Capitulo 8

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 —¿Cómo está la niña más hermosa del planeta?

— Estable Robert, ya eso es bastante.

—Deberías colocarla en el pecho para que ella comience a tener esa conexión contigo, eso la puede ayudar bastante

— sí, lo había olvidado, ahora me doy cuenta de que uno no es objetivo cuando la paciente es tu familiar.

—Ja, ja, ja, eso es cierto, por eso ahora solo serás la madre, yo seré su médico, fueron indicaciones del director.

— está bien, confió en ti

— Ahora eres madre, ¿Qué se siente?

—Es muy loco porque las madres tienen nueve meses para adaptarse, pero yo no tuve ni una hora para eso, así que lo llevaré como pueda, me preocupa mucho mis horarios, pero afortunadamente cuento con mi madre.

—¡Eres afortunada! Yo también te ayudaré cuando pueda... será la princesita del personal

— gracias, Robert, te quiero mucho amigo

— yo también ahora ve a hacer tus rondas mientras yo reviso a mi paciente –le hago caso a mi amigo y voy a trabajar.

******

Cuando termino las consultas voy a la dirección que me dio mi hija, al llegar entro al departamento y me sorprendo. Es pequeño, pero está muy limpio y ordenado, voy a la habitación y veo las cosas de la beba, así que llamó a un vecino que hace viajes para que me ayude. Cargamos todo lo de la bebé y le indico al conserje que la chica murió, para que ellos se encarguen del resto, ya que no pretendo llevarme nada más, solo tome lo de la niña.

Al llegar a casa reviso y me encuentro con las cositas básicas, se nota que la chica no fue muchas veces de compras, pero esto servirá, mientras tanto yo pienso ir a comprarle todo lo que necesite luego.

Mi hija no sabe lo feliz que me ha hecho, tenía mucho tiempo en una rutina, ahora las dos tenemos un motivo por el cual luchar, así que decido darle una sorpresa a mi hija, preparar la casa para la llegada de mi hermosa nieta, quiero que no le falte nada. Escojo la habitación y allí comienzo a planear la decoración, como Kate estará en el hospital me sobra el tiempo para arreglar todo, esto me recuerda cuando estaba embarazada de mi Kate. Esos fueron los momentos más hermosos de nuestras vidas, su padre y yo la amábamos tanto que compramos de todo para recibirla, pero nada nos preparó para el momento de su llegada. Cuando la vimos sentimos esa conexión instantánea y desde ese día ella fue lo más importante en nuestras vidas. Espero que su novio esté feliz con la noticia, aunque debo admitir que el chico no me agrada tanto, pero no puedo interferir en la vida de mi hija, adapto mi agenda, quiero dejar el tiempo suficiente para todos los cambios que haré a la casa.

******

Debo decir que estoy muerta del cansancio, esto de trabajar y estar con la bebé está consumiendo mis energías, ya han pasado quince días desde que me convertí en madre, no ha sido nada fácil... Primero porque no he podido ir a mi casa. Trabajo y cuido la niña, ella ha mejorado, ya reconoce mi voz, su salud también ha mejorado, ya le estamos dando biberón, ha ganado un par de kilos y eso me tiene muy feliz, mi madre viene todos los días a traerme comida y ropa, también para ver a su nieta.

Estuve trabajando duro para desocupar un poco mi agenda, porque cuando salga de aquí quiero dedicarle tiempo a ella, así que ahora no trabajaré como fanática, sino que trataré de respetar los horarios. Ya quiero llevarla a casa, está muy atenta a todo lo que sucede a su alrededor, todos mis colegas le han traído obsequios y me ayudan a cuidarla mientras hago mi trabajo, creo ya le voy tomando el ritmo.

—¿Cómo está la princesita del hospital?

— muy despierta, ya quiere ir a casa

— falta poco, sé que estás ansiosa de tenerla solo para ti, pero aún faltan un par de semanas, quiero que te la lleves sana, así que ve a hacer tus rondas mientras yo la reviso.

Cuando salgo escucho mi nombre por los parlantes, así que corro a urgencias para recibir la emergencia, entré a quirófano por cuatro horas y logré salvar al paciente, eso es algo que me alegra mucho. Salgo a hablar con la familia luego de darles las buenas noticias, me dirijo al cuarto para darme una ducha y luego comer algo antes de ir con mi hermosa hija.

—Doctora Kate, es bueno verla, ¿cómo va la bebe?

— hola, señor director, está muy bien, creo que pronto iremos a casa

—Deberías descansar por lo menos un día, eso te pasará factura en algún momento

— descansaré al tenerla en casa con mi madre

— me tengo que ir dale saludo a tu madre de mi parte.

—Con gusto lo haré—termino de comer y voy a ver a mi hija, al llegar me quedo viendo a Robert el cual tiene a mi hija en brazos mientras le canta una canción de cuna, saco mi teléfono y le tomo una foto, mi amigo es un hombre muy guapo, pero muy tímido así que esto lo guardaré para chantajearlo luego.

—Kate, ¿desde cuándo estás ahí?

—Desde hace un rato, te luce, deberías pensar en tener una hija , ya es hora, le puedes hacer una linda bebé a la doctora de medicina general.

—Kate, haz silencio, te puede escuchar... Recuerda que este lugar es como una tumba pero profanada.

–Ja, ja, ja, ¿cuándo te la vas a declarar o es que acaso esperas que ella lo haga por ti? No deberías perder el tiempo, otro podría adelantarse.

–¡menos mal que eres mi amiga!

— porque soy tu amiga, te lo digo

— tú no puedes hablar mucho, con esa relación que tienes

— eso es cierto amigo. 

EL ITALIANO ( Matteo Esposito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora