Capítulo 17

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Después de descargar toda su rabia y su ira en el saco de boxeo, tras su inútil intento de devolver la comida que había tomado, Lauren se vistió y tomó camino hacia el teatro donde se Camila ensayaba.
Se bajó del coche y esperó a la chica de ojos color café apoyada en él. No tardó demasiado en llegar, apenas unos minutos. Salía contenta, bailando y cantando junto a Shay. Lauren se alegró al no ver a Austin por allí, le hubiera gustado que le hubiera visto besándose con Camila que, se acercó a Lauren y la besó furtivamente, sin importar que sus compañeros miraran extrañados.

-¿Qué ocurre? -preguntó Lauren sorprendida.

-Que estoy orgullosa de ti -dijo y depositó un beso en los labios de su novia. -Que no pude besarte esta mañana, y...

-¿Y...? -preguntó Lauren correspondiendo a los pequeños y consecutivos besos que dejaba Camila en si boca.

-Y que tengo una sorpresa para ti -dijo Camila, rodeando a Lauren y metiéndose en su lugar del coche.

Lauren sonrió al aire antes de colocarse en su asiento de nuevo.
-¿Qué es? -preguntó Lauren sin arrancar.

-Una sorpresa -contestó Camila, que mantenía firme su idea de no confesar nada.

-Bueno... -cedió Lauren. -¿Por qué no me dices al menos a dónde vamos?

-A mi casa.

-¿A tu casa?

-A mi casa.

Lauren no dijo nada más, pero se calmó un poco al notar la mano de Camila sobre la suya en la palanca de cambios. Le recordó a cuando era pequeña y su padre la dejaba agarrar la palanca, mientras él, por encima suya, la movía.

El teatro no estaba muy alejado de la casa de Camila. En realidad, estaba más cerca que de su casa. Así que no tardaron mucho en llegar y estacionar.

-¿Quieres que te espere aquí? -preguntó Lauren, creyendo que Camila iría a cambiarse o a coger algo de su casa.

-Quiero que te bajes y vengas conmigo -contestó Camila, lenta y dulcemente.

-¿Qué? -preguntó Lauren desconcertada, pues sólo había entrado sola a casa de Camila para ayudarla con sus deberes. Las demás veces, alguna de las otras chicas iban con ella.

-Que vengas, por favor -dijo Camila, besando una de sus mejillas.

-Pero, ¿por qué? -preguntó Lauren.

Camila saco la llave del coche, después de apagar el motor y la metió en el bolso que llevaba Lauren.

-He dicho que vengas -dijo sin dejar de parecer dulce.

-Pero, Camila...

-Que vengas.

Sin decir nada más, ambas chicas se bajaron del coche y cruzaron hasta la casa de Camila, que apenas se hallaba a unos metros.

-Imagino que tus padres están en casa -dedujo Lauren cuando Camila llamó al timbre.

-Imaginas bien -contestó Camila, radiante de felicidad.

Lauren se aclaró la voz y agarró sus manos por detrás de la espalda, esperando, cordialmente a que sus suegros abrieron la puerta. Pero, realmente, la que lo hizo segundos después de que el timbre sonara, fue la pequeña Sofía, que llevaba una camiseta de la película Frozen y un pantalón elástico rosa.

-¡¡Hola, pequeña!! -dijo Camila rápidamente, entrando en casa y tomando a Sofi en brazos.

-¡¡Hola, grande!! -gritó Sofía en los brazos de Camila, haciendo que Lauren tuviera que soportar una carcajada ante la descripción de su novia.

El destino de la casualidad (Camren)Where stories live. Discover now