12.

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Cómo todos los domingos, JungKook y Jimin harían una pijamada. El pelinegro alistaba su maleta mientras escuchaba los gritos de su madre pidiéndole que se apure.

Algo que caracterizaba a Jeon Somi era la puntualidad, algo que su hijo menor no heredó de ella.

Eran las 7:30 de la noche, se suponía que iría a cada de los Kim a las 7. Por otro lado Rosé, quien recogería a JungKook, apenas hiba llegando. Tan impuntual como siempre.

— hola tía — Jimin se paró de puntillas para besar la mejilla de Somi. — perdón por la tardanza, ya sabes cómo es mamá.

— créeme cariño, ya me acostumbré a que sea así — sonrió mientras acariciaba sus cabellos.

El rubio sonrió al sentir las suaves caricias en su cabello, adoraba cuando Somi lo hacía.

— ¡JUNGKOOK! — gritó la pelinegra asustando a los presentes.

Su hijo bajó casi corriendo las gradas, corrió hacia su tía y besó sus mejillas, luego de se lanzó sobre Jimin, quien apenas pudo sostenerlo, a diferentes de JungKook, Jimin no era nada fuerte.

JungKook besó las mejillas de Jimin y luego fue hacia su madre para también besarla.

— nos vemos mañana — se despidió de ella.

Rosé se acercó a su amiga y besó su mejilla como despedida.

— no olvides que deben llegar temprano a la Universidad — recordó Somi, sabía que Rosé siempre los llevaba tarde.

— no te preocupes, los llevaré antes que habrán la Universidad.



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Al llegar a la casa Park, los chicos corrieron hacia la habitación del rubio y tiraron sus cosas en la cama, luego llegaron a la cocina, tenían mucha hambre.

Al llegar se encontraron a Rosé sonriendo sola en una esquina, mientras la comida se quemaba.

—¡Mamá la comida! — el rubio corrió a apagar la estufa. — ¿Estás bien? — preguntó preocupado — desde hace un par de días estás así.

Rosé negó rápidamente, no se había dado cuenta de su actitud, debía tener cuidado o sería descubierta.

— ¿Que ocultas? — JungKook se acercó a ella, mientras cruzaba sus brazos y elevaba una ceja — últimamente sonríes mucho y suspiras de la nada. ¿Estás saliendo con alguien?

Rosé negó mientras le daba un golpe  en la cabeza, el menor puchereó mientras acariciaba en área golpeada.

— deja se decir tonterías y vayan a sentarse, les serviré la cena.

Cómo niños regañados, ambos chicos se sentaron y esperaron la cena.





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¿Tienen todo listo? — preguntó mientras veía a sus amigos guardar sus cosas

Seokjin asintió, mientras cerraba su maletín.

— todo listo para nuestro primer día de trabajo. Estoy tan emocionado, al fin conoceré al dulce JungKookie

Seokjin y Namjoon habían llegado a Corea hace un par de días. Tuvieron que arreglar algunos papeles para poder empezar a trabajar. Era domingo por la noche así que se preparaban para su primer día en la universidad.

— no te confíes, JungKook puede ser un dolor de cabeza. — sonrió al recordar a su hermano.

— quisiera que estuvieras aquí, ya te extrañamos.

"Mi Único Amor".  [Taekook] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora