EL ITALIANO ( Matteo Esposito)

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Hoy es el día de nuestra boda por la iglesia, dos años han pasado desde que Matteo me pidió matrimonio, algunos pensaran que es mucho tiempo, pero necesitaba tener una relación estable lo de nosotros avanzó muy rápido y realmente no, nos conocíamos ahora sí puedo asegurar que daría la vida por el hombre que duerme a mi lado.

Matteo con el tiempo me dio la razón por la cual su vida también cambió mucho con una esposa y una hija, muchas veces se frustraba al tener que viajar por negocios. Solo así entendió que no estaba preparado para otro hijo, fue muy chistoso verlo llegar un día diciendo definitivamente no podíamos tener más hijos, mi hija y yo estuvimos enfermas al mismo tiempo y eso lo llevó a la realidad.

Me levanté más feliz que nunca, Observo mi hermoso vestido y sonrió como tonta, soy tan feliz con este hombre, me doy una larga y refrescante ducha, luego bajó a desayunar, me encuentro en casa de mi suegra, en este lugar haremos la recepción, hay muchas personas por el lugar.

—¡Buenos días! ¿Cómo amanecieron?

— muy bien, nuera, toma asiento, ¡debes alimentarte porque será un día largo!—platicamos un rato hasta que llegaron los estilistas y comenzaron mis nervios, me hacen un hermoso peinado, luego me maquillan

—hija, ¡estás hermosa! Debemos colocarte el vestido

— gracias, mami ¿y Matteo?

— él llamó hace una hora, está supervisando todo, tranquila ¡no te plantará en el altar!

— ja, ja, ja, mi madre me ayuda con mi vestido blanco de encaje, es manga larga con un profundo escote en la espalda

— hija ¡el vestido te queda más ajustado que cuando lo compramos y solo ha pasado un mes!

—sí, mamá, por eso quise que la boda fuera pronto, si no hubiese tenido que ir a comprarme otro vestido, ¡es que aquí se come mucho!

—eso es cierto, hija, comen mucha pasta y nosotras todavía no estamos acostumbradas, pero Giovanna dice que cuando nuestro organismo se acostumbre no engordaremos más.

—eso espero, porque nunca he tenido que hacer dieta en mi vida, no me gustaría empezar a hacerlo, ahora, la gastronomía de este país me gusta demasiado—Me observó en el espejo y sonrió mis ojos, se llenan de lágrimas que trato de parar, para no arruinar el maquillaje y abrazo a mi madre.--- Gracias por estar a mi lado siempre, sé que fue difícil para ti perder el amor de tu vida, pero aun así nunca te rendiste, seguiste luchando conmigo día y noche y ¡aquí están los resultados, mami te amo tanto!

—hija, me harás llorar, gracias a ti por ti fue que pude seguir adelante y llenar un poco ese vacío que dejó la ausencia de tu padre. No te lo niego, aún me duele, a veces lloro por las noches, pero luego cuando me levanto y veo tu rostro y el de Elizabeth, sé que mi deber era quedarme con ustedes acompañándolas. Ahora vamos, que el novio debe estar a punto de venirte a buscar, es más, tu suegro te está esperando en la sala para escoltarte el altar.

—sí, madre, estoy muy agradecida con él, me parece un gesto muy lindo de su parte.

Salimos y efectivamente mi suegro me estaba esperando al final de la escalera, bajé con cuidado de no caerme, él me sonrío y me dijo lo hermosa que estaba, luego tomé su brazo y salimos para abordar la limusina que nos llevara a la iglesia de la ciudad.

—Es un honor para mí escoltarte, Dios no me dio la dicha de tener una hija, pero si tuviera una quisiera que fueras como tú, una mujer honesta, fuerte y con un corazón que vale oro. Estoy feliz de qué formes parte de nuestra familia, ahora vamos que mi hijo debe estar muriendo de los nervios.

en todo el camino fuimos en silencio, las manos me sudaban, cuando el auto paró en la iglesia, sentí que mi corazón saldría de mi pecho. Respiré profundo y salí del auto, tomé nuevamente el brazo de mi suegro y caminamos cuando empezó a sonar la marcha nupcial. Cada paso me acercaba más al amor de mi vida, verlo allí en el altar con su hermoso traje y con esa sonrisa que enamora, era todo lo que necesitaba para que mis nervios se fueran, no pude parar de sonreír mientras caminaba hacia él.

—hijo, esperó que la cuides

— Lo haré con mi vida padre. Tomé la mano de mi hermosa esposa y la guié hacia nuestros lugares.

—Señores, estamos reunidos para celebrar la boda religiosa de la señora Kate y el señor Mateo...

—Kate Williams, ¿acepta como su legítimo esposo al señor Mateo Esposito?

—Sí acepto.

—señor, Matteo Esposito ¿acepta como su legítima esposa a la señorita Kate William?

—Sí acepto.

—por el que me confiere la ley y los declaro marido y mujer, puede besar a la novia ¡Lo que ha unido Dios, que no lo separe el hombre!

—me acerco a mi esposa la tomó de la cintura y la beso con todo el amor del mundo, ella profundiza el beso y los aplausos nos traen a la realidad, sonreímos con complicidad y nos separamos. —

Te amo, hermosa, gracias, por hacerme tan feliz, ¡es un honor para mí ser tu esposo!

—¡Te amo, mi amor, me has hecho la mujer más feliz!

Bajamos del altar y comenzamos a saludar a todas las personas que se acercaron, eran muchos los invitados porque Mateo invitó a socios y amigos, luego nos dirigimos hacia el auto, para ir a la recepción.

apenas subimos al auto, devoró los labios de mi esposa—- ¡mi amor, estás espectacular muero de ganas por quitarte ese vestido! ¿Es muy necesario ir a la recepción de la boda?

—Matteo por Dios, obvio que es necesario, ¿cómo vamos a dejar botada nuestra propia fiesta de matrimonio? Guarda tus ganas porque ahora es que tenemos tiempo, déjame decirte que te ves muy provocativo con ese traje, ¡así que, si yo puedo aguantar hasta la noche tú, deberás hacer lo mismo!

—princesa, eso es injusto, creo que todos los recién casados deberían salir de la iglesia a su luna de miel, de todos modos a quién le importan las felicitaciones de unas cuantas personas.

—ja, ja, ja, te imaginas, nadie iría a la iglesia, porque las personas no pagarían por un traje, un peinado para solo llegar a la iglesia y dar felicitaciones, todas las personas que acuden a una boda es para beber, comer gratis y criticar todo lo que hay en la fiesta ¡ese es su objetivo principal!

—ja, ja, ja, eso es cierto, yo no iría a una boda donde no voy a tomar whisky gratis, ¡haremos lo que tú quieras, pero eso sí, en algún momento te secuestraré!