Capítulo 28

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-¿Qué? Camz, claro que sí puedes hacerlo. Estás más que preparada -dijo Lauren moviendo su cuerpo desde sus hombros. -Vamos, sube ahí.

-No, no, no -repetía constantemente. -No puedo hacerlo.

-Camz, ya oíste al director, eres un diamante -trató de motivar a la chica, que tenía los ojos vidriosos. -Camz, eh Camz, mírame.

-No puedo -sollozó, mirándome ahora a los ojos.

-Está bien, Camz -comenzó a decir. -Si verdaderamente crees que no puedes, nos largamos de aquí ahora mismo. Pero si piensas que eres capaz de hacerlo, aunque sea muy en el fondo, sube ahí y demuéstrale a toda esta gente lo que vales.

Camila miró vacilante. Miró al escenario y a Lauren de nuevo. Asintió levemente con la cabeza, limpiando una pequeña lágrima que resbalaba por su mejilla.

-Lo haré -concluyó.

Tomó la guitarra que tenía a los pies y caminó hacia las escaleras que subían hasta el escenario.

-Una vez más, un aplauso para ¡Camila Cabello! -gritó el chico y bajo del escenario.

Camila colocó el pie del micrófono a la altura perfecta para su boca. Se colgó la guitarra, cerró los ojos y suspiró. Al abrir lo ojos, Lauren pudo leer el miedo en su mirada.

El campus estaba plagado de jóvenes que, o bien estaban allí porque era su graduación, o porque simplemente, eran alumnos. En resumen, cientos de ojos pendientes de lo que Camila hacía encima del escenario. Un increíble silencio, en el que no se escuchaba ni el vuelo de una mosca, un silencio que para muchos sería bastante respetuoso a la hora de actuar, pero que Lauren sabía que Camila preferiría que todo el mundo estuviera a su aire.

-¡Wooh! -gritó Lauren sin saber por qué lo hizo, aplaudiendo y atrayendo la atención de muchas de las personas de allí. -¡Qué chica tan sexy!

Tuvo que soportar los bufidos de algunos muchachos que, obviamente, estaban de acuerdo con ella.

El ridículo que acababa de provocarse a sí misma, había hecho que Camila cogiera un poco más de confianza y fuera capaz de comenzar la melodía de la canción que iba a tocar. Sus dedos se movieron hacia arriba y hacia abajo del traste delicadamente. Los ojos color café que a Lauren tanto le apasionaban, apuntaban directamente hacia su mano izquierda mientras sacaba la melodía de ellas. Pronto, todo el mundo reconoció la famosa canción "Love Me Like You Do", que Camila estaba haciendo suya. Su único y muy peculiar tono de voz, estaba haciendo a los espectadores murmurar boquiabiertos el gran potencial de la pre-universitaria.

-Es muy buena -susurró Ally.

-Es increíble -contestó Lauren orgullosa, moviendo su cabeza al son de la música.

Al otro lado del escenario, el director de la escuela hablaba con una mujer alta y media melena, que Lauren supuso que era una de las profesoras. Ambos parecían impresionados ante la chica, aunque él ya la hubiera visto un par de veces antes.

Lauren no podía dejar de sonreír. Camila lo estaba logrando, lo había conseguido. Encima del escenario, sentada en una silla con el microfono pegado a los labios, a la latina incluso se le podía ver un aire de entusiasmo en el rostro al ver las reacciones del público.

La primera canción terminó y Camila se puso en pie. Sonrió al ver cómo todo el mundo, mayores y menores, vitoreaban desde abajo y aplaudían frenéticamente. Alguien tomó la silla de detrás suya, mientras la chica, dificultosamente, colocaba el pie de micro a su altura. Ahora venía la parte que Lauren sabía que le sería más difícil.

El destino de la casualidad (Camren)Where stories live. Discover now