capitulo 28

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Joder anoche, después de conversar con Kate quedé caliente, tan caliente que tuve que entrar al baño a aliviar mi miembro con mi mano bajando una jodida erección que no se quería bajar por nada, luego de eso me fui a dormir.

Me desperté con más ánimo que nunca, así que decidí echarme un baño e ir a la casa de mi esposa, quiero llevarla a desayunar hoy y luego dejarla en el hospital, ella no tiene ni idea de todo lo que voy a hacer para conquistarla no le voy a dar oportunidad de dudar de nosotros.

Llegó a la casa de mi esposa y me abre mi suegra, me dice que ella aún está dormida, así que tomó el atrevimiento y subo a su habitación, abro la puerta y la veo dormida. Es tan hermosa esta mujer, es como una tentación andante para mí verla, así con su pijama bien pequeña saber que es mía que no la puedo tocar me está volviendo loco. Mejor alejo esos pensamientos porque no quiero que mi hija se despierta y me vea con una erección, cómo la veo sola en la cama, me quito los zapatos, el saco y entro levanto, la cobija despacio y la abrazo por la espalda.

siento que alguien se metió en mi cama y me asusto, trato de voltearme, pero me presiona más fuerte.

—princesa soy, yo quédate tranquila, quiero abrazarte un rato, por favor— aspiro el olor de su cabello y la pego más fuerte a mi cuerpo tratando de aguantar estas ganas inmensas que tengo de hacer la mía.

—Buenos días, Matteo, creo que debemos levantarnos, no es correcto que estemos así, esta no es nuestra casa.

—en eso tienes razón princesa, solo que venía a despertarte y no aguante la tentación de meterme en las sábanas contigo, levántate, anda, vamos a desayunar.

—está bien, pero baja para yo arreglarme — bajo en contra de mi voluntad, pero sé que no la puedo presionar por muchas ganas que yo tenga de poseerla, debo darle su tiempo y su espacio primero voy a enamorarla.

sonrió como tonta porque debo admitir que me encantó el detalle, me encantó que estuviera en mi cama, ya voy a dejar de pensar tonterías, así que mejor voy a darme la ducha y arreglarme para ir a desayunar.

—mi amor, ¡estás hermosa!

–Gracias Mateo

—Vamos, quiero llevarte a desayunar en un restaurante muy bonito en el que siempre como cada vez que vengo acá

— yo pensé que desayunaríamos aquí en casa.

— no, mi reina quiero llevarte a desayunar y si tienes que ir a trabajar te dejaré en el hospital, Pero y si no quisiera que me acompañaras a un lugar.

—no iré al hospital, hoy debo seguir actualizando las historias de mis pacientes para dejárselas a mi colega

—perfecto— abro la puerta del carro para que ella suba, luego subo yo y conduzco hasta la cafetería donde quiero desayunar, llegamos, ayudó a mi hermosa mujer a bajar del auto y la guía hasta una mesa cercana

—este lugar es muy lindo

— Sí y su comida es divina, ya verás, amor, quiero que me acompañes a la empresa, quisiera presentarte al personal

— ¿no te parece muy pronto para hacer eso? No sé, siento que llevas las cosas muy apresuradas, todavía no sabes qué va a suceder entre nosotros, si esta relación va a funcionar o no creo, que deberíamos esperar un poco para que me presentes el personal.

—Kate, no me parece que esto vaya muy pronto, eres mi esposa y aún no tenemos la noche de bodas así que me parece que vamos a un ritmo prudente por así decirlo, ahora me vas a acompañar a la empresa, cuando terminemos de desayunar conocerás a los empleados, te mostraré un poco el lugar para que así te vayas familiarizando con nuestro negocio, ya sabes algún día a ti también te tocará ayudarme a administrar esto.

—está bien, como tú quieras– cuando terminamos de desayunar subimos al auto y vamos en dirección a la empresa, coloco música de la que a mí me gusta y voy cantando por todo el camino mientras Mateo sonríe–sé que no soy buena cantando por algo soy doctora, pero me encanta empezar mis mañanas así.

—tranquila, debo decir que me agrada verte tan contenta y feliz, creo que te copiaré y de ahora en adelante yo también comenzaré mis mañanas así

— te puedo asegurar que luego que lo hagas la primera vez no querrás dejar de hacerlo si dejas que la música fluya por todo tu sistema llegarás al trabajo con una nueva energía.

—llegamos a la empresa, tomo la mano de mi esposa y la llevo al edificio— ¡Buenos días! Chicas ¿Cómo amanecen?

—¡Buenos días! Señor Esposito bien y usted

— quisiera, que por favor prepararen la sala de juntas y citen a todo el personal.

— está bien, señor Matteo, lo haremos.

llevo a mi esposa al ascensor y marcó el piso de mi oficina al llegar veo a la secretaria

— ¡Buenos días! ¿Cómo estás? Te quiero presentar a mi esposa, la señora Kate Esposito, he pedido que por favor se cite el personal a una reunión en la sala de juntas, quiero presentarla formalmente si me pudieses ayudar con eso.

—¡Buenos días! Señor Matteo, señora Kate, es un gusto tenerla para acá y si me aseguraré de que todo quede perfecto.

—muchas gracias, cariño, es un placer conocerte.—cuando me llaman a la sala de juntas entro con mi mujer,

– ¡buenos días! Espero que todos se encuentren bien, la siguiente reunión es para presentar a mi esposa, la señora Kate Esposito espero que la traten con amabilidad y que la respeten, eso sería todo que tengan un buen día pueden regresar a su puesto de trabajo.

—un placer, señora — me pareció que los empleados son muy amables, me agradaron, creo que Matteo aún no mezcla sus relaciones personales con los empleados, porque observé miradas cálidas en todas las mujeres que me presentó.

EL ITALIANO ( Matteo Esposito)Where stories live. Discover now