CAPITULO NUEVE

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L~

Me encuentro llegando a la preparatoria, ya es lunes y espero encontrarme a Tiffany para saber su opinión sobre mi regalo.

Quise que fuera diferente, pero tengo la duda de que no le haya gustado, y esa duda me está carcomiendo desde que se lo di.

Veo a mi mejor amigo a lo lejos así que decido acercarme pero volteo la mirada hacia otra parte al ver que está con una chica pelinegra y no quiero interrumpir.

Cuando termino de voltear veo a un chico de cabello castaño besar a una chica la cual se deja muy felizmente.

La chica es rubia.

¿Esa no es...?

No puede ser.

Es Tiffany.

Detallo bien y si, es ella.

Ya tiene pareja.

¿Pero por qué me siento triste de repente?

Nah, puede ser porque no voy a saber su reacción sobre mi regalo en un gran rato.

Ella se separa del beso y me ve.

Me mira con miedo, como si no quería que viera eso.

La saludo con la mano y me marcho a la cancha donde siempre suelo estar.

Me siento en el suelo de pasto artificial y suspiro.

¿Qué demonios me sucede?

Debería de estar feliz, la rubia consiguió novio.

¿Entonces por qué me siento tan triste?

Admito que le tengo mucho cariño y no quiero que la lastimen.

Pero también admito que no se lo que siento cuando estoy con ella.

Esa necesidad de protegerla y de molestarla a cada rato ya se me ha vuelto una costumbre.

Ella ha sido la primera amiga que mostró ser diferente conmigo.

Siento que me tocan en el hombro lo que me hace salir de mis pensamientos.

Me volteo y veo a Tiffany un poco fatigada la cual se sienta a mi lado a mirar a la nada como estoy haciendo yo.

Iba a decir algo pero la interrumpo.

—¿Son novios?— Le pregunto.

Ella me ve y asiente.

—Felicidades— Digo tratando de sonar feliz, pero no lo estoy— Estoy muy feliz por ustedes.

—Gracias— Dice y no parece estar muy feliz del todo.

Duramos un rato en silencio, muy incómodo por cierto.

—Ah, por cierto— Dice esta vez feliz y emocionada— Me encantó tu regalo.

De repente me entran unas putas ganas de llorar las cuales aguanto a la fuerza.

—Me alegra que te haya gustado— Digo y me levanto— Voy a buscar a Chris— Miento.

—Yo te acompaño— Dice levantándose.

¿No entiendes la indirecta de que quiero estar sola?

—No gracias—Digo con voz neutra— Deberías de buscar a Mía, que debe de andar buscándote.

Ella asiente triste y se va, dejándome sola así que me vuelvo a sentar en el suelo, saco mi celular y mis audífonos y pongo música, dejando que mis oídos se inunde de las melodías.

Paso ya una semana y ya casi no le hablo a Tiffany y la verdad no se porque, si ella no me ha hecho nada, solo que algo en mi está molesto con ella.

Me da tristeza ya que no se porque estoy así.

Estilos Diferentes ©Where stories live. Discover now