15.

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—N-no —titubeando, trató de caminar en retroceso como si algo lo estuviese asechando. Curioso. Porque la única persona que iría tras él seguía en su mismo lugar sin intenciones de invadir su espacio—. Yo no... no he tomado nada —insistió levantando las manos en una clara señal de defensa que trataba de eximirlo de toda culpa.

Su mirar se posó en el suelo. Intentó recorrer todo rincón a su alrededor. Y pensó, como un tonto, que tal vez el escondite de Bin no era tan mala idea para protegerlo del incómodo encuentro. Si tan solo pudiese quedarse ahí envuelto en sus rodillas y con los ojos cerrados. ¿Eso ayudaría? ¿Reduciría su vergüenza y el pesar que le inundó repentinamente? ¡Oh, vaya! Si tan solo lograra meterse en las sábanas para cubrirse e impedir que cualquiera lo estuviese mirando.

Y por "cualquiera" entiéndase a un Lee Hyukjae que no pudo dejar de observarlo ni al saber que lo ponía en esa encrucijada de sentimientos. Quería controlarse. Sólo que para él también era demasiado para procesar. Cualquiera pensaría que es mera exageración, pero, vamos, ¿cómo se puede lidiar con lo que estaba pasando? Que el amor de su vida volviese al lugar que creía jamás visitaría en algún momento... Claro que esto no era por las circunstancias que Hyuk hubiera deseado, no obstante, eso no contenía la emoción inesperada de tan grande suceso.

Lee DongHae, por otro lado, controló los impulsos de llorar ahí mismo. No es que se sintiera agobiado por algún tipo de enojo por parte de esa persona (pues aún confiaba en que Hyuk no lo trataría mal), pero, bueno, a veces era tan difícil controlar los golpazos de emoción. Tanto que sus propias energías saboteaban todo avance para arrojarlo a una vereda de inconsistencia y tropiezos. Sin poder sostener firmemente sus agobios de tan desmedidos que se volvían gracias a la repentina inestabilidad de sus emociones.

Hyukjae supo leer este encuentro de sentimientos. Vio los inicios de un temblor inquietante en las manos de su duraznito. Lo escuchó respirando con mayor aceleración que antes. Comprendió que Hae no intentaba apaciguar la repentina vergüenza del momento. Había algo más. Diferente. Algo que quizá estaba a nada de salírsele de las manos.

Ansiedad.

Hyuk apartó las ideas iniciales sobre el entusiasmo que se destapó ante el encuentro. Buscó relajarse también para transmitir ese nivel de calma y prudencia en el otro. No creía correcto entrar en desesperación porque eso en nada ayudaría a su bebito. Sonrió a pesar de la palidez que ahora veía en el rostro de aquel y se fue acercando con tranquilidad. Estrujó el osito de su sobrino que no soltó ni al ser descubierto.

Se colocó a una distancia moderada. Le sonrió para luego colocar en medio de ambos al osito-dinosaurio.

¿Qué hace una fresita invadiendo los aposentos del gatito? —exclamó Hyukjae con la voz más boba, aniñada y aguda que le salió del fondo de la garganta. Esto hizo que Hae quedara desprevenido. Por un momento confundido ya que el osito-dinosaurio le distrajo por la cercanía, pero, además, debido a esa voz que, extrañamente, iba demasiado bien con el aspecto del peluche—. ¿Acaso la fresita quería asustar al Gatito? —insistió Hyuk moviendo aquel peluche como si éste de verdad le estuviera hablando al castañito.

A DongHae se le escapó una sonrisa torpe; parpadeó varias veces.

No entendió lo que sucedía o cómo fue que la presión de su sentir se doblegó tan rápido porque Hyuk lo tomó desprevenido con ese cortó diálogo. Y, justamente, la inesperada distracción provocó que su respirar se calmara paulatinamente.

Lo que Hyuk pretendía no sólo era desviar su atención de esos inicios de crisis ansiosa que consiguió reconocer en Lee DongHae. Sino que, al colocar al osito frente a ambos, el chico se concentrara en los detalles del juguete tales como la costura, la forma de los dientecitos, los ojos del pijama de dinosaurio, las almohadillas de cada pata del osito, entre otros factores. Y que, con ello, relajara la invasión frenética de pensamientos que lo retraían de la realidad para centrar su cabeza en aspectos totalmente próximos o palpables.

Strawberry [EunHae]Where stories live. Discover now