EL ITALIANO ( Matteo Esposito)

Capitulo 26

Llegue a casa súper, agotada física y mentalmente, hoy fue un día muy intenso para mí

— hola, hija que bueno que llegas, quería hablar contigo sobre todo lo que pasó el día de hoy, estoy preocupada por ti— me siento en el mueble, ella se acuesta y coloca su cabeza en mis piernas.

— mamá, estoy abrumada, todo fue tan rápido que ni tuve tiempo de asimilarlo, sé que debo casarme por el bien de mi hija, pero tengo miedo, esto puede terminar muy mal, seremos dos desconocidos jugando a la casita feliz y tenemos a Elisabeth de por medio. Sin contar que debemos mudarnos a Italia, eso me da más miedo, dejar todo, siento que estoy saltando al vacío, promete que irás con nosotras.

— si hija, ustedes son lo único que tengo en el mundo, así que te seguiré a donde tú vayas y debes tomar las cosas con calma, yo estaré junto a ti en todo este proceso, a lo mejor las cosas resultan mejor de lo que piensas ¡debes soltar el pasado, porque tu miedo viene de tu relación anterior! Pero ahora te casarás con el padre de tu hija.

— sí, mamá, pero él tiene una ex muy reciente, siento que estoy ocupando el lugar de otra mujer y eso no me gusta para nada

— deja que las cosas fluyan y si no te agrada vivir con él nos mudáremos solas, ¿te parece?

— si mamá, gracias, por nunca dejarme sola, te amo

— yo más mi princesa, ahora ve a dormir, necesitas descansar— sigo el consejo de mi madre y apenas tocó la almohada, caigo en los brazos de Morfeo.

—¡Buenos días! Hija, ¿cómo amaneciste?

— bien, mamá

— debes levantarte, toma esto te lo trajo Matteo ayer, pero se me olvido dártelo, también trajo la ropa para Eli con accesorios y zapatos — destapo la caja y encuentro un hermoso vestido blanco, sencillo, pero muy elegante con unos tacones de una marca muy cara y reconocida, lo bueno es que este modelo no lo tenía en mi amada colección de zapatos.

— está hermoso, hija, aquí están los accesorios

— mamá, esto debe ser muy costoso

–- Kate te vas a casa con un multimillonario que esperabas, si los accesorios de tu hija son de oro

— ja, ja, ja, ese hombre está realmente loco

— debes arreglarte que estamos sobre la hora

me doy una larga ducha, luego me seque mi cabello, me hice unas ondas, me coloque todo lo que me trajo mi futuro esposo y baje para ir al juzgado y mi madre está lista junto con mi niña que luce más hermosa que nunca.

amaneció y me desperté muy contento, me di una larga ducha, luego me vestí baje y toda mi familia me espera, ellos irán en el auto de mi hermano y yo iré en el mío para buscar a mi futura esposa, llego, estaciono y veo a las mujeres de mi vida salir de la casa.

cuando Matteo llega nos abre la puerta del auto, subimos y nos vamos al juzgado

mi mujer está demasiado hermosa, al llegar tomamos asiento y comienza la ceremonia.

—Señorita Kate Williams Acepta por esposo al señor Matteo Esposito

— ¡acepto!

— señor Matteo, acepta por esposa a la señorita Kate Williams

— ¡acepto! – Tomó la mano de mi esposa y colocó su anillo de matrimonio, luego le acercó la cajita, ella toma el mío y lo coloca en mi dedo, está bastante sorprendida, sé que esto no se lo esperaba.

— los declaro unidos en matrimonio, puede besar a la novia— estoy nerviosa, él toma mi rostro y me besa suavemente, le sigo el beso. El cual en segundos se vuelve más intenso, suenan los aplausos y me alejo de él mirando sus ojos donde tiene una promesa de que esto no termina aquí y yo me estremezco.

debo decir que no quería terminar el beso, pero teníamos público, todos nos felicitan y tomo a mi mujer de la mano para guiarla al auto, al estar todos en sus lugares maneje de vuelta a su casa.

llegamos a casa, mi suegro entra con cuidado, sé que no se siente tan bien, pero él se negaba a faltar a la boda de su hijo, entro y veo todo decorado en el jardín, una mesa de dulce, una torta hermosa, siento como Matteo me abraza por la cintura

Mi mujer está impresionada, así que la abrazo por detrás— ¿Te gustó la sorpresa?

— ¿En qué momento hiciste esto?

— son secretos de tu esposo.— me dice al oído, eso me estremece, pasamos y nos sirve champán, un mesero, hacemos un brindis

— bueno, familia yo quiero brindar por mi esposa que es la mujer más maravillosa y con el corazón más grande y puro que puede existir, gracias por todo lo que has hecho por nuestra hija no me alcanzara la vida para pagártelo, gracias por aceptar ser mi esposa.

— salud—comemos y partimos el pastel, nos llenamos todos de pastel con Elisabeth que no deja a Matteo respirar, definitivamente está enamorada de su padre y él feliz de tomarla en brazos y consentirla.

Tomo a Kate de la cintura y la beso con ganas, ella me responde y en ese momento quisiera llevarla al hotel y darle la noche de bodas que tanto quiero. Pero me separo de ella porque sé que es mi esposa, pero no mi mujer y debo hacer las cosas bien. Ella está sonrojada, mi amor, hay que empezar a seleccionar las cosas que vamos a llevar a Italia y dejar todo listo para irnos en cuando, tú indiques que mi padre puede viajar. No podemos descuidar los viñedos, ella asiente y me despido para ir a la empresa con mis hermanos, mis padres se van a quedar aquí porque Kate quiere mantener a mi padre bajo supervisión.

Mis hermanos me felicitan — Matteo definitivamente, creo que te sacaste la lotería con semejante, mujerón te vamos a entregar este sobre — recibo el sobre con unos documentos donde dice que Elisabeth será heredera universal. Hasta que llegue otro nieto y Kate será su albacea, al igual que a Kate le han cedido el treinta por ciento de las acciones de la empresa porque ella salvo a mi hija y a nuestro padre. Me quedo en shock porque ellos querían un prenupcial con mi novia y con Kate no lo hicimos y hasta la convierten en socia, así que sonrió y los abrazo porque son únicos.

— ya sabemos que somos los mejores hermanos que existe, no es necesario que lo digas.

—Ja, ja, ja, mientras trabajamos me quedo pensando en el momento que podre tener a mi esposa en mis brazos, ya en Italia, dormiremos en la misma habitación, la voy a conquistar todos los días, quiero enamorarla, para luego casarnos por la iglesia porque no quiero otra boda sin amor.

— hermano, Luisa, enloquecerá cuando sepa que te casaste, estás preparado para eso, recuerda que tendrás que lidiar con ella al volver.

— lo había olvidado, por favor, bloquea la tarjeta que le di, no quiero malentendidos con mi mujer.