Estilos Diferentes ©

CAPITULO DOS

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Me levanto fresca como una lechuga de la cama y voy al baño para hacer mis necesidades, ducharme y maquillarme, Tengo que verme siempre bien ya que soy la más popular y tengo que dar la talla.

Ya estoy cien porciento arreglada así que me voy a las escaleras e ir al comedor donde una de las señoras de la casa me sirven a mi y a mis padres dónde como siempre comemos con un silencio sepulcral, hasta que mi madre comenta algo.

—Si quieres que te compremos más cosas y te sigamos prestando dinero tienes que sacar buenas notas— Dice con voz sería, su vos de siempre.

Y el silencio vuelve a aparecer después de que asiento con la cabeza en modo de afirmación.

Ya estoy en el instituto caminando buscando a mis amigas las cuales veo así que decido dirigirme hacia ellas pero en el proceso choco con alguien y este alguien me sostiene para no caer al suelo.

Al levantar la mirada me encuentro a una chica pelinegra con un flequillo que tapa la mitad de su rostro el cual me es conocido mirándome de forma inexpresiva

— Lo siento, no te vi— Dice con vos neutral, la cual me parece arrogante

— ¿No puedes fijarte dónde caminas?— exclamo un poco molesta por hablarme así

¿Quién se cree está para hablarme así?

— Mira niña, agradece que no deje que cayeras al suelo— Dice sería pero con un ligero tono de enfado.

— ¿Cómo que niña? ¿Quién te crees tú para hablarme así?— Exclamo enfadada.

¿Por qué me habla como si yo fuera una niña inmadura? Eso me está terminando de sacar de mis casillas.

— Mira niñita mimada, ve a perseguir a quien sabe y dejame en paz ¿Si?— Exclama y suelto un ligero suspiro y detallo su rostro que se me hace familiar.

Ya se quien es...

Es la rarita del salón, la que se viste con pantalón en vez de una hermosa falda.

— Ya se quién eres tú— Dije y empiezo a detallarla para confirmar si mi suposiciones son ciertas.

Ella me mira con una expresión fría, ¿Cómo alguien puede ser así de amargada?

— Eres la chica rara de mi clase— Dije viéndola de arriba a abajo.

No puedo creer que me haya topado con ella.

— Ah y tú debes ser la fresa mimada por todos— Dice con una sonrisa sarcástica.

Ruedo los ojos.

Ya es como la quinta vez que me dice niña fresa o fresa mimada.

Me fui de ahí, no estoy para soportar a chicas serias y amargadas.

Al día siguiente entro a mi aula resando por que llegó tarde

Y si, en efecto; llegué tarde y tuve que soportar un sermón del docente y paso sentandome en mi puesto fijo.

—Bien estudiantes— Comienza a hablar el profesor— La siguiente estrategia de esta materia en un informe bien hecho en parejas— El al decir eso yo me volteo para ver a mi mejor amiga, avisándole que nos íbamos a colocar juntas y ella asintió con la cabeza— Pero las parejas las elegiré al azar— Dijo y todo el salón armó un pequeño puchero— Aquí en este tazón tengo los nombres de todos ustedes, saco dos papeles y esas van a ser las parejas para el trabajo.

Esto no puede ser peor, voy a rezar para que no me toque con alguien que me cae mal.

El profesor empieza a revolver los papeles y saca dos, los cuales abre y visualiza.

— Michael Ross y Emilia Suescun— Dice el profesor y ellos dos se miraron rápidamente.

Vuelve a revolver los papeles y salen parejas tras parejas y nada que aparece el mío, hasta que dice.

— Tiffany Styles y Lena Harrison— Dice y coloca los papeles donde colocó los demás.

Yo creo que nada puede ser peor.
Yo creo que esto es el karma.

No puede ser posible que de 30 compañeros me vino a tocar ella.

Si, la verdad nada podía ser peor.

La chica me ve con cara de querer matar a medio planeta, lo que confirma que si me tocó con ella.

Es la chica rara.

El profesor terminó de elegir las parejas y ordena que nos sentemos junto con nuestra pareja.

No me importa, yo soy la chica popular, una loca amargada no va a poder conmigo.

Me estoy acercando cuando ella me ve y rápidamente y dirige su mirada al profesor.

— ¿Profesor?—El profesor la ve— ¿Puedo ponerme sola?

Y con eso perdí unos buenos kilos de dignidad.

¡Que tarada! ¡La odio!

— No señorita, tiene que hacer su trabajo con la pareja asignada— Dice el profesor y se voltea a seguir escribiendo en la pizarra.

Ja ja ja ¿Qué te parece eso?

Ella me ve a regañadientes y se levanta tomando el puesto vacío de al lado y lo juntó con el suyo.

Se sentó y saco su cuaderno de su mochila y lo coloco sobre su puesto y comenzó a escribir.

¿Y que hago yo?

¿Verte?

—Elije el tema que más te guste— Dijo con tono indiferente y siguió escribiendo.

Mija lo que tienes de hermosa, lo tienes de amargada. Y eso es mucho.

Ay pero que estoy diciendo.

Aunque cabe de admitir que si es muy linda.

Pero igual es una gruñona.

Leo las letras que están es el pizarrón para sacarme esos pensamientos de la cabeza y leo los temas y veo uno que me llama la atención.

Evolución historica de las computadoras.

Miro a Lena y me armo de valor para hablar.

—¿Y si hacemos el tema de "Evolución historica de las computadoras"—propongo.

Ella ve el pizarrón y se encoge de hombros.

¡Que odiosa!

—Vale, ese está bien— Dice con un poco de tacto, pero se le nota todavía las ganas de matar a medio mundo— ¿En dónde nos reunimos para comenzar?

—En mi casa, yo no pienso ir a la tuya—Digo rápidamente.

—Ok— Responde sin interés—¿Cuando?

—¿Para qué preguntas tanto?— Digo ya obstinada.

Ella suspira y aprieta el lápiz de su mano izquierda.

—Si tu quieres sacar malas notas, no es mi problema— Dice con mal humor y mirándome fijamente— Y yo no le voy a hacer un trabajo a la niña mimada del salón.

Joder, que mirada tan penetrante.

Dice y suena al timbre indicando que tocaba la hora de receso y ella se levanta tomando su bolso y empacando el cuaderno que tenía, y se fue.

Dios...

¡Cómo alguien puede ser así!

No sé que demonios le sucede conmigo.

Pero tiene razón, aunque me cueste admitir, si la tiene.

Mis padres me dijeron que si no saco buenas notas no me vas a dar más dinero, y ella es muy aplicada, siempre saca un 10, así que no fue tan malo que me hayan colocado con ella.

Voy a sacarle provecho a la situación.