CAPITULO UNO

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L~

Me levanto con mucho sueño por motivo de mi alarma, tengo clases y no quiero faltar ninguna. Me levanto de la cama y me dirijo al baño en el cual hago mis necesidades y tomo una ducha.
Al bajar las escaleras con mi uniforme puesto veo a mi madre cocinando mientras se reproduce un disco de acetato de Queen reproduciendo sus canciones las cuales canta muy feliz

—Buenos días— Dije y me incorpore en uno de los taburetes de la cocina.

—Buenos días mi niña— Dice muy alegre.

Ella siempre ha sido positiva con todo, me alegra mucho que ella sea mi madre ya que siempre que estoy triste llena mi vida de color, lo malo es que suelo ser siempre una persona seria y obstinada.

—¿Qué preparas?— Dije mientras ese olor peculiar inundó mis fosas nasales.

—Algo que te gusta— Dice con picardía lo que hace que mi curiosidad aumentará un poco.

—¿No me vas a decir?— Dije haciendo un puchero.

Ella niega con la cabeza y canta una parte de la canción que está sonando.

Voy entrando a la preparatoria veo a mis amigos a lo lejos, tengo ya todo el fin de semana que no los veo y ya me hacen falta.

Camino hacia ellos y accidentalmente siento un golpe el cual reacciono rápido y tomo a la chica con la que choque evitando que esta cayera al suelo.

—Lo siento, no te vi— Digo con vos neutral lo cual parece hacerla enfadar.

—¿No puedes fijarte dónde caminas?— Exclama con un tono de voz tan chillón que me aturde.

—Mira niña, agradece que no dejé que cayeras al suelo— Digo seria pero con un pequeño tono de enfado.

—¿Cómo que niña? ¿Quién te crees tú para hablarme así?— Exclama enfadada sacándome de mis casillas.

—Mira niñita mimada, ve a perseguir a quien sabe y dejame en paz ¿Si?— Exclame con un tono de mal humor notable.

—Ya se quién eres tú— Dijo y empezó a verme de manera indiscreta.

Me encojo de hombros esperando a que la rubia esta termine de decir eso e irme.

—Eres la chica rara de mi clase— Dijo con ¿Asco?

—Ah y tú debes ser la fresa mimada por todos— Digo con una sonrisa sarcástica.

Rueda los ojos y se marchó a su destino el cual tenía trazado hasta que chocamos.

Me acerco a mis amigos y ellos me saludan con cariño.

—Lena— Me llama y al voltear lo miro fijamente esperando que me diga que es lo que quiere— ¿Qué sucedió con la fresa de Tiffany?

—Ella estaba caminando y choco conmigo y casi se cae, pero la sostuve para que no se cayera.

—¡Uy que dama!— Exclama con voz chillona y con tono dramático.

—La mejor cariño— Digo en tono fanfarrón.

Cuando estoy entrando al salón mi mirada se topa con la rubia con la que choque anteriormente, ella me mira de forma indiscreta de arriba a abajo y me voltea sus ojos haciendo un gesto de obstinación.

¿Está qué se cree?

Esto es lo que me pasa por hablarle a las chicas fresas, aunque fue un accidente.

De un momento a otro está la profesora entrado con un maletín y unas carpetas en sus manos.

Anteriormente habíamos hecho una prueba y de verdad me está matando la intriga de saber cuánto saqué ya que estudie mucho y me pondría de mal humor sacar una nota baja.

—Buenos días estudiantes— Dice la profesora y todos nos levantamos respondiendo lo mismo— Pueden sentarse.

Y todos nos sentamos mientras ella empieza a sacar las pruebas de una de sus carpetas y empieza a verlas.

—Bien chicos, yo los llamaré y vienen a buscar su examen— Se hizo un silencio en el salón, afirmando que su orden iba a ser acatada— Azul Taylor— Llama y una chica se levanta y toma su examen.

Empieza a decir nombres, y yo estoy desesperada por saber mi nota y ella estaba tardando en llamarme.

—Tiffany Styles— Y veo que se levanta la chica fresa con la que choque, la cual se regresa haciendo una mueca de disgusto.

Entonces si se llama Tiffany pensé que mis amigos tiraron a pegar su nombre, tiene nombre de chica mimada, o tal ves sea cosa mía.

—Lena Harrison— Llama la profesora y voy a toda velocidad y me da la prueba en mis manos— Felicidades— Dijo con una sonrisa.

10/10

Saque la nota más alta.

Solo sonreí, a pesar de estar más emocionada que nunca.

Uno de mis amigos empieza a tocarme un hombro con uno de sus dedos, me volteo y me extendió su examen.

4/10.

Lo miro fijamente con toque de horror, y en la mirada se le nota que le da igual. Le extiendo la mía y el me sonríe e hizo un ademán con sus manos de aprobación.

Salgo un poco temprano porque uno de los docentes no los dijo ya que quería cederle sus minutos a otra clase, ni modo. Camine hacia la enorme cancha en la cual estaban mis amigos reunidos. Me acerco a ellos con una expresión neutral.

—¡Lena!— Exclama Michael, un chico pelinegro con ojos marrones, me cae bien a pesar de que esté un poco loco— Chica, tenemos tiempo que no nos vemos.

Es mentira, nos vimos como hace diez minutos.

—Si, tienes razón— Exclamo siguiéndole el juego— Mucho tiempo ¿Cómo está la familia?

—Bien— Dice riendo levemente.

—Lena ¿Por qué tomas esa actitud con Tiffany?— Pregunta Chris, un chico de cabello castaño, piel morena y es el más sensato aquí.

—Es una fresa, no se que le sucede. No deja de verme como un bicho raro— Dije con tono de mal humor.

—¿Y desde cuándo a ti te ha interesado eso?— Pregunta y me deja pensando— Por dios Lena, ella es así. Y tú te dejas molestar por esas tonterías.

—Si, si. Tienes razón— Dije a regañadientes.

El me sonríe y me revuelve el cabello.

—Ahí vienen las chicas— Informa Oscar, un chico rubio, de tez blanco y muy atractivo.

—No se vallan a poner simpáticos— Dice Matt con una sonrisa burlona, tiene un cabello rubio oscuro y tez blanca.

Cuando terminan de acercarse las chicas veo que ahí está Tiffany.

¿Cuándo demonios me voy a librar de ella?

Son aproximadamente cinco chicas incluyendo a la oxigenada de Tiffany a la cual veo con indiferencia.

—¿Qué hacen por aquí?— Dice Michael con tono coqueto.

—Paseando un rato por el insti— Dice una de las chicas usando también un tono coqueto.

—Busquen un hotel— Dije con un carraspeo.

Los chicos se ríen menos Michael el cual me mira con enojo y Tiffany.

—¿Por qué haces esos comentarios?—  Exclama la rubia.

¿Esta mujer no se cansa de fastidiar?

—¿Y por qué te metes? Si no es a ti a la que se lo digo— Respondí sarcástica.

—Porque es mi amiga y la defiendo— Dice con orgullo.

—¿Y eso a mí que?— Respondí arrogante.

—Que no te puedes meter con ella, porque te metes conmigo— Dijo tratándome de intimidar.

—Uy que miedo— Dije sarcástica.

Ella bufo y se cruzó de brazos.

Ja ja ja, gané ¿Qué te parece eso?

Estilos Diferentes ©Where stories live. Discover now