El destino de la casualidad (Camren)

Capítulo 20

-Buenos días -dijo Lauren entrando en la cocina, frotándose los ojos y bostezando.

-¿Buenos días? -preguntó su madre. -¿Cómo que buenos días?

Sus padres ya estaban en la cocina desde hacía un buen rato, pues ya estaban vestidos y listos para salir a el norte de Florida. En la mesa había tortitas y cafés. Dos para Lauren, que le costaba muchísimo despertarse tan temprano.

-Es lo que se suele decir por las mañanas y ¡anda mira! no son ni las 9.

-Lauren, tu madre y yo sabemos todo -dijo su padre, con una voz más tranquila, después de tragar las tortitas que tenía en la boca.

-Os lo ha contado Chris -dijo Lauren sentándose en su asiento común. -Qué sorpresa.

-¿Cuándo pensabas decírnoslo? -preguntó Clara.

-Cuando me sintiera preparada -contestó Lauren sin más, dando un sorbo a su primer café.

-¿Preparada? ¡Lauren, somos tus padres! ¿Qué crees que es lo peor que te íbamos a decir? -preguntó su madre frustrada.

-Que no saliera con ella -contestó Lauren.

-¿De verdad piensas que podríamos exigirte eso? -preguntó Mike. -Lauren, es tu vida. Y Camila es una chica genial, además de sus padres.

-¿Desde cuando conocéis a los Cabello? -preguntó Lauren impresionada.

-Desde el otro día. Nos los encontramos en el supermercado con Camila; la saludamos y nos presentó a sus padres.

-No sabía nada -dijo Lauren apoyándo su cabeza en la mesa.

-Lauren... -comenzó a hablar de nuevo Clara. -Estoy decepcionada.

-¿Por qué? -preguntó Lauren. -¿Por no habértelo contado o por estar saliendo con una persona de mi mismo sexo?

-¡Lauren! No le hables así a tu madre -exclamó Mike, pero Clara le puso una mano en el hombro y acercó su silla un poco más cerca de Lauren.

-Lo, cariño -empezó a hablar Clara con una voz dulce. -No me importa que salgas con una chica. No me importa en absoluto, no voy a ser yo la que te diga con quién debes salir, ¿de acuerdo? Sólo pensaba que confiabas un poco más en nosotros.

Lauren alzó la cabeza y miró a su madre, luego a su padre, que también había ablandado su actitud.

-Te queremos, cariño -prosiguió diciendo su madre. -Que te gusten las chicas no va a cambiar nada.

La chica de ojos verdes apretó sus labios y le dedicó a sus padres una sonrisa sincera.