EL ITALIANO ( Matteo Esposito)

Capitulo 12

La dejó con la palabra en la boca y me fui a dar una ducha, luego me vestí y fui a mi departamento, pensaba llevarla a cenar a un restaurante, pero prácticamente tuvimos una cita hoy en el club. Así que pediré comida a domicilio de un buen restaurante y cenaremos aquí en mi departamento, lo que más me interesa es pasar a la segunda parte y ese es el postre.

me ducho y decido llamar a mis amigas para ir al salón de belleza y contarles todo lo que sucedió con Matteo, quiero que mueran de envidia. Mejor envio un mensaje por el grupo "amigas, nos vemos en el salón de belleza en treinta minutos" todas confirman, así que subo a mi auto y manejó hasta el local.

— Cuéntanos, ¿cómo te fue con ese bombón?

— calma chicas, ¿dónde quedó su educación? ¡Primero se saluda!

— por Dios Luisa, sí nos vimos esta mañana, ¿para qué te vamos a saludar de nuevo?

— Está bien, ¡tengo una cita con Matteo esta noche! Estuvimos juntos todo el día y nos besamos, así que esta noche no pasa, me confesó que está soltero al igual que sus hermanos. Pero no quiso tocar mucho el tema, ya que pensó que me interesaban ellos, ja, ja, ja, obvio que me interesan, ¡los tres son unos peces gordos! Así que le dije que ustedes están interesadas en ellos para disimular.Pero lo bueno es que él me tiene ganas, así que ya cayó, me dijo que me despeinaría, así que muero por comprobar que tan bueno es en la cama. Les contaré todo con lujo de detalles, cuanto logré atraparlo y me presenté a su familia será su turno de atrapar a sus hermanos, chicas es el mejor partido que hemos conseguido.

Cuando termine con mi cabello me despido de mis amigas, estoy con el tiempo justo para cambiarme, tengo la dirección en un mensaje. Así que no hay tiempo que perder, al llegar a casa corro a mi habitación qué está en el segundo piso, sacó los mejores vestidos qué tengo y me decido por uno rojo muy corto, me perfumo y me voy.

¡odio a las personas impuntuales! Llevo cinco minutos esperando a Luisa en la entrada de mi edificio—¡hasta que por fin llegas! —Le digo cuando la veo, un poco molesto, camino delante de ella subimos al ascensor y marco mi piso.

el hombre está molesto, así que acarició su pecho, mientras él me observa, desde su altura yo soy un pitufo, pero no me detengo hasta que él me pega fuertemente a su pecho, baja su rostro a mi cuello y toma mis nalgas con sus manos.

— hueles delicioso— masajeo sus nalgas hasta que llegamos a mi piso, al abrir la puerta la tomó en mis brazos y la llevo a mi habitación, pensaba comer primero, pero cómo llegó tarde iré directo al postre. Nos besamos mientras meto mis manos por su vestido, le recuesto en la cama y rompo sus pequeñas bragas. Subo su vestido a la cintura y huelo su coño, sí, es una costumbre que tengo, no podría estar con una mujer que tenga mal olor, cuando pasa la prueba abro sus piernas y lamo su coño de arriba abajo. Abro más sus piernas para introducir mi lengua dentro de vagina que está perfectamente depilada, ella gime y yo no pierdo tiempo, llevo uno de mis dedos a su centro y comienzo a masturbarla, ella toma mi cabello cuando muerdo su botón de placer y sus gemidos inundan todo el departamento.

Este hombre sabe cómo usar la lengua y los dedos me hizo llegar muy rápido, eso me dejó aturdida, he salido con hombres de dinero y he tenido que fingir millones de orgasmos. Porque ninguno me hizo llegar y con él no tuve oportunidad ni de pensar, fue directo al punto y tomó lo que quería, trato de controlar mi respiración.

Subo mis besos por su cuerpo y sacó el vestido, en el proceso está sin brasier y sus pequeños y firmes pechos me reciben gustosos, comienzo a devorarlos, ella se frota contra mi cuerpo y sonrió —¿estás ansiosa gatica? Ya te voy a follar– Ella trata de quitarme mi camisa, pero el desespero no la deja, así que la ayudó, luego me saco los zapatos y me quito los pantalones junto con el bóxer. Ella trata de empujarme a la cama, pero no soy tonto, sé bien cuál es su intención. Así que me separo de su cuerpo, abro mi mesita de noche y tomó un preservativo, me lo colocó y me ubico encima de ella, abro sus piernas para mí y la penetró con fuerza.

—Matteo, Mmm.

— ¿te gusta mi pene? ¿Eso es lo que querías que te comiera? ¡Ahora romperé tu coño y te daré la cogida de tu vida!-- La volteo para que se tome del copete de la cama– ¡agárrate fuerte!—aumento mi ritmo, la cama se mueve muy fuerte y ella grita de placer mientras yo me aferro a sus caderas, le doy con todo, ella se tensa y bajó el ritmo.

—¡Matteo!

—¡No te dejaré llegar tan rápido! Gatita— aumentó mi ritmo de nuevo y paro cada vez que la siento tensarse, está frustrada y molesta, la penetró con fuerza y nuevamente y la dejó llegar.

— ¡Matteo!

— me bajo de la cama, me quitó el preservativo— ¡siéntate!-- Ella me obedece, así que tomó mi miembro con mis manos y comienzo a masturbarme, hasta echar todo mi líquido en sus pechos, cuando me vacío me tiro en la cama para recuperarme.

— ¡Eso estuvo muy rico!

— sí, ¡pero que sea la última vez que tratas de ser más lista que yo! Si es que quieres que te vuelva a follar ese truco es muy viejo

— disculpa, no lo volveré a hacer.

— más te vale, ¡porque yo no tendré hijos fuera del matrimonio, si quieres pasar un buen rato conmigo debes tener claro eso!

—entendí, puedes estar tranquilo—comienzo a acariciar su pecho para calmarlo y eso funciona porque en cinco minutos estoy cabalgando.