Capitulo 19

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Hija, levántate de ahí no es el fin del mundo, él está dolido y confundido, pero no te la va a quitar, esa niña no vive sin ti y ellos son personas de familia. Pronto podrás aclarar las cosas, ahora deja que ellos la disfruten, yo estaré con ella. Luego podemos aclarar, todo vete a casa y descansa, piensa con cabeza fría, prepárate para luchar por tu hija, eso sí siempre en buenos términos recuerda que es hija de ambos, su bienestar debe estar por encima de sus deseos.

Escuchó atentamente las palabras de mi madre, sé que ella tiene razón, así que me limpio las lágrimas y me voy a mi casa, salí, por otra parte, para que ellos no me vieran al llegar, me ducho y no puedo evitar llorar ¿Zara por favor ayúdame? No quiero que me quiten a mi bebe, yo he cuidado de ella desde el día que nació sigo pensando hasta que caiga dormida.

Salgo del consultorio molesto, decepcionado y feliz, yo sabía que era mi hija, no es normal ese sentimiento que tengo por esta beba, estoy desesperado, no sé qué hacer, todo es tan confuso y repentino, la veo dormir y es hermosa un angelito. No puedo creerlo, soy padre.

— hijo, ¿qué haces con la niña?

— es mi hija madre, por eso Kate me la arrebató de los brazos, escuché una conversación que tenía con su madre, ¿cómo fue capaz de ocultarme algo así madre? ¿Qué clase de persona es esa doctora?

— cuéntame cómo sucedieron las cosas a lo mejor, ¡estás juzgando mal! — le conté todo lo que escuche a mi familia y están tan impresionados como yo, aunque están molestos por como trate a Kate. Pero es que la ira me gano como no va a saber con cuál hombre concibió a su hija, nuestra hija nada más de pensar que estuvo con varios teniendo ya mi hija dentro me molesta de sobre manera.

Mi princesa se despierta, me ve, sonríe, y siento que me roban el corazón por completo. La cargó y la abrazó fuerte contra mi cuerpo— ¡princesa de papi! Mi princesa– ella me ve — pai — yo sonreí y le digo papi, ella observa mis labios y repite — pai — le beso toda su hermosa carita, escucho sus risas, se acercan mis hermanos para consentirla. Hija ellos son tus tíos Federico y Luigi y esta es tu abuela Giovanna.

— princesa, ¡qué hermosa eres! Dame un beso, yo tengo que ser tu tío favorito, así que repite conmigo Luigi feo

— Ligi feo

— ja, ja, ja

— no el feo es Federico, ¡yo seré tu tío favorito! ¿Te gustan los helados?

— shi — te compraré uno

— Luigi, no llenarás a mi hija de dulces, está muy pequeña

— Sabes que igual lo haré es mi única sobrina, así que la consentiré siempre, ahora ven con tu tío favorito, hermosa princesa.

— mi hermosa nieta, por fin Dios escucho mis plegarias, cuando tu abuelo lo sepa enloquecerá ya te imagino corriendo por el viñedo con los hijos de los trabajadores, tendrás muchos niños con quien jugar. Matteo, ¿qué harás ahora?

— madre, estoy tratando de asimilar las cosas, no es fácil saber que tengo una hija de un año, de la cual no sabía nada sin contar que no conozco a su madre—Sí quizás la olvide porque es la única respuesta coherente que se ocurre y entiendo que si ella y yo pasamos la noche juntos no tenía como darme la noticia, solo quisiera entender ¿por qué no me lo dijo en la fiesta cuando le pregunté? O porque tampoco lo hizo en las siguientes conversaciones, pero lo que más me intriga es saber con cuantos hombres puede estar una mujer en un mes como para no saber de quién queda embarazada. Así que tengo mucho en mi mente, ahora lo único que sé es que mi hija estará conmigo ya me perdí mucho de ella y eso no sucederá nunca más.

— Giovanna

—Hola, amiga ¿y Kate? —

—- mi hija se fue a casa, yo se lo pedí, así que estaré con ustedes y la niña no es por molestar, sino que ella aún no los conoce y ustedes tampoco conocen sus rutinas pienso que debemos integrarlos poco a poco.

— me parece bien, estoy feliz de tener una nieta, no te imaginas las veces que les he pedido a estos hombres que se casen para que me den nietos, pero ellos huyen del compromiso

— te entiendo, yo tampoco pensé que mi hija me diera nieto nunca porque antes de Elisabeth ella solo vivía para trabajar.

—y cuéntame, ¿tú la has cuidado siempre, no trabajas?

— yo soy ginecóloga, pero desde que la niña nació atiendo solo en la consulta y voy a quirófano, a veces con mis pacientes de toda la vida, así nos turnamos mi hija y yo para cuidarla.

— bueno, ahora yo las ayudaré, es tan parecida a mi hijo, Matteo siempre viaja aquí y su último viaje coincide con el tiempo de la niña, ¡mi esposo estará feliz con la noticia!

observo a mi hermano, el cual no deja de caminar de un lado a otro mientras observa a su hija que está jugando con Luigi— ahora si te amarraron Matteo.

— ja, ja, ja, Federico y de qué manera pasó justamente lo que nunca quise para mi vida. Tener un hijo fuera del matrimonio, no tienes idea cuanto me duele, imaginar que mi hija pueda ser llamada bastarda y casi pasa eso. ¿Qué hubiera pasado si no viajo a la gala? Nunca lo hubiera sabido, ¿y si no escuchaba esa conversación? Kate me la ocultaría para siempre, será por eso que le ofreció su casa a mi madre porque sabía que era la abuela de su hija, ya no sé qué pensar.

— no seas tan duro con ella, la realidad es que es la madre de tu hija y eso no lo podrás cambiar nunca.

EL ITALIANO ( Matteo Esposito)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora