El destino de la casualidad (Camren)

Capítulo 21

"Taylor."

Lauren se giró lenta y entrecortadamente, para encontrarse con la figura de su hermana menor, mirándola desde su espalda. Taylor estaba completamente pálida y por sus mejillas rodaban una cantidad considerable de lágrimas para el poco tiempo que llevaba ahí de pie.

-¿Cuánto tiempo llevas ahí? -preguntó Lauren en un susurro enronquecido, debido al maltrato de su garganta.

-Lo suficiente -dijo entre sollozos.

Lauren agachó su mirada al suelo, todo se acabaría.

-¿Cómo... has sido... cómo has sido capaz? -preguntó su hermana con dificultad.

Taylor tenía 16 años y era la menor de los hermanos. Sin embargo, y por mucho que Lauren lo quisiera negar, muchas veces demostraba madurez que los otros dos juntos, pero al ser la más pequeña, no se le solía tomar en serio. Había crecido muchísimo durante los últimos años; y no como un efecto normal de pubertad, Lauren no había cambiado tanto y Chris estaba prácticamente igual. Pero Taylor había crecido tanto, que casi alcanzaba a su hermana y además se había puesto muchísimo más guapa.

-Tay... no te...

-¡Cállate!

-Taylor...

Lauren estaba intentando formar una frase. De verdad que estaba intentándolo, pero una fuerza interior se lo impedía. Quizás tuviera algo que ver con aquello de que acababa de vomitar sangre.

"¿Has vomitado el cerebro, idiota?"

-¡¡Cállate, Lauren!! -gritó aún más alto que la última vez.

Lauren luchó contra sí misma y se levantó del suelo, apoyándo las manos y ayudándose contra las paredes. No le quedaban fuerzas en las que agarrarse.

-Escúchame -pidió Lauren, agarrando a su hermana del brazo, que pronto se deshizo de él. -Tienes 16 años, no sabes nada de la vida.

Lauren sintió como la mano de su hermana se estrellaba en su mejilla. Su hermana pequeña cababa de atestarle una bofetada. Lauren colocó una de sus manos en el lado de su cara que comenzaba a arder y miró a su hermana patidifusa.

-Eres tú -dijo Taylor despectivamente. -Eres tú la que no tiene ni puta idea de lo que es la vida, Lauren.

Lauren arrancó de sí misma una risa sarcástica que no sonó.

-¿Qué? -preguntó Taylor petulantemente. -¿Te han insultado? ¿Es eso? ¿Te acosan? ¿Te llaman gorda, Lauren?

Lauren no contestó, entre otras cosas, porque la manera en la que Taylor preguntaba, no parecía que quisiera una respuesta. Más bien preguntaba retóricamente para proseguir en su discruso.