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Tony lo vio alejarse, lamentando su suerte, sin ninguna idea de cómo retenerlo o qué hacer para que lo escuche. Simplemente todos sus intento salen mal por una u otra razón. Y esta vez parecía que Stephen estaba dispuesto a hablar con él, pero al verlo acompañado cambio de opinión. Quiere golpear su cabeza contra el casillero de la pura frustración que siente.

Volvió a su casillero sobándose el pecho, ya no sabe si le duele por el impacto del libro o por el marcado desdén de Stephen. Unas ganas de llorar lo invadieron, pero se abstuvo de hacerlo al ver a Yon Rogg todavía cerca de su casillero.

—¿Por qué sigues aquí?—cuestionó Tony molesto.

—Tranquilo. Escucha, Loki me dijo que ahora no estás saliendo con nadie y que estás buscando...

—¿Cómo le crees a Loki que es bien conocido por sus mentiras? ¡No quiero salir contigo!—lo interrumpió hoscamente.

—Bueno, al menos acéptame esto—le tendió el ramo.

—Yo no lo quiero, ¿qué no entiendes?—repuso irritado y cansado.

—¿Y qué se supone que voy a hacer con esto?

—Ese es tu problema, yo no te pedí nada. Desde el viernes he estado ignorando tus mensajes, ¿qué? ¿Eso no es muestra clara de que no me interesas?

—Claro, porque al parecer sigues interesado todavía en Stephen Strange. Fuiste como un perro tras él en cuanto apareció—espetó Yon con malicia—. No sé qué le ves a ese bicho raro e insípido.

Tony, harto, tomo su botella de agua, abrió la tapa y se la arrojo al rostro. La cara que hizo fue hilarante y el omega no podía estar más satisfecho.

—¡Vete al infierno!—clamó Rogg enfurecido, por fin, marchándose.


Stephen se marcho acelerado y molesto, sintiéndose otra vez un tonto por haberse hecho ideas equivocadas. No comprende nada, ¿qué rayos pretende Tony? ¿Cabrearlo? ¿Provocarlo? ¿Ponerlo celoso? No tiene idea, pero espera habérselo quitado de encima.

Su humor empeoro al encontrarse al molesto de Nicodemus West, quien tiene una sonrisa de oreja a oreja, luciendo bastante complacido.

—¿Qué creíste? ¿Qué eras especial?—se burló.

Oh, no, ese tonto se dio cuenta. ¿Este día podía ser más horrible? Lo peor es que un momento si lo considero, por un instante se sintió especial.

—Te dije que solo eres uno más en su interminable lista de amantes—añadió complacido con una sonrisa ancha.

Strange tenía unas cuantiosas ganas de borrarle esa estúpida sonrisa con un golpe, pero en cambio decidió ignorarlo y no caer en sus provocaciones.



Durante el descanso le platicó a Bruce lo sucedido.

—¿Por qué me pasa esto a mi?—expresó quejumbroso—. Stephen parecía muy conmocionado de verme con él, ¡ese tipo arruino todo! Me preguntó que tan diferente hubieran sido las cosas si me hubiera encontrado solo.

—Bueno, vele el lado bueno.

—¡¿Cuál es el lado bueno?!

—Al menos podemos confirmar que a Stephen le gustas. Sus celos son un indicativo. ¿Por qué estaría celoso sino sintiera algo por ti?

—No me digas eso que me emociono.

—¿Qué vas a hacer ahora?

—No lo sé, Stephen simplemente no quiere escucharme.

Una relación falsa (IronStrange AU)Where stories live. Discover now