[47] Promesas rotas

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Jungkook luchó. Demasiado.

La primera semana sin Taehyung la pasó yendo y viniendo entre sentarse en el sofá y acostarse en su cama, mirando una pared en blanco la mayor parte del tiempo.

No tenía motivación, ni paciencia, ni una sola cosa por la que se sintiera emocionado. Todo lo que tenía era tiempo, mucho tiempo y nada en qué gastarlo.

Sentía que iba a volverse loco si no comenzaba a trabajar el algo - ya fuera en sus pinturas, ejercicio, lo que fuera - no obstante, apenas y podía levantarse de la cama en las mañanas.

Dejó de hacer ejercicio, solo comía comida instantánea y ni siquiera se molestaba en limpiar, dejando un desastre en cualquier habitación que pisara, y eso, en circunstancias normales, sería inaceptable para él.

Taehyung y él apenas se comunicaron esa semana, y sin importar cuanto Jungkook intentara llegar a él con sus mensajes coquetos, después de esa llamada telefónica que tuvieron en el cumpleaños del rubio, el otro no dudo en silenciarlo, ignorando por completo sus intentos de lograr provocar una reacción en él y, aparentemente, fue una técnica muy exitosa, porque al final de esa semana, Jungkook dejó de intentarlo.

Bromear no era divertido cuando como resultado solo obtenía rechazo

Yoongi lo visitó más veces de las que podía contar y a pesar de saber que su amigo tenía buenas intenciones, no lo apreció en absoluto.

El asunto era que Jungkook quería estar solo o, mejor aún, solo con Taehyung.

Afortunadamente, Kim ya le había contado todos los detalles de esa noche al mayor, así que no tuvo que molestarse en explicárselo, pero eso no hizo que estuviera más dispuesto a hablar sobre ello.

Ya había terminado y revivirlo una y otra vez no lo ayudaría a lidiar con lo sucedido.

Yoongi era genial, de verdad, pero siempre había sido demasiado racional. Le pedía que pensara y Jungkook no quería pensar, solo quería algo para hacer, y eso hizo.

Pero no gracias a Yoongi.



Su timbre sonó por primera vez ese día y por quinta vez esa semana. Jungkook estaba tan seguro de que era Yoongi que ni siquiera comprobó y mucho menos se molestó en levantarse. Todo lo que hizo fue gritar un muy acogedor "Déjame en paz" y esperó lo mejor.

Sonó de nuevo y lo volvió a ignorar, luego otra vez, y así continuó hasta que su cabeza empezó a doler a causa del ruido. Después del quinto timbre, Jungkook finalmente se levantó, pero no solo con la intención de abrir la puerta, sino también de golpear a quien fuera que estuviera parado detrás de ella. Golpear su cabeza contra el timbre, para ser más precisos.

Esperaba al cartero o tal vez a uno de sus vecinos, porque la persistencia apuntaba a que era alguien que lo necesitaba. Sin embargo, cuando abrió la puerta, se encontró con la imagen de dos idiotas mirándolo fijamente.

"Wow, no te había visto tan mal desde hace mucho tiempo."

Su lucha por no pasar su puño a través de la cara de Yugyeom no era nueva, eso era parte esencial de su amistad.

Aceptaba que se había descuidado - no se molestó en peinarse y tal vez había olvidado afeitarse en demasiados días, pero no era tan malo, ¿verdad?

Sabía que tenía muchos talentos, pero al parecer que su vello facial creciera no era uno de ellos, así que tal vez se veía como un niño de 13 años tratando de dejarse crecer la barba.

I want (to punch) you so bad ☆ KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora