El destino de la casualidad (Camren)

Capítulo 22

Lauren se colocó bien la camisa antes de salir de casa. Avisó a sus padres de que saldría y que no llegaría pronto, con suerte, no le esperarían para la hora de la cena. Salió del aparcamiento de casa y puso rumbo a la de los Hansen. No tardó mucho más de 10 minutos en llegar y avisar a Dinah de que ya estaba esperándola fuera.

-Buenas tardes -dijo ella dándole un ligero abrazo.

-Hola, DJ -dijo Lauren sonriente. -¿Qué tal estás?

-Pues para serte sincera, estoy cansada de niños pequeños, Lauren. Están todo el día dando vueltas por la casa y estoy asqueada.

-Dinah -dijo la ojiverde frunciendo el ceño, fijándose en los ojos colorados de la chica. -¿Está todo bien?

-Sí, todo bien. No vinimos a hablar de mí, ¿no? -preguntó. -¿Verdad?

-No exactamente -dijo Lauren considerando la opción. -Pero me gustaría saber qué te pasa.

Dinah estaba algo pálida, tenía ojeras y parecía nerviosa. Parecía como si hubiera estado llorando durante horas.

-Dinah -volvió a llamar Lauren, cuando la chica se quedó mirando al frente, sin decir nada. -No arrancaré el coche hasta que me digas qué te pasa.

-Está bien -suspiró. -Siope y yo hemos roto. Bueno, en realidad he roto yo con él.

-¿De verdad? -preguntó Lauren impresionada. -¿Por qué?

-Me puso los cuernos -contestó ella sin reparo. -Lo hizo unas cuantas veces, pero esta última terminé por cansarme.

-¿Cuántas son varias veces? -preguntó Lauren boquiabierta.

-Al menos tres -contestó Dinah apretando su mandíbula. -Tres que yo sepa. Y todas con la misma zorra.

-¿Quién? -preguntó Lauren interesada.

-Camila -contestó ella.

-¡¡¿¿QUÉ??!! -exclamó Lauren, provocando una carcajada extermadamente sonora en todo en Dinah.

-Es broma, Lauren -dijo Dinah aún riéndose. -Camila no se acostaría con Siope ni aunque le pagaran.

-Si lo hiciera sería preocupante -contestó Lauren, aún recuperándose del sobresalto. -Porque es tu novio, digo. Y ella mi novia. Y además, eso significaría ejercer de prostituta y Camila no tiene mucho aspecto de querer ejercer esa profesión.

-No es mi novio ya, Lauren -sentenció Dinah.

-Entonces, ¿es verdad lo que me has contado? -cuestionó Lauren confusa. -Excepto lo de Camila, supongo.