Carapazón

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Pasado el evento, nos enteramos del alcance que se tuvo con este, nos llegó al correo la revista digital para la cual nos entrevistaron, donde no solo el nombre de nuestra empresa figuraba sino el de nosotros. No podía describir la emoción que sentí al ver mi fotografía como parte de un artículo, me llenaba más de orgullo aparecer en una con temática de negocios que de sociales. Mi celular sonó, sabía que era Oscar, después de la noche donde nos pusimos al corriente con Pame, los dejé a solas para que pasaran tiempo juntos por lo que la noticia nos llegó por separado.

—¡Alaaaaaaan! —chilló mi amigo apenas respondí la llamada.

—Ya vi—exclamé con la misma emoción.

—¡No puedo creerlo!¡Ni Tita se lo cree! Temía que la única forma que saliera en las noticias fuera por un delito de faltas a la moral.

No pude evitar carcajearme.

—Por poco lo logras aquella vez que casi bailaste el tubo con un poste de luz—le recordé, aquel día por fortuna Pame logró alejar a un policía que venía hacia nosotros con toda la disposición de multarnos.

—Mi madre se va a morir, ya se lo mandé ¡Tenemos que festejar! —gritó feliz—¡Vamos ya mismo! Hoy se bebe hasta morir. —podía sentir su emoción, yo estaba igual.

Era un hecho para celebrar, pero antes de hacerlo con él quería asegurarme de una cosa.

—Te hablo mas al rato para confirmar.

—¿Qué? —preguntó bajándole la emoción de golpe—¿Cómo que al rato? ¿Dónde quedó mi estimado amigo que me hacia coro con un fuerte ¡Si!? —me interrogó.

—No hagas preguntas, te hablo en un momento.

Y antes de que me cuestionara nada le colgué, cuando algo así de bueno te pasa en la primera persona que se te viene a la mente suele ser alguien especial, claro que pensaba en mi familia, pero había otra persona con la que quería compartir algo tan importante como esto. Marqué su número y esperé unos segundos hasta que contestó.

—¿Braulio? —pregunté dado que se oía mucho ruido de fondo.

—¡Hola! —exclamó—Disculpa el sonido, ya son las últimas semanas de clases ¿Pasó algo? —quiso saber casi gritándome.

—¿Hoy estas disponible?

—¿Por qué? —preguntó con un tono más normal y el sonido de fondo más lejano.

—Quiero contarte algo importante.

—Mmm... ¿Esta bien si paso por ti en dos horas?

Le confirmé y acepté esperarlo, luego le mandé mensaje a Oscar para decirle que nos viéramos por la noche, mientras esperaba a Braulio me entretuve mandándole la revista a mis hermanos por el grupo que teníamos y respondiendo los mensajes de felicitación.

Después me puse a jugar un jueguito en el celular hasta que Braulio me avisó que ya había llegado.

Sali de mi habitación demasiado feliz como para preocuparme por otras cuestiones cuando me tope de frente con Marck justo en ese momento iba entrando, desde el día del evento no habíamos coincidido, sabía que seguía en el departamento por que veía los trastes acomodados de otra manera, pero de ahí en más había evitado coincidir con él, no quería tener otro encuentro como el que tuvimos cuando me arregló el traje.

—Con permiso—dije con propiedad, por inercia se hizo a un lado dejándome pasar.

—Felicidades Alan—soltó con rapidez antes de que saliera, me detuve y me giré a verlo sin comprender, no entendía como es que podía saber—vi lo de la revista, me da mucho gusto, me siento or...—no pude acabar de saber cómo se sentía porque Braulio me mandó un mensaje.

Ahora, nosotrosWhere stories live. Discover now