrás de él lo sorprendió, colocando ambas manos sobre sus ojos.

—¿Quién soy?—susurró muy cerca de su oído.

—Tony, ¿qué haces?—contradijo alarmado y un poco nervioso, alejándose toscamente, el acercamiento, su aroma y sentir su cálido aliento cerca de su oído consiguió alterarlo y erizarle la piel.

El omega no respondió nada y, acto seguido, deposito un sonoro beso en su mejilla, desconcertando al otro chico. Luego tomo asiento a su lado y de su mochila saco una peculiar caja forrada en papel azul marino, su color favorito observó Stephen, quien tomo el obsequio vacilante cuando Tony se lo acerco.

—¿Qué es esto?—preguntó confundido.

—Un regalo, obvio.

—¿Por qué?

—Deja de hacer preguntas y solo ábrelo—musitó después de rodar los ojos.

—Ok...—asintió torpemente al sentir varias miradas sobre él y trato de seguir la corriente—. Muy bien, vamos a ver que hay por aquí—canturreó medio falso.

Desenvolvió el papel sin mucho ánimo y con una sonrisa fingida, esperando encontrarse con una cursi caja de chocolates o algo por el estilo, pero lo que halló una vez que rompió el papel era lo último que esperaba ver.

—Tony—pronunció su nombre y lo miro a los ojos genuinamente sorprendido.

—¿Te gusto?

—Es demasiado—murmuró perplejo contemplando la portada de aquel costoso libro de medicina.

—Tonterías—replico indiferente, robándole un pedazo de manzana de su almuerzo.

—Ehm... yo no te traje nada—susurró con la mirada baja.

Una relación falsa (IronStrange AU)Where stories live. Discover now