²³|Un gato astuto y malvado

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—Señor. Está despierto.

Un hombre alto y de tez morena asomó apenas la cabeza por el borde de una puerta hacia una oficina.

—¿Ha dicho o preguntado algo?

—Aún no señor Hirunkit. Está un poco aturdido todavía, pero el médico ya lo examinó y dice que todo está bien.

—Vamos entonces. Es hora de comenzar con el plan.

Ambos hombres caminaron por un pasillo corto hasta una puerta al final, dispuesta de frente como en un callejón sin salida. La puerta se abrió pesada sobre sus bisagras dando paso a una habitación levemente iluminada con la luz opaca que se filtraba de las cortinas en la pared posterior. En el centro de la habitación -un dormitorio- había una cama de apariencia cómoda y cálida en la que descansaba un cuerpo. Un hombre pálido sentado en el centro, apoyado contra las almohadas en el respaldo.

—¿Cómo te sientes? ¿Te acuerdas de mí? ¿Sabes quién eres tú?

El hombre negó, con las cejas contraídas y la cabeza inclinada, como si se esforzara en recordar a la persona frente a él.

—Tú eres Bright Vachirawit y yo soy Nani Hirunkit. Trabajas para mí, ¿se te hace familiar mi nombre?

Otra vez, el hombre entre las mantas de la cama negó en silencio.

Nani se inclinó un poco hacia adelante y sonrió como un gato muy muy malvado, antes de abrir la boca de nuevo y hablar.

—Te voy a contar una historia Bright. Tu historia. Es probable que no te guste, pero eres mi empleado más valioso y mereces saber la verdad. Lo que te ha pasado y lo que no recuerdas.

Bright se enderezó en la cama, con curiosidad en la mirada. Obviamente sintiéndose extraño por no tener ningún recuerdo y aunque se sentía aprensivo ante el hombre frente a él, era la única persona que parecía poder deshacer la nube gris que cubría su memoria desde que despertó en una cama y en una habitación que no era la suya, o al menos no recordaba. Realmente hasta hace unos pocos segundos ni siquiera sabía su nombre. Asintió hacia quien se hacía llamar Nani, su jefe y esperó a escuchar esa historia.

—Verás Bright. Para empezar, tienes que saber que estamos en Irlanda. Tuvimos que salir huyendo de Phadul, después de que nos atacaron y es por eso que estás en esta cama y sin recordar nada. —Bright iba a preguntar por su atacante, pero Nani continuó hablando— Somos gente muy buscada y odiada por nuestra línea de trabajo, tenemos enemigos por todos lados y por desgracia, uno de esos enemigos encontró la manera de llegar hasta nuestro territorio y fuimos atacados. Tuvimos que huir para salvar nuestras vidas y apenas si lo has logrado querido amigo.

Bright observaba escéptico a Nani, pero el hombre reflejaba pesar y temor en su expresión y eso tenía que significar que no estaba mintiendo. Asintió una vez más y escuchó el resto de la historia.

—Mientras estábamos en una reunión de negocios en uno de mis establecimientos, nuestro enemigo nos emboscó y mató a casi todos mis hombres, al único al que pude rescatar fue a ti. El maldito hombre sabía que estas en alta estima conmigo por tu lealtad hacia mí y ya había intentado utilizarte a ti para atacarme por la espalda. —Nani suspiró con una mueca de pesar— Creyó que podía utilizar tu única debilidad para hacer que me traicionaras, pero no tuvo la paciencia de esperar a ver si me traicionabas y atacó antes.

Bright analizó la información recibida. Un enemigo, una emboscada, Nani lo salvó de morir y ahora estaba cuidando de él porque eran algo así como amigos. Pero faltaba algo, detalles que lo hacían sentir más confusión.

INTERESES  ლ [Adap. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora