¹⁶|¿Dónde está Bright?

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Win decidió enviar a Jeff, su segundo empleado más confiable, a buscar a Bright a su casa esa misma noche.

—No hay nadie en la casa de Vachirawit, señor.

—Ve a buscarlo al hospital donde está ingresada su madre.

—Tampoco está ahí, señor y con el muchacho ese tampoco, porque lo vi en el hospital acompañando a la señora. Obviamente, ninguno de los dos notó mi presencia, así que no se preocupe, señor.

Win despidió a Jeff de su despacho ¿Dónde podría estar Bright? Las únicas personas con las que podía imaginar que se encontrara, estaban juntas en un mismo sitio y él no estaba ahí. Quizás solo estaba siendo un idiota, creyendo que tal vez podría tener una oportunidad de algo genuino con Bright. Él debería andar por ahí, en algún lado, revolcándose con alguna puta barata para quitarse de encima la sensación del cuerpo de Win, de la piel y los besos de un hombre por el que no sentía más que asco. Win nunca debería ser tan iluso como para pensar que Bright era genuino en la forma en que conectaban a la hora de follar.

Era demasiado bueno para ser verdad y como dijo Off, era momento de volver a tener la cabeza bien puesta sobre los hombros y preocuparse por lo que realmente valía la pena. Su lugar como el líder del distrito más grande del país, su poder innegable y enseñarle a los imbéciles arrogantes que nadie era mejor que él. Win se fue esa noche a su departamento, con el primer tipo dispuesto que se topó de salida por el casino. Los hombres iban y venían y siempre había uno que quisiera una jodida sucia y quitarse las ganas mutuamente.

De camino al edificio, dentro del lujoso Audi azul, todo se sentía incómodo. El hombre que iba al lado de Win iba intentando tocar cualquier parte de él con descaro y no se detuvo ante las advertencias de Win, sino que siguió metiendo mano por todas partes, tratando de provocar a Win. Win solo pensó que el hombre del que ni su nombre sabía, no entendía su lugar en el juego y eso lo irritaba demasiado. Bright no habría hecho eso ni Win no se lo permitiera primero, pero no era Bright el que estaba ahí con él, se recordó Win.

Una vez en las puertas del ascensor, el hombre se abalanzó sobre Win y trató de besarlo desesperadamente.

Apartándolo de un empujón, Win le gruñó.

—Ya basta.

—Para esto me trajiste contigo. Estás desesperado por una cogida y yo te voy a enseñar lo bien que lo vas a pasar conmigo. Vas a pedir por más cuando termine. —el hombre no detuvo sus intentos de besar y tocar a Win, hasta que sintió la punta fría de algo sobre su cuello.

—Dije que basta. Estás equivocado si crees que vas a hacer lo que te dé la gana conmigo. O es a mi modo o te largas.

El hombre quiso disimular el miedo de tener un arma apuntando a su garganta y sonrió con burla hacia Win.
—No eres más que una puta de las pollas y quieres que crea que tú eres el que dirá como son las cosas. ¿Sabes que, si te gusta que te follen, es del modo en que te quieran follar, no al contrario?

Win no le respondió. Pulso el botón de emergencia del elevador, antes de que llegara a su departamento en la punta del edificio y luego puso la marcha hacia abajo nuevamente. Cuando las puertas metálicas se abrieron en el estacionamiento nuevamente, solo se escuchó un grito desgarrador y el sonido de un disparo. Una bala atravesaba el muslo del hombre, muy cerca de su ingle y este solo se retorcía de dolor en el piso.

—Desaparece de mi edificio ahora mismo y no te atravieses en mi camino de nuevo o serás hombre muerto. Agradece que no lo eres justo ahora. ¡Vamos! Lárgate y deja de manchar mi elevador.

Otro disparo al aire y el hombre se arrastró a como pudo, fuera del edificio, gritándole a Win que era una puta.

—Al menos no soy tu puta, imbécil —dijo Win y volvió a subir al elevador. Frustrado, molesto y desesperado por una copa.

INTERESES  ლ [Adap. BrightWin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora