Esa pared

25 5 2
                                    


Una vez acordado lo que proseguía hacer tardamos un poco más en accionar, nos quedamos sentados en la mesa a ratos mirándonos o con la vista perdida, hasta que finalmente Joaquín fue quien nos movilizó, haciendo notar la hora, él se fue al trabajo y nosotros fuimos por Andrés, cuando llegamos a la casa, Leo fue por él involucrado y yo me quedé en el carro esperando con Iván que estaba entretenido mirando a la calle mientras señalaba y balbuceaba.

Tardaron bastante en salir, comenzaba a preocuparme por que esta criatura comía cada 3 horas y no le había traído nada, cuando empezaba a considerar ir a la tienda a comprarle algo al fin aparecieron.

Pude notar que Andrés miró desde afuera hacia nosotros y todavía tardó en subirse en el asiento del copiloto, Leo lo apresuró y por fin todos a bordo tomamos camino hacia el laboratorio, notaba como Andrés nos miraba por el retrovisor y cada vez que Iván "hablaba" o se reía el fruncia el ceño y cerraba los ojos como si algo le doliera.

Cuando llegamos al lugar solo Leo pudo pasar con ellos por lo que me quedé esperando, me sentía muy ansioso, aunque me pareció una eternidad realmente fue muy breve el procedimiento del estudio, cuando terminamos salimos y subimos al coche.

Mi hermano me dejó en casa de Joaquín para que Iván desayunara y ellos se fueron a la casa de Gus, aunque mi intención era que comiera fue más su cansancio, el niño se durmió apenas llegamos y yo con él, me sentía demasiado cansado, no sabía si era las dos noches en blanco o el ambiente tan tenso que había.

No despertamos hasta ya en la tarde en la que regresó Joaquín con Leo, comimos mientras llegábamos a un acuerdo.

—Enano ¿Puedes tomarte unos días? —me preguntó Leo quien extrañamente comía despacio

—Quizás, pero ¿Por qué yo?

—Necesitamos que alguien cuide a Iván y a Andrés, yo ahorita no me puedo zafar de la chamba y aunque Joaq pueda Andrés no lo traga.

—Tampoco soy santo de su devoción

—Si, pero contigo se resigna, necesito que estés con él.

—Lo único que hacemos es pelear ya lo sabes

—Así como está dudo que lo haga, solo quiero que no se sienta solo.

Percibí su preocupación

—Acaso crees que él... —no pude decir en voz alta lo que se me vino a la mente. Leo se alzó de hombros

—Por más mal que ha estado nunca ha hecho algo que lo ponga en riesgo, pero mejor prevenir.

Dudaba poder hacer algo, pero no me quedó de otra que aceptar el plan. Cuidar a Iván era fácil no podía decir lo mismo de mi hermano.

Al día siguiente fuimos con Andrés, tenía cierto temor de estar en el mismo espacio, pero por suerte él se mantenía encerrado, por lo que era como estar prácticamente solo con Iván.

Pasaron dos días y cada vez nos poníamos más ansiosos, aun no nos daban el resultado y podían pasar tres días más para que lo supiéramos . Con todo lo que estaba pasando se nos olvidó un pequeñito detalle, Leo pasó a desayunar cuando sonó el celular de ambos.

Dejé que él lo leyera mientras seguía dándole de comer a Iván

—Mier...coles —soltó, alcé mi mirada hacia él.

—¿Qué pasa?

—¿Te enteraste de que mandó mensaje Gus anoche?

Miré hacia arriba intentando recordar.

Ahora, nosotrosOnde as histórias ganham vida. Descobre agora