Capítulo 15

12K 849 63
                                    

Gracias por todo el apoyo que le estan dando a esta historia con sus votos y comentarios, no saben lo mucho que valoro eso y es precisamente lo que me motiva a subirles capitulos con más regularidad...

Disfruten el capitulo, que esta bastante bueno!!

Besitos...

*****



― ¿Así que, no tenías tiempo para vernos, eh?

No le miro, no me muevo, ni siquiera respiro; me mantengo con la vista al frente fingiendo prestar atención a la conversación que se desarrolla en nuestra mesa.

―No tengo porque justificarme, así que no esperes que me sienta culpable por estar aquí ―es mi respuesta mientras disimulo estar buscando algo en mi bolso.

―Tampoco esperaba una disculpa ―sisea una vez más muy cerca de mi oído―. ¿Pareces enojada por algo?

¿Y todavía lo pregunta? Como puede siquiera preguntarlo, es obvio que sí.

―No, solo estoy acalorada ―respondo, encogiéndome de hombros, sin ningún cuidado de que alguien me escuche.

Y sé que no debería enojarme, o sentirme celosa porque entre nosotros no existe nada más que besos y provocaciones. Sin embargo, una llama incendió mi pecho cuando él se mostró tan atrevido y coqueto con Karen, en frente de mis narices, aun después de que Lucia reconoció su nombre y ambas primas cayeron en cuenta que este Derek, era el mismo Derek del que les había hablado.

¿Acaso era su manera de vengarse por haberme encontrado con Diego sentado en mis piernas?

Joder, lo entiendo pero no te pases.

Miro de reojo a Diego sentado junto a mí, en la parte interna de la mesa, sonriendo por algo que ha dicho Lucia.

― ¡Bueno, bueno, este pechito que está aquí quiere bailar! ―Veo a Karen ponerse de pie, tambaleándose un poco―. Estoy mareada como verán, así que voy a sudar un poco el alcohol. ¿Quién me acompaña?

―Pero por supuesto que yo ―no tarda en decir Pablo, levantándose para tomarla por la cintura―. Ya volvemos.

― ¡O quizás no! ―grita Karen, guiñando un ojo y dando saltitos hacia la pista de baile, guiada por su amigo.

En la mesa hemos quedado nada más que Diego, Derek, yo y Lucia, y esta última está demasiado concentrada en la pantalla de su celular mientras sonríe y teclea sobre el mismo.

― ¿Y bueno, tú quieres bailar...? ―intenta preguntar Diego junto a mí, pero ni siquiera ha terminado de hablar cuando Derek le interrumpe.

―Ella esta acalorada ―masculla entre dientes viéndome fijamente, retándome a desmentirlo.

― ¿En serio? ―Diego me mira, preocupado de pronto―. ¿Quieres que vaya por hielo?

Veo su rostro sonrosado por el alcohol y siento un poco de pena, en cambio, al ver a Derek, casi quiero asesinarlo por el gesto cínico que tiene en el rostro. ¿Y Lucia? Bien gracias, concentrada en su teléfono, ni huele ni hiede la situación incómoda en la que estoy.

¡Tremenda amiga!

―Si, por favor ―se adelanta a decir, Derek por mí―. ¿Diego, verdad? ―mi amigo deja de mirarme un segundo para ver al británico sentado del otro lado, duda un segundo y luego asiente―. Tráele hielo, eso seguro la hará sentir mejor. Creo que ha bebido demasiado por esta noche.

Diego vuelve a mirarme, esta vez luciendo culpable de algo. Me da un leve apretón en la mano, seguido de un beso en la mejilla antes de levantarse.

―Ya vuelvo, muñeca. Prometo que te sentirás mejor ―rodea la mesa para salir del otro lado.

Bailando Contigo © VERSIÓN MEJORADAWhere stories live. Discover now