Final. Un verdadero recuerdo

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El beso se rompió demasiado pronto en lo que respectaba a Bright. Quería seguir besando a Win hasta que se le gastaran los labios. Era una sensación adictiva y el sabor de Win era dulce como el caramelo.
Win se puso de pie y se deshizo de los pantalones. Bright fue a hacer lo mismo, pero Win lo detuvo.

—No. Yo seré quien lo haga —dijo Win. Tomó los bordes de la camiseta de Bright la levantó hasta sacarla por sobre su cabeza.

Win se sentó sobre el colchón y Bright se encontró de pie frente a él, observando como deshacía el botón y la cremallera de sus jeans con agilidad y destreza. Bright solo pudo quedarse quieto, esperando a lo siguiente que sucedería.

Sus pantalones se amontonaron en sus tobillos y luego los pateó a un lado. Su polla ya estaba dura y apuntando al frente, palpitando dolorosamente y Bright se tragó un gemido al ver como Win se lamía los labios como lo hace alguien que está muerto de hambre y tiene enfrente su comida favorita.

El gemido salió al fin de la boca de Bright cuando Win se inclinó hacia adelante y como si él fuera el gato, sacó la punta de la lengua y lamió la punta de su pene lentamente.

—¿Te gusta lobito?

Toda la respuesta de Bright fue empujar levemente las caderas hacia adelante, buscando más de esa lengua húmeda y caliente.

—Shht. Todo a su tiempo querido.

Bright respiró profundo y Win volvió a inclinarse y lamió la longitud completa, trazando las venas que sobresalían en el tronco. Bright lo vio abrir la boca y meterse su polla hasta la mitad, ahuecando las mejillas y chupando ahí, antes de bajar la cabeza u poco más. Las manos de Bright fueron hasta su cara y lo detuvo antes de que siguiera moviéndose.

—Se siente increíble, —dijo— pero es demasiado. No soy... pequeño.

La sonrisa que le dirigió Win fue casi maligna y luego estaba tragándolo todo hasta la raíz.

El gemido de Bright fue tan fuerte que casi pareció un grito, o quizás lo fue. Win lo estaba chupando hasta el fondo de su garganta y se sentía como si estuviera succionándole el alma con cada pasada de su lengua y con cada empuje hacia abajo, Bright iba a correrse demasiado pronto, con la sensación caliente y mojada de la boca de Win.

—Win, —susurró casi como si no pudiera hacer que las palabras salieran— estoy cerca.

Bright sintió como Win ralentizaba sus movimientos y el inminente orgasmo se alejaba, pero luego la dulce lengua de Win lamió su base y subió hasta raspar los dientes sobre la sensible punta. Estuvo a punto de caer de rodillas por la abrumadora ola de placer y solo pudo aferrarse al pelo de Win para no caer. Tiró de los mechones con fuerza y sintió, que escuchó el bajo gemido de Win en su polla y sus bolas. Le gustaba duro.

Bright tiró más fuerte del cabello entre sus dedos y Win gimió más y chupó con más ahínco y Bright sintió de nuevo el cosquilleo del orgasmo.

—Bebé —medio habló, medio gimió.

Win se retiró en el último momento y Bright gruñó frustrado.

—¿Quieres venirte lobito? —la voz de Win era seductora.

Bright asintió enérgicamente mientras jadeaba pesadamente.

—Pídelo.

—Win-

Win arqueó una fina ceja en desafío.

—Por favor, bebé —rogó Bright sin vergüenza.

—¿Qué quieres, Bright?

—Déjame estar dentro de ti.

—¿No te importa esto? —preguntó Win, tocando su vientre con una mano.

El vientre de Win era hermoso y mientras no hiciera daño al hombre hermoso frente a él, Bright quería enterrarse en su cálido cuerpo hasta el fondo y no salir de él hasta la mañana siguiente.

—Siempre que no te haga daño, no me importa. Eres hermoso y tu pancita sólo te hace ver mucho más hermoso.

Win jaló a Bright hacia abajo de nuevo y hacia un lado para que quedara boca arriba sobre la cama y luego Bright estaba siendo montado a horcajadas por Win. Los dedos de Bright fueron hasta la boca de Win cuando él tomó su mano y comenzó a lamer desde su palma.

Si a Bright le preguntaran, diría que Win era un profesional de lamer y chupar. Cada succión en la punta de sus dedos se sentía en su polla que seguía dura y palpitante, rozando con la igualmente dura erección de Win sobre él. Bright quiso ir y tocarla, pero Win le dio una palmada en la mano y lo apartó.

—Tus manos irán a otra parte lobito. Deja ahí —dijo Win. Luego volvió a chupar los dedos de Bright y frotándose sobre él como un felino mimoso.

Win llevó los dedos húmedos de Bright hacia atrás a su culo y dejó que acariciara entre sus nalgas.

—Prefiero saltarme esta parte, pero ha pasado un tiempo y será mejor estar preparado —advirtió Win.

—¿Cuánto tiempo?

—Deberías saberlo.

Bright tembló por el placer de saber que Win estaba diciéndole que había sido el último antes y hasta ahora en tocarlo, en tenerlo. Acarició con sus dedos por los bordes del agujero de Win, sintiendo lo apretado y caliente que estaba, desesperado por poner ahí algo más que sus dedos, pero esperó y deslizó un dedo dentro, sintiendo como los músculos se apretaban más a su alrededor y de los labios de Win salía un suave jadeo tibio, que chocó contra su mejilla. Lo empujó hacia adentro y hacia afuera lentamente y luego sumó uno más, repitiendo el ritual. Dentro y fuera suavemente, hasta que el ajustado agujero se relajó cada vez más y pudo poner un tercero y un cuarto dedo después, escuchando al mismo tiempo los pequeños quejidos necesitados de Win y el roce de sus pollas húmedas en presemen, juntas entre sus cuerpos.

—Es suficiente lobito. Te necesito dentro de mí. Fóllame —exigió Win.

—Oh, gracias a Dios. Me estoy muriendo aquí.

Bright puso a Win sobre su espalda en la cama y se arrodilló entre sus piernas abiertas, luego se inclinó y presionó la punta su polla, apoyando los brazos a los lados de la cabeza de Win. Bajó la cabeza y le dio a Win un beso hambriento mientras se deslizaba dentro de él.

El calor sedoso y la presión alrededor de su polla era indescriptible y gruñó en el beso, mientras más dentro de Win se enterraba y Win raspaba sus uñas romas en su espalda.

Se sentía como si siempre hubiera pertenecido ahí, dentro de Win y a su lado. Encontró el sentido del sentimiento, aunque faltaran los recuerdos, y en el momento le importaba casi muy poco recordar. Sólo saber a dónde pertenecía dentro de su corazón, era suficiente.





 Sólo saber a dónde pertenecía dentro de su corazón, era suficiente

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Esto es tan HOT y tan tierno 😭❤️

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