Capítulo 10

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-Dios -dijo Lauren colocando una mano en su pecho. -Me has asustado.

Camila sonrió ampliamente y plantó un abrazo a Lauren. La chica de ojos verdes, al principio, impresionada, devolvió el abrazo cálidamente, apretando a Camila contra ella. -¿Qué haces aquí fuera y en pijama?


-Estaba esperándote -dijo Camila separándose de Lauren.


Lauren elevó una de las comisuras de sus labios y pudo ver cómo Camila soltaba un suspiro brusco.


-¿A que no sabes quién es la nueva capitana del equipo de softball? -preguntó Lauren.


-Querrás decir, quién sigue siendo la capitana del equipo de softball, ¿no? -dijo la otra chica.


-¿No te sorprende que haya vuelto? -preguntó Lauren y Camila sacudió su cabeza sonriente.


-Es decir, sí. Pero no.


-No te entiendo -dijo Lauren, después de soltar una risita ante la incongruencia de Camila.


-Dinah me llamó esta tarde, siempre lo hace. Me cuenta qué tal lo pasa en el instituto y todo lo que hacen por allí -dijo Camila. -Habla muchísimo y, desde esta semana, también entras tú en sus anécdotas de recreo -dijo provocando una risa en Lauren.


Camila contaba todo como si fuera la cosa más impresionante de todas, algo que el mismísimo Stephen Hawking pagaría por escuchar. Lauren pensaba que aquello podía ser fruto de estar encerrada en casa, pero también existía la posibilidad de que Camila fuera así de apasionante en todos los aspectos.


-¿Qué te contó de mí para que no estés impresionada ahora? -preguntó Lauren intrigada, ya que no había mencionado ni una sola palabra a sus amigas de lo ocurrido en el equipo.


-Dinah me contó que la señorita Spears te buscó para llevarte al despacho del señor Duncan. Ella pensaba, es más, ella aseguraba que tenía que ver con el campeonato nacional y con que tú eras la capitana. Pero yo sabía que no. Sabía que Rob te haría entrar en razón y que volverías al equipo. Lo sé porque el softball es una gran parte de ti, algo así como para mí la música. Si no la tuviera, es decir, si me quedara sorda y no pudiera oír música, mi vida pasaría a ser mediocre. No porque lo fuera, sino porque yo lo creería así. Y eso es lo que te pasa a ti con el deporte, ¿verdad?


-¿Cómo puedes ser tan lista? -dijo Lauren después de unos segundos analizando las palabras de Camila.


-Tengo el don de ver a través de los ojos de las personas, más allá de lo que quieren mostrar. Y contigo me es más fácil; ya sabes, por el hecho de que son casi cristalinos -dijo Camila mirando fijamente a los preciosos ojos de Lauren. -¿Te han dicho alguna vez que tienes unos ojos preciosos?


-¿Y a ti? -preguntó Lauren notando cómo su corazón quería salir de su pecho con cada palabra que salía de los labios de la chica.


-Alguien, una vez -dijo Camila con un tono juguetón. -¿Vamos?


El destino de la casualidad (Camren)Where stories live. Discover now