Una relación falsa (IronStrange AU)

10

—¿Te vas a quedar ahí parado como un tonto todo el día?—preguntó alguien tan repentinamente, sacándole un buen susto.

—¡¿Y tú de dónde carajos saliste?!—vociferó realmente asustado, ese chico lo tomo con la guardia baja.

—De la casa. Vas a ver, te voy a acusar.

—¿Por qué?

—Primero, por decir malas palabras y, segundo, le voy a decir a mamá que tienes novio.

—¡No! Tú no vas a decir nada.

—Sí, voy a hablar, ¡mamá!—gritó saliendo disparado hacia la casa.

—¡Víctor, ven acá!—exclamó corriendo rápido detrás suyo para alcanzarlo y convencerlo de no decir nada—. ¡Cierra la boca!

En el interior de la casa consiguió atraparlo y taparle la boca, sin embargo, su madre salió de la cocina arrugando el ceño al ver como su hijo mayor tiene a su hermano.

—Stephen, deja a tu hermano—ordenó y no tuvo más que opción que obedecer.

—¡Mamá, Stephen tiene novio!—vociferó tan pronto su hermano alejo la mano de su boca.

—¿Qué? ¿Por qué no nos habías dicho?—repuso entre sorprendida y entusiasmada.

—Porque no tengo novio—aclaró.

—Yo lo vi con un chico—insistió el menor de los Strange.

—No es mi novio, solo es un amigo—alegó un poco irritado.

—No es cierto, yo lo vi besarse con él—contradijo el chico enseguida—. En la boca. Con todo y lengua.

—¿Ahora te besas con tus amigos?—cuestionó su madre en una actitud relajada.

—¿Qué? ¡No!—esclareció algo alterado.

—¿Es una nueva moda de la que no estoy enterada?

—No.

—¡¿También te besas con Wong?!—inquirió Víctor con curiosidad.

—¡Noo!

—¿Solo sabes decir no?

—¡No! ¡Ay, ya cállate, Víctor!—gritó cansado de las intervenciones de su hermano.

—Hijo, solo te voy a decir una cosa: no juegues con los sentimientos de los demás.

—Mamá, ya te dije que solo es un amigo—mintió, no necesita que su madre se entere de su relación sin futuro.

—De cualquier manera, si es tu amigo, ¿por qué no lo invitaste a pasar?

—Tony es una persona muy ocupada. No tiene tiempo.

—Ay, ajá, pero si tuvo tiempo de traerte a casa—intervino el menor nuevamente.

—Stephen si ese chico tuvo la consideración de traerte, tú debiste tener la consideración de invitarlo a pasar.

—Sí, mamá. Eh... Voy a mi cuarto, tengo mucha tarea—escapó lo más rápido que pudo de los comentarios de su madre, ya no quiere seguir lidiando con el tema.

Sumergido en su habitación trata de hacer su tarea, sin éxito alguno. En todo el rato que lleva intentándolo solo ha podido leer una página de su libro. No logra concentrarse, todos sus pensamientos convergen en Tony, ese chico se ha anclado en su mente y entiende que la razón de ello es por la convivencia que han tenido últimamente, las constantes miradas que intercambiaron una y otra vez en la cafetería y por el inesperado beso que le dio antes de partir. Al escudriñar en el porqué de ese beso y el efecto que ese roce provoco en su persona, solo lo lleva a hallar más preguntas que respuestas, siendo incapaz de dejar de pensar en ello.