Capitulo 29

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Cuando salimos de la sala de juntas nos dirigimos a la oficina nuevamente, revisé mi agenda y comencé a mostrarle un poco a mi esposa el manejo del negocio, la estructura y todo lo relacionado con él. Ella estaba fascinada y eso me gustó, me dijo que nunca se había planteado trabajar en otra cosa que no fuera ser doctora. Pero que le agradaba mucho lo que está, lo que le estaba mostrando, así que pasamos cuatro largas horas trabajando, le mostré cuáles son los contratos que debemos aceptar, los que no, qué es lo que podemos firmar y lo que no.

—hermosa vamos a dar un recorrido por la empresa para luego irnos a almorzar.

—está bien cariño– es imposible no responderle con palabras cariñosas a Matteo cuando él en todo momento se dirige a mí con cualquier mote. Estoy impresionada, no me imaginé nunca que pudiste encontrar otra cosa que me gustara tanto como ser doctora, pero esto me agrada obvio, no, como para dejar mi profesión, pero sí sería un buen pasatiempo o como igual dice Matteo, debo aprender del negocio porque ahora soy parte de su familia.

— aquí terminamos hermosa, vamos a ir a almorzar–- subimos al auto donde seguimos platicando, al llegar guio a mi mujer al restaurante, al llegar consigo algunos socios a los cuales Saludo y le presento a mi esposa. No me gusta para nada las miradas que le dedican, pero qué puedo hacer ella es una mujer hermosa y llama mucho la atención respiro profundo para controlar mis celos. Luego disfrutamos de un Rico almuerzo mientras platicamos conociéndonos un poco más, cuando terminamos canceló la cuenta y se me ocurre llevarla al cine, así que manejo al centro comercial más cercano, ella se sorprende porque seguro pensó que íbamos a ir directo a casa, pero no quiero pasar tiempo de calidad con ella.

mi esposo está comprando las entradas al cine y todas las mujeres lo observan como si nunca hubieran visto a un hombre, así que me acerco y lo abrazo por la espalda —-cariño, ¿compraremos golosinas?

— mi amor, todo lo que quieras—sonrió porque la cajera estaba coqueteando conmigo y Kate debió sentir celos, eso me dice que voy por buen camino, me dan los boletos, me volteo y abrazo a mi mujer para ir a pedir las golosinas. Aprovecho y le doy un beso apasionado que la deja sin aliento, me separo lentamente y la observo a los ojos fijamente, ¡te juro que la próxima vez que me hagas una escena de celos, te llevaré a un hotel y te demostraré que tú eres la única mujer que existe para mí! No te quedarán dudas Kate, eso te lo puedo asegurar, mierda ella se sonroja y me provoca mandar todo a la mierda e irnos a un hotel Matteo «cálmate que ella es tu Esposa»

—¡no soportas la idea de que sea tuya y no me puedes tener! Cariño, puedo verlo en tus ojos, le doy unos besitos cortos en los labios. — le doy una sonrisa de suficiencia

—hermosa, lo que me frustra es no poderte tener como yo, lo deseo ¡si no te he tomado aún es porque cuando lo haga no te soltaré en las siguientes cuarenta y ocho horas!—mierda, trago grueso ante su afirmación y creo que la curiosidad y la ansiedad Comienzan a afectarme

— ¡eso espero cariño porque como toda científica creo en hechos, no en palabras! Así que como dicen por ahí ver, para creer.

—È una bellissima promessa

— ¿qué significa eso?

—averígualo

— ¡Matteo! No seas tramposo, yo no hablo italiano

— la mia bellissima moglie dovrà imparare l'italiano

— ¡me encanta tu acento! Pero no entiendo nada

— mi hermosa esposa, tendrá que aprender italiano

— eso es cierto y lo primero que dijiste

— es una promesa, hermosa.

—cuando aprenda italiano quiero que me hables en ese idioma

— ja, ja, ja, cuando estemos en casa solo escucharás ese idioma ¡ahora dame un beso!

—me acerco y beso a mi esposo como Dios manda

— ¡así quiero que me beses siempre!

— solo si se lo gana, Señor Esposito

— haré los méritos suficientes, para obtener estos besos, entremos a la sala o nos perderemos la película.

cuando la película terminó, recorrimos el centro comercial, mi esposo me obsequio algunas cosas y compramos otras más para él, luego compramos un par de muñecas para nuestra hija y nos fuimos a casa, Apenas bajé del auto, escuché los gritos de mi hija.

—pai, pai

—¡princesa! Te extrañé mucho le lleno su rostro de besos y ella sonríe ¿me extrañaste?

— shi

— saluda a tu mamá

— ¡mamá!

— ¡Me quitaron el puesto que injusta es la vida!

— ja, ja, ja, ambas son mías, las abrazo, bajo todos los paquetes que traemos y me uno al resto de la familia en el jardín mis hermanos corretean a mi hija y ella grita.

—hijo, ¿cómo les fue?

—bien padre, llevé a mi esposa a la empresa y le enseñé lo básico

— eso es muy bueno, ¿le gusto?

— sí, dice que será su pasatiempo favorito

— hijo, ¡tu esposa vale oro espero que la cuides y la respetes! Recuerda los valores que te hemos inculcado, la familia es la empresa más importante, si fracasas es porque no sabes hacer negocios y tu nombre ya no será respetado, así es nuestra cultura.

—papá, puedes estar tranquilo, mi tiempo de libertino ya pasó, ahora solo viviré para ellas y para los hijos que vendrán apenas pise, Italia la presentaré para evitar malos comentarios por mi antigua relación con Luisa. Tenías razón vieja cuando llega la mujer indicada simplemente lo sabes es como si todo cobrará sentido. Estoy feliz de tenerlas en mi vida, ambas son hermosas y mías, solo quiero hacerlas felices.

—se nota lo feliz que eres, recuerda que debemos volver cuanto antes, debes convencer a tu esposa para que me deje viajar

—hablaré con ella padre.

EL ITALIANO ( Matteo Esposito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora