Especial •§• Gun

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—¡Vaya! El chiquillo se dignó a aparecer.

Cuando Gun tocó la puerta de su casa y esta fue abierta por su padre, las palabras que este le dedicó no fueron para nada amables. Gun estaba acostumbrado a eso, pero se sonrojó con excesiva vergüenza al darse cuenta de que Off estaba escuchando.

No quería que el tipo al que escuchaba que llamaban Off, lo llevara a su casa en primer lugar, pero el hombre era insistente y no le quedó más remedio que dejarse guiar y escuchar el parloteo coqueto que iba escupiendo todo el camino en el auto al que lo hizo subir como si fuera una dama en peligro. Pero cuando llegó a su casa y lo acompañó hasta la entrada, se arrepintió de no haber peleado un poco más para volver solo.

Su padre no era un modelo de amor paternal al cual presumir y justo en ese momento él solo se estaba dando a conocer con palabrería.

—Deberías ponerte a trabajar y conseguir una mujer que te haga sentar cabeza. No vas a vivir a expensas de nosotros todo el tiempo. —el hombre no dejaba de hablar, sin dejar entrar aún a Gun a la casa, ni notar la otra presencia junto a su hijo.

—Tengo un trabajo papá y le di a mamá mi parte del premio de la lotería que compartimos con Phi Bright. No soy un mantenido, deja de decir esas cosas.

El hombre bufó y trató de decir algo más, hasta que Off apareció en el campo de visión sobre el marco de la puerta y tomó a Gun por el brazo

—¿Quieres que me haga cargo de él gatito? —Off preguntó de forma muy casual y Gun casi se ahoga con su propia saliva al entender las implicaciones de la pregunta.

—¿Qué? No, vete. Ya me trajiste. No es tu asunto.

—Puedo volverlo mi asunto, si quieres. —Off le dio un guiño y una media sonrisa.

"El tipo está desquiciado", pensó Gun.

El hombre frente a ellos resopló.

—No me vengas con esa mierda de que ahora eres gay, porque es lo último que voy a tolerarte.

—¿De qué hablas papá? Él solo me hizo el favor de darme un aventón, pero ya se va.

—No voy a ninguna parte gatito. —dijo Off. El hombre mayor imitó con voz aguda a Off —gatito— y se rió a carcajadas.

—Este sí que es un jodido maricón y si tú te juntas con él, seguramente también lo eres. No quiero esa mierda en mi casa.

Gun se limitó a guardar silencio. Avergonzado y ofendido por las palabras de su padre. Quería solo entrar a su casa y encerrarse en su habitación hasta que se acabara el día y llegara uno nuevo para ir a trabajar. Justo le tocó descanso en su trabajo y le pasaban esas cosas a él. Era la peor mierda del mundo.

Estaba cansado de que su padre lo viera como un holgazán, cuando no lo era. Carajo, que Gun trabajaba dieciséis horas al día, desde las cinco de la mañana, en un almacén, cargando cajas en enormes camiones y aguantando las obscenidades que los demás trabajadores del lugar le decían, solo por ser delgado y tener la piel suave, los labios rosados y el pelo más sedoso de lo que un hombre promedio debería tener. Él sabía porqué era así, pero no era una elección, no se esforzaba en cuidar de su aspecto, pero eso no hacía que se viera menos lindo. Además de que eso no lo volvía gay, nunca le interesaron otros hombres, él salía con Bright cada viernes y se llevaban a una buena conquista femenina a la cama después de comer y beber algo en el pequeño restaurante que frecuentaban. Su padre no entendía que Gun no hacía las cosas que él creía que hacía, pero eso ya no le sorprendía, sin embargo, aún lo avergonzaba que un relativo extraño escuchara lo que su padre le decía.

INTERESES  ლ [Adap. BrightWin]Where stories live. Discover now