EL ITALIANO ( Matteo Esposito)

Capitulo 17

Estoy muerta de cansancio, acabo de salir de una cirugía, pasé seis horas operando a otro paciente que llegó, voy a la cafetería en modo zombi, compro dos capuchinos y camino a la sala de espera. Para ver a la familia del señor Esposito veo a Matteo solo caminando de un lado a otro, le ofrezco el café y él me sonríe.

— Kate, ¡debería ser yo quien te dé café! Tú estás trabajando, en cambio, yo estoy aquí sin hacer nada, esto es tan frustrante, me siento inútil — yo le sonrió para calmarlo

— ¡estás cuidando a tu papá, eso es hacer algo! Es normal que te sientas así porque las únicas personas que pueden hacer algo por tu padre en este momento son los médicos—él se pasa la mano por el cabello, está estresado.

— gracias, ¡si él se muere, no sé cómo seguiría! — Eso me conmueve

—tranquilo, no va a pasar todavía y cuando pase solo aprendes a vivir con eso, pero no morirá, te lo puedo asegurar— cuando Kate dice eso mira al suelo, acerco mi mano y levanto su rostro porque me siento como un imbécil

--- ¡lo siento, no sabía!

— tranquilo, es imposible que lo supieras y eso pasó hace diez años, aunque duele, igual no mueres solo sigues viviendo tratando de superarlo. — la abrazo fuerte, porque sus palabras calaron muy dentro de mi pecho, se siente tan bien, es como si encaja a la perfección en mis brazos, la quisiera proteger, siempre me alejo abrumado por mis pensamientos, ¡ni con mi novia pienso eso!

— Matteo, a tu padre le quedan muchos años si se cuida podrá vivir unos treinta años como mínimo.

— ¿Espero que mi mamá no te cause molestias?

— como crees, son bienvenidos, ¿y sus parejas no viajaron con ustedes?

— ja, ja, ja, ¿parejas? Si mis hermanos te escuchan dejarás de caerles bien, los tres estamos solteros, pero mis padres no pierden oportunidad para pedirnos que nos casemos y las chicas no hacen más que tratar de casarnos.

— ja, ja, ja, me imagino que son unos expertos huyendo de situaciones incómodas

—¡no tienes idea!

— y ¿de niños era igual?

— sí, digamos que el sexo femenino nos persigue, al crecer en una familia de empresarios te conviertes en el blanco de hombres y mujeres que siempre buscan emparentar a su familia por un buen negocio. Así que nuestros padres nos prepararon desde niños para evadir esas cosas. Mi madre es muy humilde y cree mucho en esas cosas del amor y la pareja perfecta, solo por eso no nos compromete a la fuerza, pero creo que a estas alturas ya lo está considerando ja, ja, ja.

—No debe ser fácil lidiar con tantos hombres y menos tratar de llevarlos a un altar, debe ser gracioso ver a tus hermanos huir de las chicas, ¡porque se ve que son bastante coquetos!

— sí, no han perdido la oportunidad de abrazarte si mal, no recuerdo en dos ocasiones

— tranquilo, que seré yo la que huya en esta ocasión, ja, ja, ja, guardaré las distancias para que tu madre no trate de emparentarme con ellos.

— hablando en serio, Kate, ¡no tendría como pagarte todo lo que has hecho por mi padre!

— solo hacía mi trabajo, es más, él ofreció una donación para el hospital, eso le dio puntos extras.

— ja, ja, ja, ya sabía yo que había algo extraño, por eso le ofreciste tu casa a mi madre, dudo que eso lo hagas con todos los pacientes.

— ja, ja, ja, ¡obvio que no! Tu madre es la primera persona que invito a mi casa y si eso lo hice para asegurar el cheque—- él me observa molesto—es broma, tu padre me agrado y sé que ustedes son extranjeros, su hotel está muy retirado. Mira, ¿cómo estás? ¡En pijama y descalzo!

— ja, ja, ja, es cierto, creo que aún no era consciente de mi aspecto y gracias a Dios tenía esto puesto porque yo duermo sin ropa

— ja, ja, ja, te imaginas tu foto en los noticieros, el empresario Matteo Esposito lleva a su padre al hospital en pelotas.

— te juro, que en ese momento no pensé en nada, si traje el auto fue porque el botones me dio la llave, no cargo ni mi identificación.

—eso es más común de lo que imaginas, muchas de las personas que llegan aquí con una emergencia, vienen a medio vestir, a veces algunos no recuerdan ni sus nombres, otras dejan su casa abierta, olvidan hasta a sus hijos y es obvio, nadie está preparado para eso, por algo se llama emergencia. ¿Y cómo crees que llegué al hospital cuando me llamaron? En pijama por eso siempre tengo uniformes aquí y tus hermanos ¿Dónde están?

—los envié al hotel, para que traigan las cosas de nuestro padre y también deben descansar, porque no sabemos cuánto tiempo nuestro padre este aquí.

— eso es cierto, ahora iré a tomar mis cosas para ir a casa, necesito descansar porque me toca volver en algunas horas para ver a tu padre. Tú deberías ir al hotel a descansar un poco, tu madre está en mi casa y cualquier cosa que pase me lo informaran

— está bien, te esperaré para llevarte a tu casa e irme a descansar un poco.

— espérame en el estacionamiento — voy al estacionamiento con una sonrisa, esta mujer, es fascinante, es todo lo que un hombre quiere y más, Pero debo alejar esos pensamientos, es la doctora de mi padre y debe estar como mínimo comprometida con el padre de su hija. Se me había olvidado el tema de la niña, no sé cómo volver a preguntarle sin qué se ofenda o se enoje nuevamente y que le voy a decir, ¡creo que tu hija es mía por el parecido entre ambos! Es capaz de golpearme. Kate viene así que la llevó a su casa, luego me despido y manejo al hotel donde al llegar me duche y caí rendido.