CAPITULO SIETE

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L~

Ya es sábado y son las 7:30 de la noche, todavía no estoy lista y fue porque le hice unos mandados a mi madre y tardé bastante.

Me coloco un pantalón blanco holgado y una camisa negra holgada también, ropa interior negra de encaje como me gusta usar y unos zapatos deportivos negros.

Hato mi cabello es una coleta alta la cual tenía tiempo que no hacía y me queda super bien, arreglo mi flequillo y me coloco un poco de labial rojo.

Veo la hora en mi celular y son las 8:55 de la noche y lo coloco en mi bolsillo trasero de mi pantalón. Voy tarde.

Salgo como rayo veloz de la casa despidiéndome de mi madre y yendo caminando a toda velocidad a la parada de bus dónde llega uno el cual me deja a dos calles de la casa de mi amiga.

El trayecto fue normal y me bajo en la parada y camino mientras saco mi teléfono para ver la hora: 9:30.

Noooo.

Tiffany me va a matar, quería llegar temprano y me está pasando todo lo contrario.

Llegó a su casa la cual brilla de luces fiesteras por cada rincón y tocó la puerta y en seguida me abren dándome paso.

Automáticamente visualizo todo el lugar en busca de la rubia hasta que la encuentro, hablando con Mía en la barra, me acerco y la toco del hombro sonriendo.

Ella se gira y noto que sus pupilas se dilatan, puede ser por la casi oscuridad del lugar.

Ella me abraza muy fuerte y noto que huele a alcohol.

¿Estará borracha?

Tiene puesto un vestido negro con lentejuelas el cual resalta sus pechos y sus pequeñas curvas, acompañado de unos tacones plateados un poco altos, pero no tantos ya que sigue siendo más bajita que yo. Se ve super hermosa.

-Pensé que no vendrías- Dice feliz.

-Me retrasé con unas cosas- Digo- Pero aquí estoy- Digo extendiendo una bolsa de regalo que hice para ella- Toma, feliz cumpleaños rubia.

Ella sonríe y noto como le brillan los ojos y me abraza nuevamente pero esta vez con más cariño.

-Gracias, Lena- Dice emocionada- Y gracias por venir.

Sonrío en modo de respuesta.

- Entonces me voy para que sigas hablando con Mía- Digo dispuesta a dejar de interrumpir.

-No, no, yo me voy contigo- Dice la rubia- Estábamos hablando solo por un momento.

- Ah ok, está bien- Digo con una sonrisa.

¿Por qué sonrío tanto?

Ella me sigue con la bolsa de regalo que le di en sus manos, la cual sostiene con mucho cuidado.

Llegamos al patio el cual por extraña razón está solitario.

En serio, es demasiado raro que este solitario.

- Les dejé prohibido que pasaran para acá ya que aquí hay unos rosales que mi padre valora mucho y no pienso dejar que alguien los estropeé-Explica Tiffany con mucho interés.

Visualizo un poco el ambiente y veo los rosales de los que me habló y si, son hermosos, más que todo las blancas, amo las rosas blancas, las cuales detallo por un rato.

La voz de Tiffany me saca de mis pensamientos

-Mis favoritas son las blancas- Dice viendo los rosales.

- Las mías también- Comento- De hecho, son mis flores favoritas.

-¿Enserio?- Pregunta un poco impresionada- Las mías igual.

Estilos Diferentes ©Where stories live. Discover now