⁵|Como un ciudadano independiente

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Cinco días después de su último encuentro con Win, Bright se encontraba en el hospital con su madre. Había pagado ya el adeudo pendiente y estaban arreglando para el nuevo tratamiento para la señora Chiva-aree. El definitivo está vez, según los médicos.

Cuando fue al banco a cobrar el cheque que Win le había dado, dudó sobre la cantidad. El hombre le había entregado un cheque en blanco para que él escogiera la cantidad, ¿pero a qué costo? No habían arreglado siquiera los periodos de pago y a cinco días de haberse reunido, a cinco días de la mejor mamada de su maldita existencia, no había vuelto a saber del dueño del casino Souri.

¿Cómo se suponía que cumpliría con los intereses? si ni siquiera un contacto telefónico habían intercambiado.

Y no es que Bright estuviera ansioso, pero él era muy responsable con sus obligaciones. Si no había podido pagar a tiempo las cuentas del hospital, fue porque los pagos eran mayores a sus ingresos y se vio agobiado, pero Bright nunca fue conocido o acusado de ser mala paga, ni siquiera le gustaba meterse en deudas de no ser estrictamente necesario. Por eso había llegado con el tipo de cabello arcoíris y aspecto hermoso.

Eso era solo un arreglo monetario y Bright siempre fue leal a sus acuerdos, por eso no tomó más que los cien mil que había pedido inicialmente, aunque se viera tentado a tomar más y poder hacer algunos arreglos a su casa, para cuando mamá volviera a vivir allí y estuviera más cómoda. Se esforzaría en trabajar el doble para pagar el exceso del monto y se sacrificaría con el pago de los intereses, pero después se arrepintió. No podía hacer eso ¿Qué tal si era una trampa y luego tendría que hacer cosas horribles?
No, para Bright era más que suficiente tener que follarse al hombre. No esperaba con ansias el momento de hacer el primer abono; o sí, pero solo porque eso significaba que la cantidad que debía comenzaría a disminuir. No era porque quisiera ver a Metawin, no era porque en los últimos cinco días su polla haya estado en modo de alerta, despertando y endureciendo cada dos por tres cuando recordaba la boca jugosa y rosada de Win a su alrededor, tampoco era porque su piel hormigueara cada que recordaba la suave pero autoritaria voz del hombre.

Al séptimo día una llamada a su teléfono celular interrumpió su plática con su amigo Gun. Era viernes y luego de dejar instalada a su madre en la sala del hospital, lista para comenzar el tratamiento, había salido a comer con el chico a un lugar donde ofrecían ramen casero.

—Hola…

—¡Lobito! Es un placer saber de ti ¿Cómo está tu madre? ¿Has pagado ya la cuenta del hospital?.

¿De dónde demonios había sacado Win su número de teléfono? La pregunta rondando su cabeza lo dejó paralizado por dos segundos, pero la tersa voz acariciando sus oídos había enviado escalofríos por toda su espalda.

Eran los nervios —se dijo a sí mismo— el remolino en su vientre y el calor en su rostro no era anticipación ni expectación.

—Eh, ¿Cómo es que…?

—No deberías estar sorprendido lobito. Sabías que en algún momento te llamaría para comenzar a pagar.

—¿Quién te dio mi número? —Bright volteó a ver a Gun que tenía la cara enterrada en su tazón de ramen y no prestaba atención a lo que hablaba por teléfono.

—Tengo informantes, querido. No sólo sé tu número de teléfono. Conozco tu dirección, tu lugar de trabajo, el nombre de tu madre, las personas con las que te juntas. Está tu amiguito ahí contigo en este momento ¿no es así? Sales con el cada viernes a comer. Si no supiese que eres "hetero" —dijo en tono de burla— pensaría que andas en algo más que amistad con el chiquillo.

Y Bright no sabía cómo debería sentirse. Si aterrado por qué el tipo supiera todo de él tan fácilmente o desesperado por controlar las sensaciones que su traicionero cuerpo estaba sintiendo en ese momento, mientras escuchaba hablar a Win.

INTERESES  ლ [Adap. BrightWin]Where stories live. Discover now